«Las aulas no están masificadas y el virus no ha llegado»

Hace un año perdían una clase por falta de alumnos y temían que la Junta de Andalucía suprimiera la Secundaria de sus centros. Ahora reivindican su papel y la necesidad de estas escuelas que, en plena pandemia no se han visto obligados a desdoblar aulas o recurrir a la semipresencialidad como medida de prevención antes posibles contagios.

Es más, han obtenido más matriculaciones que cursos anteriores. En total han recibido 22 incorporaciones (17 en infantil y 5 en primaria) para este 2020, frente a la media de 12 matriculaciones que registran de forma anual, según explica Anaví Fernández, jefa de estudios y profesora de música. Cinco de estos niños son de Almuñécar. En la mayoría de casos, sus padres han decidido volver al pueblo o empadronarse de nuevo para reducir la exposición de los pequeños en aulas más masificadas, de acuerdo con Jorge Soto, director de la escuela rural.

El centro confiesa que esperaba una «oleada» mayor de matriculaciones por la Covid-19, pero no puede esconder su entusiasmo con las nuevas incorporaciones. Todos los grupos son 'burbuja', el más numeroso une a primero y segundo de la ESO con 19 menores, y el claustro de 21 profesores ha tomado medidas extra para que el virus no atraviese las puertas del centro y mantenerlo a raya en todo el municipio.

Los mayores pasan el recreo en un polideportivo municipal que les ha cedido el Ayuntamiento de Otívar y hay limpieza 'extra' a media mañana en todos los centros, aunque saben que cuando suena el timbre los pequeños se ven fuera del recinto escolar dado que la mayoría son familia. La escuela ha solicitado a la Inspección de Educación que, en el caso de que se produzca un nuevo confinamiento o se cierren los centros educativos, se permita al centro continuar con las clases presenciales dado que el virus ha tenido poca incidencia en la zona y los grupos escolares no son numerosos.