Granada afronta un otoño con las comunicaciones por tierra y aire bajo mínimos

La recuperación del vuelo diario de las nueve de la noche a Madrid a partir de mediados de septiembre es la única alegría en materia de comunicaciones para una provincia que no solo no rescata las conexiones ferroviarias y aéreas que tenía antes de la crisis sino que perderá algunas de los vuelos que han funcionado durante los meses de verano. Es el caso de los cuatro semanales con Menorca e Ibiza que operaba la compañía Volotea, que desaparecen a partir del 15 de septiembre aunque Granada mantendrá la conexión con las islas gracias a Vueling.

Entre las rutas aéreas que se caen del cartel a mediados de septiembre está también la de Bilbao que ha operado Vueling, con dos frecuencias semanales durante el verano. Además se pierde uno de los dos vuelos semanales a Gran Canaria.

La novedad positiva la pone la línea Granada-Madrid operada con Iberia, que pasa de dos a tres vuelos diarios a partir de mediados de mes. Aún faltan por restablecer dos vuelos con Madrid para igualar el nivel anterior a la crisis del coronavirus, entre ellos el de primera hora de la mañana, uno de los más importantes para los viajes de negocios.

En cuanto a la conexión de Barcelona, mantendrá durante este otoño tres frecuencias diarias, la mitad que antes de la crisis.

En total, según fuentes de UGT, la programación del Federico García Lorca en septiembre se reducirá a 217 vuelos, frente a los 372 del pasado año, un descenso del 42%.

En julio, el último mes disponible en la estadística oficial de AENA, el aeropuerto granadino recibió a 29.561 pasajeros frente a los 110.835 del mismo mes del año pasado, una diferencia abismal que resume el desplome que ha sufrido el tráfico aéreo.

Aún así, la foto general del aeropuerto de Granada de cara a septiembre no es tan desastrosa en comparación con otros aeródromos nacionales que han resentido aún más la pérdida de líneas internacionales, según explica el delegado del sector aeroportuario de UGT Granada, Manuel Megías.

«El Federico García Lorca mantiene el 70% de la actividad, mientras según los estudios de UGT otros han sufrido un impacto mucho mayor, en Almería la actividad se reduce a apenas el 25%, en Málaga al 22 o en Jerez al 17%», indica.

En cuanto a los trenes, Renfe conserva los mismos servicios que se han venido prestando en verano en Granada, con dos AVE a Madrid, y no da fechas para restablecer las conexiones aún suspendidas. «Renfe mantiene un seguimiento continuo de la demanda, por lo que cualquier variación al alza en la misma será objeto de restablecimiento paulatino de servicios», señalan desde la compañía.

Para volver al escenario anterior a que se decretara el estado de alarma faltan por restablecer dos AVE diarios de ida y vuelta con Madrid, el directo a Barcelona, dos trenes Avant por sentido con Córdoba y Sevilla y otros dos media distancia hacia Almería. La última ampliación de la oferta de Granada la hizo Renfe el pasado 22 de junio cuando de cuatro trenes diarios con origen o destino Granada se pasó a ocho, entre la relación Avant con Sevilla y la relación MD Granada-Almería.

Desde entonces no ha habido cambios en la oferta de Granada, a pesar de que finales de julio Renfe sí continuó ampliando otros servicios públicos andaluces de media distancia, como Sevilla-Cádiz, Jaén-Madrid y el Avant Sevilla-Córdoba-Málaga con más circulaciones.

Tanto organizaciones empresariales como el Ayuntamiento de Granada han expresado su interés en que se vayan recuperando conexiones ferroviarias. «Con la oferta reducida viajar a Granada en tren es un quebranto. Es difícil que llegue antes la demanda que los trenes. Es necesario restablecer ya frecuencias para ir levantando la economía, esto es un servicio público», valora el responsable sector ferroviario de CC OO en Granada, Francisco Miguel Torres Martín.

En cuanto al autobús, Granada mantiene las mismas conexiones que antes de la declaración del estado de alarma, pero la cantidad de expediciones con origen o destino desde la estación del distrito Norte se ha desplomado como consecuencia de la reducción de la movilidad por parte de los ciudadanos. Según explican desde Alsa, la empresa, concesionaria de la estación de autobuses de Granada, se mantiene entre el 45 y el 50% de las frecuencias que se realizaban antes de la crisis del coronavirus.

«Las líneas de algunos pueblos y regionales como Málaga, Córdoba, Sevilla o Almería han sufrido una disminución de frecuencias de entre 40 y 50% y tenemos que ver cómo queda la de Madrid. En verano ha funcionado con ocho coches y en otoño pueden quedar la mitad», apunta Esteban Rodríguez, delegado sindical de CC OO en ALSA.

«Estamos estudiando permanentemente la evolución de las frecuencias, entendemos que la oferta actual es la adecuada para atender la demanda de viajeros. Esperamos que se activen algunos servicios más adelante», señalan desde ALSA. Es lo que está deseando la empresa, funcionar a plena actividad, ya que según señalan el desplome de viajeros, del 85% en lo que va de año con respecto a 2019, «está afectando drásticamente al equilibrio económico de la concesión».