Cuenca reivindica el legado de «estabilidad y confianza» antes de ceder la alcaldía de Granada

El dirigente ha hecho estas declaraciones en el salón de plenos, donde ha comparecido escoltado por los siete concejales de su equipo de gobierno que le acompañarán en la oposición en el nuevo mandato que arranca este sábado. Junto a ellos, ha expuesto la situación en la que se quedan los grandes proyectos, pero también los compromisos abiertos como la futura cumbre de Jefes de Estado, el congreso mundial de Agenda Urbana o la gala de los premios Goya.

Cuenca se ha mostrado «orgulloso» por haber podido construir «pilares de presente y futuro» que son «frutos de la eficiencia en la gestión y la estabilidad». En este sentido, ha especificado que el equipo de gobierno saliente deja lanzados los avances del nuevo Plan General y del Mapa de Ruidos, expedientes que están preparados y que no han sido licitados en la última sesión plenaria «por respeto». También se encuentra «tramitada y definida» la nueva ordenanza de limpieza que reemplazará a la anterior, vigente desde 2006, y el gran contrato de recogida de residuos, «cuyos documentos están elaborados y con los informes técnicos pertinentes a pesar de que no había una sola línea cuando llegamos al gobierno». Sobre estás iniciativas «habrá matices», ha dicho, «pero todo está en marcha».

Cuenca ha defendido el «buen rumbo económico» del Consistorio. Como ha señalado, deja a los populares unas arcas alejadas de los 300 millones de euros de deuda que se encontró y con un plan de pagos que ha permitido eliminar todo lo adeudado a los proveedores. Según ha remarcado, por su gestión, «ahora hay líneas de crédito a largo y corto plazo a disposición de la ciudad», un aspecto que considera fundamental para sacar adelante el día a día del Ayuntamiento y que, a su llegada en 2016, «no existía».

El socialista ha señalado que la senda de la inversión que deja es «positiva». Con la prioridad puesta en las licencias, Granada tiene ahora mismo 50 millones en obras en carga y otros 20 en proyectos en desarrollo. También ha desvelado que la ciudad está ahora mismo gestionando alrededor de 53 millones en iniciativas vinculadas a fondos europeos con propuestas como los trabajos de mejora que se realizan en estos momentos en el Albaicín, que considera «históricos» por la alta inversión, o todas las relacionadas con la Granada verde y Santa Adela, cuyas obras, ha dicho, están listas para arrancar «en pocas semanas». También están en esa situación los proyectos para la implantación de la zona de bajas emisiones, que están todos licitados y en ejecución, así como las mejoras en iluminación en distintos barrios de Granada.

Pero Cuenca ha puesto enfasis sobre todo en la «recuperación del prestigio». Según ha reconocido, era el aspecto «más dañado» cuando se puso al frente de una ciudad a la que ahora «la Casa Real, la Comisión Europea y hasta las asociaciones de vecinos miran con confianza». Según ha recordado, deja una Granada que en octubre recibirá a los principales jefes de Estado del mundo y a algunos de los urbanistas más reputados, pero también una urbe que tendrá este verano a la Selección Española de fútbol y próximamente una gala de los premios Goya. «Ambicionábamos grandes eventos y los conseguimos», ha defendido Cuenca, que ha insistido en el «aprecio» que la ciudad despierta más allá de los límites de la provincia.

En ese marco, según ha dicho, ha sido «fundamental» el tono, un «método de trabajo leal, responsable y con carácter diferencial en la alianza con instituciones y entidades para defender Granada lejos de las broncas». Esa fórmula es la que, en su opinión, ha hecho posible que Granada tenga un programa «para 20 años» consensuado en el pacto por Granada, un documento «que pesa y se queda». El regidor en funciones ha mostrado su esperanza en que el nuevo equipo de gobierno tenga también «el mismo tono» y «no caiga en una dinámica de derogación como está pasando a nivel nacional porque lo hemos hecho bien, más allá de las diferencias políticas».

Cuenca se ha puesto a disposición del nuevo equipo de gobierno «con toda la lealtad» y ha tendido la mano para trabajar «desde ya» en unos nuevos presupuestos que permitan «continuar con la estabilidad y cofinanciando proyectos para hacer una Granada mas verde, más metropolitana y sin que eso merme la economía de los granadinos».

Sobre su papel futuro, ha dicho que estará donde le han puesto los granadinos «con la máxima humildad y compromiso». En este sentido, ha descartado su salida y ha ratificado que se quedará como jefe de la oposición «para velar por Granada». «Ese es el primer pilar de la confianza», ha dicho, «fuimos los primeros en perder y quedarnos y ahora, por coherencia, lo hacemos de nuevo para servir a la ciudad».