«Acabé con cuatro personas en una Vespino, yo cargando al bebé, perdido en Tailandia»
Pues no estamos tan mal | Pepe Cuenca ·
Para este doctor en Matemáticas, ajedrecista profesional y uno de los comentaristas en español más seguidos del mundo, el verano pasa de jaque en jaquePepe Cuenca (Granada, 1987) pasa el verano entre jaques, enroques y peones con aires de reina. Es lo que tiene ser un gran maestro ... del ajedrez y, encima, dedicarte a comentar partidas en Internet. Él es uno de los culpables de que este año, vayas donde vayas –playa, piscina o montaña–, te encuentres a alguien intentando dar mate a un rival desconocido, por el móvil. Armado con una carcajada bonachona y un ingenio rapidísimo, Cuenca, doctor en Matemáticas, ríe al recordar aquella vez, en Tailandia.
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–Pepe, ¿cuál fue el peor verano de tu vida?
–Una vez fui con mi hermano a dar una conferencia a Kuala Lumpur, en Malasia, con la universidad. De allí nos fuimos a la isla Phuket, en Tailandia, que tiene una playa espectacular. Salimos de fiesta y a las seis de la mañana yo me quería ir a descansar y mi hermano no. Así que me volví solo y... me perdí. No tenía batería en el móvil y no sabía como encontrar el hotel. Deambulé por un pueblo de Tailandia, preguntando a la gente y nadie entendía nada. Por fin, se paró una pareja, marido y mujer, que iban con su bebé, en una motillo. Me dijeron que me subiera, que ellos me llevaban... Así fue como acabé con cuatro personas en una Vespino, yo cargando al bebé, perdido en una isla de Tailandia. Y al final llegué.
–¿Cómo es el verano más típico de tu vida?
–El verano de mi vida es un verano plagado de torneos, porque es la época con más actividad ajedrecista de todo el año. Por eso voy siempre a Linares en agosto, para el campeonato nacional.
–Linares en verano. Qué calor.
–Es horrible. Y ahora, con la covid, antes de entrar a una sala de juego te toman la temperatura. Es gracioso, porque al principio todo el mundo da más de 37 grados, por el calor. Así que hay que sentarse, echarse agua y esperar. Luego arreglo lo del calor porque me voy unos días con los amigos a Tenerife.
–¿Hay opciones de ganar el campeonato de Linares?
–Suelo estar en los primeros puestos y ahora mismo soy el 14 de España. Soy peleón, llego motivado y alguna vez he estado cerca de ganar, a ver si este año hay suerte. Pero no soy el favorito, es David Antón, el número 2 de España.
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–¿Cuál ha sido el viaje que recuerdas con más cariño?
–Tengo un par de viajes. Antes de la pandemia estuve en Perú, con el ajedrez, y pude visitar Cuzco y el Machu Picchu. Espectacular. Y las competiciones en Cuba en verano son muy divertidas. Los cubanos tienen una hospitalidad increíble, casi tengo más amigos allí que en España.
–¿Pero hay algo que no sea el ajedrez?
–¡Pocas veces! [ríe] Como combino la competición con ser comentarista, cuando me libero de una cosa, hago la otra. Este año he tenido poco tiempo libre, pero se agradece, es síntoma de que el ajedrez está creciendo.
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«Hay youtubers muy famosos que están jugando en directo. Ahora jugar al ajedrez se ve como algo 'cool'»
–Ahora la gente se pone a jugar con el móvil en la playa y en la piscina...
–Ha sido gracias a todo. En el confinamiento empezó mucha gente, la serie 'Gambito de Dama' enganchó a otros y hay youtubers muy famosos que están jugando en directo. Es genial, porque ahora jugar al ajedrez se ve como algo 'cool'.
–¿Hay turismo de ajedrez?
–Sí, hay muchos aficionados que aprovechan un evento para visitar un destino interesante.
–Como lo de Pamplona.
–Eso es. La ciudad se paralizó gracias al ajedrez. Vino Magnus Carlsen, el campeón del mundo. Como se cancelaron los encierros, en lugar de toros corriendo, pusimos a varios maestros de ajedrez jugando una simultánea contra ochenta personas. Quisimos mostrar la cultura de San Fermín usando el ajedrez como vehículo.
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–Y ahora, ¿qué planes tienes?
–Compite en la liga portuguesa, en el torneo de Cádiz, en los campeonatos de España, al de Ibiza... y en noviembre me voy a Dubái tres semanas para el campeonato del mundo entre Carlsen y Nepomniachtchi, que seremos comentaristas en español.
–Pues no estamos tan mal, ¿verdad?
–No, la verdad es que no nos podemos quejar. Haciendo lo que nos gusta, el ajedrez creciendo y yo tan contento, disfrutando de la vida.
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