La criolipolisis, el tratamiento de moda para conseguir el cuerpo perfecto

La criolipolisis es una técnica no invasiva para eliminar la grasa subcutánea localizada con una aplicación controlada de frío. El cuerpo procesa la grasa de manera natural y proporciona al paciente una figura más estilizada. Los resultados son visibles entre cuatro y seis semanas después de haberse sometido a este tratamiento.

Pero, ojo, no sirve para adelgazar, sirve para reducir volumen. Por eso no está indicado para personas con sobrepeso. La grasa que se consigue eliminar con criolipolisis es la que no se puede quitar ni con dieta ni con ejercicio. Eso sí, tiene un amplio abanico de zonas de tratamiento: el abdomen, los flancos, las rodillas, brazos, espalda, la zona conocida como 'banana roll' (debajo de la nalga), la cara interna y externa de los muslos, la línea del sujetador, el pecho en los hombres (para corregir la ginecomastia) y la grasa submentoniana, lo que llamamos, la papada.

¿Cuánto dura cada sesión? Depende del paciente. «Cada sesión es diferente», explica la doctora Anastasia Cano, responsable de la clínica Anastasia Cano de Granada y una de las dos de la ciudad que trabajan con el procedimiento CoolSculpting, uno de los más demandados por las pacientes y más seguros (con estudios clínicos que lo avalan) para la reducción no invasiva de grasa localizada. «Lo importante es hacer un buen diagnóstico. No todos los pacientes son candidatos para este tratamiento», explica la doctora.

La grasa que se elimina con criolipolisis no se recupera. Hay estudios testados que demuestran que los pacientes que mantienen su peso, dos kilos arriba o abajo, ven prolongados sus efectos de seis a nueve años. «Pero es verdad que el cuerpo cambia. En las zonas sin tratar sigue habiendo células grasas y estos adipocitos pueden aumentar de tamaño si la persona no se cuida», apunta la doctora Cano.

El tratamiento aplica un enfriamiento controlado en la zona adiposa. Este frío funciona como una anestesia local así que no es doloroso, aunque claro, «depende del umbral del dolor de cada paciente», explica Anastasia Cano. Sí puede ser habitual sentir cierta tirantez, escozor, hormigueo, una sensación que normalmente disminuye en los primeros cinco minutos de la sesión.

«Hay que explicar que puede haber un 'post' que puede ser más o menos molesto», apunta la doctora. «Al romper los cristales de grasa del cuerpo, se produce una inflamación que puede ser incómoda». No se deben tomar antiinflamatorios, porque se cortaría el ciclo del tratamiento. Para calmar el dolor se indica paracetamol, nolotil o un analgésico más fuerte.

Tras la sesión, el paciente se incorpora a su vida normal. Se aconseja reposo relativo durante las siguientes veinticuatro horas. Se puede caminar, por ejemplo, en lugar de la rutina de running habitual.

«Con cualquier tratamiento médico pueden darse efectos secundarios», apunta la doctora Cano, que enumera para IDEAL los posibles efectos adversos que pueden ser habituales tras una criolipolisis: eritemas, edemas, equimosis (que son como pequeñas rojeces, como cuando nos hacemos un hematoma) y un poco de dolor en la zona tratada, complicaciones que se resuelven espontáneamente en unos días.

Sin embargo, el caso de Linda Evangelista ha puesto el foco en uno de sus efectos secundarios más raros de este tratamiento, la hiperplasia adiposa paradójica, un efecto secundario que, según la Sociedad Española de Medicina Estética, afecta al 0,025 % de los pacientes. En la clínica de la doctora Cano realizan la criolipolisis con un nuevo modelo de máquina CoolSculpting que reduce la incidencia de este efecto secundario al 0,01%.

La hiperplasia puede aparecer entre los tres y cinco meses después de haberse sometido a esta terapia. La grasa que se quería tratar no se elimina, puede incluso engordar y en la zona se produce un abultamiento. Este problema se trata con liposucción. «Es complicado opinar sobre lo que le ha ocurrido a Linda Evangelista», opina con cautela la doctora, «porque no tenemos toda la información». Hay muchos ruido en redes, no se tiene acceso a su historia clínica, no se conoce si se han respetado el número de ciclos, cuántas zonas se han tratado o el tiempo que hay que esperar para trabajar en la zona: «el cuerpo se estresa y hay que darle tiempo para que se recupere», apunta Anastasia Cano.

La criolipolisis es uno de los tratamientos estéticos más demandados del momento, porque consigue definir la figura sin cirugía ni dolor. El perfil del paciente que lo demanda es el de una mujer de unos cuarenta y dos años, que se cuida mucho y que no quiere pasar por quirófano. También hay mujeres que, tras pasar por una liposucción, les han quedado unas pequeñas deformaciones que la criolipolisis elimina y féminas que se acercan a la menopausia, que siente como su cuerpo cambia sin remedio, pierden cintura, aumentan ligeramente de peso y con este tratamiento «logran el resultado que desean», asegura la doctora Cano.

«Nuestro deber como médicos es informar a los pacientes para que puedan conocer todos los riesgos antes de someterse a este tratamiento. Es importante el buen diagnóstico médico. Con una buena praxis se consiguen los mejores resultados», concluye la doctora.