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De una alergia a una ceguera: las secuelas de los tratamientos estéticos en centros clandestinos

Los pacientes que acuden a este tipo de clínicas y sufren los efectos adversos son los que después dan la voz de alarma

Sábado, 2 de agosto 2025, 22:54

Esta semana la Policía Nacional desarticulaba en Granada un centro clandestino de aumento de labios. En las instalaciones encontraban viales de ácido hialurónico inyectable ... sin documentación de garantía sanitaria, sin refrigerar e incluso mezclados con barritas de cereales u otros alimentos. La propietaria era una mujer rusa de 29 años que fue arrestada.

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La investigación surgió tras las demandas de la Asociación de Medicina Estética de Granada. El presidente de esta asociación, Francisco Morales afirma que cada vez se detectan más casos de intrusismo. Desde la asociación los persiguen. La mayoría de las veces son pacientes, que acuden a ellos después de una mala experiencia los que dan la voz de alarma y los ponen tras la pista. Morales hace una advertencia, estos tratamientos «siempre deben ser aplicados por médicos» y una mala praxis puede tener consecuencias muy graves. «Hemos visto casos hasta de ceguera», asevera, al tiempo que recalca que su lucha contra el intrusismo tiene como objetivo principal velar por la salud de los ciudadanos, más allá de un tema de competencia.

Las historias de las personas que acuden a este tipo de clínicas suelen ser similares. Ven tratamientos que creen que no serán peligrosos a precios muy bajos y deciden probar. Así lo contaba a IDEAL una de las clientas del centro clandestino clausurado. Afirmaba que en su caso aunque no le dio «mucha confianza» decidió acudir porque era «mucho más barato que una clínica normal». El centro tenía más de quince mil seguidores en Instagram y precisamente a través de las redes sociales encontraban a muchos de los clientes. «Si ves ofertas muy bajas, desconfía», avisa Morales, que indica, además que muchas veces lo barato puede salir muy caro. «Utilizan productos de muy baja calidad que tienen un tiempo de duración muy corto. A veces la primera sesión es más barata, pero el paciente tiene que hacerse tantas repeticiones que acaba saliendo más caro», indica. «A mi clínica vino una mujer que había gastado más de mil euros en un tratamiento que en un centro especializado le habría salido por menos dinero, porque habría tenido unos estándares de calidad», reitera.

El último informe de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME) sobre Percepción y uso de la Medicina Estética en España indicaba que el 28% de los tratamientos de medicina estética se daba en peluquerías o incluso a domicilio. No obstante, las cifras son de 2023 y el presidente de la asociación granadina del sector apunta que si bien antes gran parte del intrusismo venía de este tipo de centros de estética, ahora muchos son instalaciones que llevan personas del este de Europa aplicando técnicas como la conocida como 'Russian lips'.

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El vicepresidente de SEME, Sergio Fernández, sostiene que lo más importante es que los pacientes tomen conciencia de los riesgos a los que se enfretan. Afirma que los efectos adversos pueden ser muy graves. «Si alguien te dice que vayas a un domicilio particular para hacer un tratamiento, está claro que hay algo raro», indica. Al tiempo que anima a los que sufran estas secuelas a denunciar. «Muchas veces no lo hacen por vergüenza pero es importante, porque si ellos no denuncian es difícil localizar los centros», apunta, al tiempo que explica que han visto casos de pisos itinerantes, lo que dificulta mucho dar con la persona que está practicando el tratamiento.

Con suerte la consecuencia de un mal tratamiento será pérdida de dinero o algún problema estético derivado. Pero los efectos pueden ser mucho más peligrosos: necrosis, isquemias por la obstrucción de una artería al inyectar mal la sustancia o incluso afección ocular. «Esto no es como ir a hacerse la manicura o una limpieza facial», recalca Francisco Morales. Porque además, si hay algún problema, los pacientes están desvalidos, no tienen ninguna cobertura porque son instalaciones sin seguro.

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La vía que les queda a estas personas cuando se encuentran en una situación así es acudir a un centro médico estético acreditado o ir a urgencias de un hospital convencional. En el segundo acaban muchos de ellos. Por eso, desde la asociación de medicina estética granadina proponen dar formación específica a médicos de urgencias para atender este tipo de casos. «Queremos llegar a un acuerdo con la Sanidad Pública para formar a estos facultativos», indica.

Cada vez son más los médicos que optan por especializarse (no es una especialidad oficial, sino que se realiza a través de un máster) en medicina estética. También es cada vez mayor la demanda, con un importante incremento de hombres. Pero no es oro todo lo que reluce. Los expertos son claros, siempre hay que asegurarse de que es un médico el que hace la intervención. Y tener en cuenta que en esto, como en tantas cosas en la vida, la mayoría de las veces lo barato sale caro.

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