Ortega Smith: «Haremos un muro de hormigón que no se podrá saltar ni con una pértiga»
El secretario general de VOX da un mitin masivo en Almería en el que apela a parar a la inmigración ilegal, hacer un reparto justo del agua y a defender a la agricultura
El secretario general de VOX, Javier Ortega Smith, empezó en la calle el mitin que dio ayer en la capital de Almería , en las puertas ... de un Teatro Cervantes donde le esperaba más gente fuera para oírlo hablar que dentro. Y eso que este mítico lugar estaba a rebosar de un buen número de almerienses que son, según apuntó el número 2 de esta formación política, la «resistencia de Almería».
Esta expresión resume a la perfección el mensaje que lanzaron ayer los líderes de VOX que intervinieron en un acto que empezó con retraso. Pero esto, lejos de restarle un ápice de emotividad al tinglado, lo único que hizo fue incrementarlo, en parte debido a un público -de todas las edades y condición- que pasó la espera vitoreando a todas las formas de España que pueden ver: la «viva», la «unida», la de la «Guardia Civil» o, directamente, la de los «militares». Tampoco faltaron los recuerdos a Puigdemont, a quien enviaron «a prisión», o al comunismo, al que quieren siempre «abajo».
El acto estaba organizado como siempre: primero teloneros en orden de importancia para acabar en alto -nunca mejor dicho con Smith- con el líder. Al abogado le precedió en el uso de la palabra la cabeza de lista de VOX al Congreso por Almería, Rocío de Meer, quien demostró sus buenas dotes oratorias en un discurso muy tradicionalista con constantes referencias a la historia de España. Lo mismo se valió de Chesterton, que de poemas jesuitas; Blas de Lezo o Carlos V para reivindicar la defensa de la bandera ,«el estandarte» -dijo-, o de la familia «natural», claro.
Nada de IRPF o algo parecido, habló del «imperio» y de la necesidad que tienen los «españoles valientes», los que votan a VOX, de seguir defendiéndolo de los inmigrantes ilegales («buenas vallas hacen buenos vecinos», dijo citando a Robert Frost), de los «traidores» que quieren romper la patria o de los que atentan contra la familia. ¿Cómo en este caso? pues derogando una Ley de Violencia de Género «injusta» con el hombre. «El bien y el mal no tienen sexo», remachó De Meer, que acabó el 'greatest hits' clásico de VOX poniendo en cuestión una brecha salarial que solo existe, a su juicio, entre los policías nacionales y los mozos de escuadra.
Después de ella solo cabía que hablara alguien como Smith, que acabó el mitin como una estrella: haciéndose fotos con sus fans en las tablas del teatro junto a una bandera de España y un cartel de VOX. Todos en fila, como si aún le estuvieran oyendo hablar. Pues el secretario general de esta formación se expresa como si siguiera en el cuartel. El exmilitar puso a todo el mundo firme al referirse a los tres problemas que cree él que más atosigan a los almerienses: la inmigración «descontrolada», el «injusto» reparto de los recursos hídricos y, por último, el desprecio que se hace del mundo rural.
Con respecto al primero de estos asuntos, Smith no quiere que una España en la que sus hijos sufren reciba a inmigrantes ilegales. Según dijo, la fronteras con África están «desasistidas» y más aún lo están aquellos que la defienden: «La Policía Nacional y nuestra gloriosa Guardia Civil», dijo. Quiso aclarar, porque es de VOX, el partido «que habla alto y claro», que no tiene problemas con la inmigración regulada e «integrable», pero sí con la que llega por culpa de las «mafias». «La combatiremos con toda la fuerza del Estado», subrayó el abogado, que cree que «solidaridad nada tiene que ver con responsabilidad».
Su solución es doblar la dotación de la policía fronteriza y «acabar con la cochambrosa valla» para sustituirla por un «muro de hormigón que no se podrá saltar ni con una pértiga», explicó. «¡Y que lo pague Marruecos!», le interrumpió entonces un señor del público, al que Smith, claro, acabó dando la razón: «Lo pagarán», dijo.
El agua y la agricultura fueron los otros dos problemas a los que puso solución el hispano-argentino, quien prometió un nuevo plan hidrológico nacional pero no sustentado en el principio de solidaridad sino en el de «justicia nacional». El objetivo es que Almería cuente con el agua que necesita para seguir produciendo el fruto de su rica agricultura. Un sector al que también ve Smith muchas cosas que arreglar. Sus problemas se acabarían, en parte y según dijo, con rebajas masivas de impuestos para los empresarios, poniendo aranceles a los productos de fuera y fomenta ndo una Formación Profesional que dotara al campo de una mano de obra española cualificada. Así cree que acabaría el éxodo rural de los jóvenes. Toda una «revolución» que también consistiría en prestigiar el trabajo y esfuerzo que se hace en unos invernaderos a los que mandaría a trabajar de «sol a sol» a los políticos «sinvergüenzas y golpistas» que alguna vez «han dicho que en Andalucía no se trabaja».
En el acto también intervinieron el parlamentario Rodrigo Alonso y el líder provincial Juan Francisco Rojas.
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