El hospital San Cecilio activa un protocolo ante el aumento de menores con ideas de suicidio

Las ideas y conductas suicidas han aumentado en los últimos años en todas las franjas de edad y entre los 15 y los 29 la autolisis es la primera causa de muerte global. Así lo indica el informe sobre evolución del suicidio en España en la población infanto-juvenil, publicado en julio de 2023. En el caso de menores, el tratamiento sanitario es multidisciplinar; concierne a especialistas en Pediatría, Psicología clínica, Psiquiatría, Enfermería y salud mental, así como a técnicos en cuidados auxiliares de enfermería (TCAE).

Con la colaboración de estos profesionales se ha diseñado el nuevo protocolo del hospital San Cecilio, «una herramienta vital para abordar el suicidio de manera integral y coordinada evitando actuaciones improvisadas». En este contexto, la coordinadora de Cuidados de Salud Mental, Ana Calderón, señala que es «muy importante» derribar mitos y estigmas asociados al riesgo suicida para poder establecer «un espacio sensible y cálido». «Tenemos que aprender a acompañarles ante el sufrimiento que están viviendo», apunta.

El protocolo recoge las actuaciones que se llevan a cabo desde que el menor entra en Urgencias y las previstas en caso de que sea necesario el ingreso hospitalario. Según esta enfermera, se busca la «máxima excelencia» en los cuidados, incluyendo aspectos emocionales; la seguridad y protección; el acompañamiento; las habilidades comunicativas para facilitar la expresión, y también el apoyo y el asesoramiento a padres, madres y tutores.

Una de las medidas clave de este nuevo protocolo de prevención del riesgo suicida en la infancia y la adolescencia, explica Calderón, es comprometer una cita en la unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil correspondiente «entre 24 y 72 horas después de haber recibido el alta», ya sea tras un ingreso o desde el servicio de Urgencias —en este caso, se derivaría a la del Virgen de las Nieves, única en la provincia y que recibe los casos más graves—. El reto es acortar los tiempos de atención «para no perder ningún caso».

«Estamos trabajando en mejorar la coordinación entre los distintos niveles de salud. El paso a consultas externas debe estar garantizado. La continuidad de los cuidados y el seguimiento del paciente tras abandonar el hospital es fundamental para prevenir que se consume el suicidio», añade por su parte la especialista en Psicología Clínica Estela Salcedo, que también destaca otras precauciones en materia de protección ambiental.

Más allá de «fortalecer las redes de apoyo familiar y social», los profesionales del Clínico San Cecilio que atienden a menores con ideas y conductas suicidas consideran imprescindible que este asunto se aborde, en especial, desde el ámbito educativo, impulsando programas enfocados en la gestión emocional, así como espacios orientados a la conexión con el entorno y las relaciones interpersonales.

En Andalucía, la Consejería de Salud cuenta con un plan regional de prevención y tratamiento del suicidio con varias fases. La prevención es una de ellas. Dentro de la misma, se encuentra la información, que incluye campañas en colegios. Pero la detección en las aulas de ideas y conductas suicidas también requiere la intervención de Educación, que desde hace un tiempo facilita a los centros la integración de un servicio de Enfermería.

Sin embargo, el punto está en introducir la figura de la enfermera, además, especializada en prevención del riesgo suicida «para que pueda dar la voz de alarma». En esta línea, la doctora Salcedo subraya que el acoso escolar es uno de los «factores de riesgo más destacados» en niños y adolescentes; también los abusos. Experiencias vitales «traumáticas», en definitiva. No obstante, incide en que puede haber otros detonantes, como la diversidad funcional o los trastornos afectivos; una situación de desprotección familiar; precariedad económica con limitación en el acceso a los recursos públicos; falta de relaciones interpersonales, y las adicciones.

La forma en la que un niño o un adolescente afronta pensamientos e intentos de suicidio «depende de la situación de crisis, de las estrategias y habilidades que posea y de los apoyos con los que cuente». Por lo tanto, conocer los factores de riesgo «facilita la disposición» de los profesionales del sistema sanitario público de Andalucía que son expertos en pediatría y salud mental «a detectarlos a tiempo y actuar en consecuencia».