El héroe que salvó a una mujer en el Café Fútbol: «La gente empezó a gritar que se había muerto»

Todo ocurrió el miércoles en torno a las 12.00 horas, cuando Julio estaba con Andrea, su pareja que es policía local en Dos Hermanas. Ambos agentes estaban fuera de servicio y acababan de desayunar en la cafetería, pero cuando se disponían a marcharse escucharon algunos gritos a pocos metros. «Vimos como una mujer de unos 50 años caída desplomada al suelo, así que salimos corriendo hacia ella para atenderla», explica Julio, que describe como la mujer estaba convulsionando en el suelo.

«De buenas a primeras la mujer se quedó rígida y cayó hacia atrás. La gente empezó a gritar que se había muerto». Había entrado en parada cardiorrespiratoria y la situación cada vez era más complicada ya que no había desfibriladores cerca ni tampoco ningún sanitario en la zona. Fue entonces cuando Julio y Andrea se lanzaron sobre ella y comenzaron a realizarle la maniobra RCP mientras llamaban al 061. Pasaron varios minutos mientras los dos agentes intentaban reanimar a la mujer hasta que, afortunadamente, su corazón volvió a latir. «Pegó un gran suspiro, abrió los ojos y comenzó a toser y vomitar, así que la pusimos en posición lateral de seguridad», detalla el policía en prácticas.

Cuando llegó la ambulancia, que tardó poco más de 15 minutos, la mujer ya estaba consciente. Y los sanitarios, sabedores de lo importante de la actuación de Julio y Andrea, no dudaron ni un segundo en agradecerles lo que habían hecho. «Recuerdo como la mujer nos cogió de la mano y nos dio las gracias por salvarle la vida», algo que no habría sido posible sin la formación recibida en la escuela de la Policía Local en primeros auxilios. «Hemos echado muchas horas de prácticas y creo que eso ha sido lo que ha permitido que la situación acabara bien».

Ya con la mujer en la ambulancia y estable, los dos agentes sucumbieron a la tensión: «Yo no paraba de temblar y mi pareja comenzó a llorar, fue una situación muy difícil que no vives todos los días». Sin embargo, pese a la tensión, reconoce que fue «muy gratificante». «Si ya estaba enamorado de la profesión, ahora más. Estamos para eso, para servir, proteger y ayudar a los ciudadanos».

Todo lo ocurrido lo vivió muy de cerca Concha Suárez, una de las propietarias del Café Fútbol que vio como en unos pocos segundos había un gran revuelo en la terraza de su cafetería. «Cuando llegué la mujer estaba ya estabilizada gracias a la actuación de dos policías locales que se encontraban fuera de servicio», rememora Concha, que reconoce que era la primera vez que hacía frente a una situación como esta.

«Es muy impactante que suceda algo así en tu negocio, una situación tan grave donde la vida de una persona depende de lo que estaban haciendo dos personas muy bien formadas… Fueron unos minutos cruciales para la vida de esa mujer». Y fue precisamente el buen hacer de Julio y Andrea lo que le hizo darse cuenta de que tenían algo pendiente en el establecimiento: «No solo debemos tener un desfibrilador, sino que debemos formar a los empleados para que puedan actuar adecuadamente si se vuelve a repetir una situación como esta».

Define la actuación de los policías como algo «impresionante» ya que «no dudaron» y eso permitió que la mañana del miércoles no acabara en drama. «Estoy muy feliz de saber que hay gente tan bien formada en la Policía Local, es algo que te llega al corazón», finaliza Concha.