Un viaje de estudios en autobús hasta la Copa en Granada desde Antequera

Hacia el Palacio de Deportes se aproxima un grupo de hinchas del cuadro antequerano. Al menos lo conforman una treintena de personas. Se concentran en las escaleras frente a la entrada y ondean sus bufandas. Van comandados por Juan Diego Jiménez, conocido entre el resto como Juandi, y Pablo Jiménez, dos jóvenes estudiantes de Bachillerato que se han plantado en Granada poco después de soltar los libros y la mochila tras otra jornada de clase. «Seguimos al UMA Antquera y queríamos venir a la Copa de España. Estábamos en el instituto y pensamos en una manera de venir al Palacio. Nos acordamos de la empresa de autobuses de nuestro pueblo y el resto es historia», cuenta el propio Juandi a IDEAL.

Contrataron un servicio de ida y vuelta entre Antequera y Granada para no perderse la cita de su equipo ante el Inter. Saldrían después de comer y regresarían a la localidad malagueña tras el duelo de cuartos. Un plan infalible que contó con la aprobación de familiares, amigos y de la propia empresa de transporte. «No nos pusieron pegas en ningún momento. Al revés, nos apoyaron en todo momento y empezamos a comentarlo en clase para empezar a rellenar las plazas», explica. A pesar de que todo encajaba, el viaje estuvo en el aire hasta esta misma semana.

«Al principio nos costó convencer a la afición, pero el club nos echó una mano y logramos fletar el autobús. Necesitábamos conseguir un gran número de pasajeros para que el coste del desplazamiento fuese rentable. Finalmente, el dinero no ha sido un impedimento y hemos podido venir con nuestros compañeros de clase, familiares, amigos... Todo sea por el Antequera», detalla Pablo. El fútbol sala manda... hasta cierto punto. Este viernes hay nueva jornada lectiva que no pueden saltarse. Aunque si les dan a elegir, tampoco hay dudas. «Prefiero que mi equipo gane la Copa antes que sacar un 14 en Selectividad. Ya habrá más oportunidades para entrar en la universidad», bromean. Esperemos que IDEAL no caiga en manos de sus padres.