El castigo más duro cumple diez años

IDEAL analiza la aplicación de esta condena al cumplirse diez años de su puesta en funcionamiento. En España solo 53 personas, alrededor de 41 hombres y doce mujeres, han sido condenadas a prisión permanente revisable, según un recuento realizado por este diario a través de las noticias judiciales publicadas en medios de comunicación nacionales, ya que el Poder Judicial no dispone de datos específicos. De todos estos casos, siete fueron revisados y revocados. A nivel andaluz, la comunidad autónoma registra diez condenas. Cinco de esos crímenes se produjeron en Almería, dos en Sevilla, uno en Huelva, uno en Jérez y uno en Jaén. Tres de los penados son mujeres. El resto, todos hombres. La mayoría corresponden a delitos de parricidio o de asesinatos que van acompañados de agresiones sexuales a las víctimas.

La aplicación de la prisión permanente revisable tiene requisitos estrictos como que sean crímenes de lesa humanidad, el asesinato del rey de España, reina o príncipes o de un jefe de Estado, el asesinato cometido en el seno de una organización criminal o terrorista, el asesinato cometido tras la comisión de un delito contra la libertad sexual o el asesinato de un menor de dieciséis años, o especialmente vulnerable. De igual forma, se puede condenar a personas reincidentes en el asesinato. Se puso en marcha por varios crímenes que conmocionaron a la sociedad. De hecho, el propio preámbulo de la ley admite que nace por «la necesidad de fortalecer la confianza» en la justicia. Pese a las críticas por su dureza, el Tribunal Constitucional dio el último espaldarazo a la medida en 2021.

En Almería, el primer caso de estas características fue el de Francisco S., la primera pena a prisión permanente revisable por un caso de violencia de género en España. Fue condenado el 7 de abril de 2019 por asesinar y violar en enero de 2017 a su expareja. Los hechos tuvieron lugar en la vivienda de la víctima de Huércal de Almería. Entró en la casa de la fallecida con una llave, se descalzó en la cocina, cogió un cuchillo y subió a su dormitorio. Acabó con su vida causando de forma «innecesaria e inhumana» multitud de heridas para aumentar su sufrimiento. Antes de intentar huir, arrastró el cadáver al baño para lavarlo. El hombre tenía en vigor cuatro órdenes de alejamiento de cuatro parejas anteriores por malos tratos y ocho condenas, la mayoría por violencia de género. El Supremo confirmó en julio de 2020 la pena.

Sin embargo, el nombre más popular que acompaña a esta condena es el de Ana Julia Quezada, la mujer que mató en febrero de 2018 al pequeño Gabriel, de 8 años de edad, en Rodalquilar. El 30 de septiembre de 2019 la Audiencia Provincial la condenó por el asesinato con alevosía con el agravante de parentesco, ya que ella era la pareja del padre de la víctima. De igual forma, se la 'desterró' con la «privación del derecho a residir y acudir» a Níjar.

En tercer lugar en Almería fue condenada Ana María B. asesinó a su hijo Sergio, de 7 años, el 10 de octubre de 2019 en Huércal. Fue condenada el 9 de abril de 2021 a prisión permanente revisable y a cuatro años y medio adicionales por las lesiones psíquicas. También en esta provincia, el 21 de diciembre de 2023 la Audiencia Provincial de Almería condenó a prisión permanente revisable a Hadifa C. después de que un tribunal de jurado la declarase culpable de matar en marzo de 2020 «intencionadamente» a su bebé tras dar a luz en su casa de Vícar (Almería). La mujer, de 43 años y nacionalidad marroquí, estranguló a la recién nacida y la enterró junto a la entrada de su vivienda con una azada. Por último, hay un quinto caso en la provincia almeriense.

En Sevilla, el primer caso registrado fue el de Enrique R. R, condenado el 24 de abril de 2019 por intento de violación y posterior asesinato de una mujer de 50 años de edad en marzo del año 2017 en la localidad de Pilas. Posteriormente, en noviembre de 2023, la Audiencia de Sevilla condenó a la máxima pena posible, la prisión permanente revisable, a Adrian N., el joven que violó, asesinó y después descuartizó a su exnovia en 2021. La mujer tenía 17 años y compartían una hija

En Huelva, la Audiencia Provincial condenó el 10 de diciembre de 2021 a Bernardo M. a prisión permanente revisable tras el asesinato de la profesora zamorana Laura Luelmo. En diciembre de 2018, la joven regresaba de hacer la compra en un supermercado y fue abordada por el condenado, que la retuvo ilegalmente, la agredió sexualmente y después la asesinó. De hecho, el tribunal le impuso 17 años y medio de cárcel por un delito de detención ilegal en concurso con el delito de agresión sexual, además de la agravante de reincidencia puesto que fue condenado en 1997 por asesinato.

La provincia de Cádiz también registra un condenado a prisión permanente revisable. Marian C, hombre de nacionalidad rumana que fue condenado el 9 de marzo de 2022 por asesinar a martillazos a su pareja. El 10 de septiembre de 2020, cuando la mujer se encontraba en la cama tumbada de cara a la pared, el hombre se acercó por detrás y la agredió hasta acabar con su vida. La Audiencia le prohibió además aproximarse a sus once hijos.

El último de los autores condenados a prisión permanente revisable se ha producido en Jaén. La Audiencia Provincial impuso a N.N, esta pena por ser culpable del asesinato y violación de una niña de 14 años en Alcalá la Real. El cadáver fue localizado en febrero de 2022 en las ruinas de la Iglesia de Santo Domingo.

En Granada se han solicitado en cinco casos la aplicación de esta pena. La primera condena a prisión permanente revisable podría llegar para el acusado de asesinar a su hermana embarazada y a su sobrino de tres años en Las Gabias. La fiscalía provincial ha solicitado recientemente la prisión permanente revisable y otros 48 años más de cárcel. Manuel J. se encuentra a la espera de juicio. En Córdoba se pidió la pena para Pedro G, aunque no prosperó. El hombre, un falso cura, asesinó a un hombre diagnosticado como enfermo mental en 2017 en la Chica Carlota.