Cinco meses y un millón para frenar la ladera de la carretera de Sierra Nevada

Desde la Consejería de Fomento se pusieron manos a la obra para frenar la ladera con la habilidad de cortar la carretera los menores días posibles. Para circular, se tiró de vías alternativas por Güéjar Sierra y Monachil.

Cinco meses después y tras un millón de euros de inversión, la Junta de Andalucía ha culminado las obras de emergencia que se han llevado a cabo para la estabilización de la ladera y para controlar el desprendimiento. Los trabajos han mejorado la seguridad vial a la altura del kilómetro 16,1 de una vía con un tráfico diario de 2.838 vehículos pero que, en temporada de esquí, supera los 13.000 vehículos al día.

La Consejería de Fomento requirió, en el mismo día del suceso, de la presencia de una empresa especializada en movimiento de tierras y con maquinaria de gran tonelaje para iniciar de inmediato los trabajos de retirada del material desprendido. En paralelo, se trazó, junto con la Guardia Civil, un plan para permitir el descenso de los vehículos pesados estacionados en Pradollano hasta que se reabrió la A-395 al tráfico a los pocos días. Con el material rocoso desprendido se formó un muro de defensa al pie del talud existente para frenar otro posible desprendimiento.

Para consolidar la ladera, la Consejería de Fomento, Articulación de Territorio y Vivienda, aprobó llevar a cabo una obra de emergencia que permitiera reparar los daños causados y garantizar la seguridad vial.

La solución ha pasado, por un lado, por estabilizar definitivamente la montaña y evitar así posibles futuros desprendimientos de material ya que ésta quedó en equilibrio y podía seguir cayéndose. Para estabilizar la ladera se encargó un estudio de análisis de la situación y se propusieron soluciones a la empresa Geotécnica del Sur, ampliamente conocedora de la zona y con extensa experiencia en el diseño de este tipo de trabajos.

Para consolidar la ladera se ha construido un muro de escollera al pie del talud donde también se han construido bancales y de esta manera se da por estabilizada esta ladera que pudo provocar una desgracia y donde se hizo el milagro.