Sufrimiento para pasar a la segunda ronda

El Real Jaén, de inicio, quiso ser protagonista. Presionando arriba y buscando adueñarse del esférico. El estilo no se negocia ni en una final, pero el ímpetu se difuminó muy pronto. Los blancos disfrutaron del primer saque de esquina, sin consecuencias.

Manolo Herrero puso en liza su once tipo con la inclusión de Pedro Fernández en el centro de la zaga en lugar de Pablo de Castro. El técnico iliturgitano apostó por la velocidad del joven defensa sub 23 natural de Mancha Real. Y en la portería, Solera fue el elegido para suplir a Javi Sánchez, sancionado con cuatro partidos tras ver la roja en el encuentro de ida.

Los jugadores blancos saltaron al terreno de juego de la mano del conjunto alevín que se ha proclamado campeón provincial. Además, Pedro Sánchez, del Restaurante Bagá, recientemente elegido el mejor de España y en el top-5 de Europa, realizó el saque de honor.

En los fondos, mensajes de ánimo. En el que ocupa 'The North Fans' se podía contemplar la figura de Higinio Vilches junto al escudo del conjunto blanco y en el de 'Orgullo Lagarto': «Desde el barro hasta la gloria». Una consigna que cobra mucho más sentido si tenemos en cuenta que el Real Jaén lleva penando ocho cursos en la quinta categoría del fútbol nacional.

Pero fue el bloque visitante el que dominó durante el primer cuarto de hora. Así, a los ocho minutos golpeó primero. Tras un saque de esquina, el rechazo le cayó a Carrillo que desde la frontal del área limpió de telarañas la escuadra de la portería defendida por Solera. La defensa blanca, demasiado atrás, dejó libre una zona que aprovechó el medio centro granadino. Los pases a la espalda de la defensa local, con la firma de Dani Benítez, estaban generando múltiples problemas a los jienenses. Utrilla mandó la pelota al lateral de la red.

El tanto motivó un cambio de esquema en el Real Jaén, con Migue García colocándose como extremo y una defensa de cuatro, en lugar de la línea de cinco, con Pedro Fernández ocupando el lateral zurdo. Juan Cámara buscó el empate con un disparo con pierna izquierda desde la frontal del área. La pelota se perdió alta.

Superado el ecuador del primer round, el Real Jaén estaba buscando la fórmula de revolucionar el choque. Tirando de corazón, a base de arreones, sin inquietar la portería defendida por Miguel de la Osa.

El CD Huétor Tájar estaba destilando un despliegue físico que limitaba a los jienenses en su creatividad al estar atados por un orden casi militar. Hasta ahora no estaba notando las dimensiones del coliseo blanco. Los pupilos dirigidos por Julio Catalá marcaban el ritmo del choque. Un fútbol primitivo, simple y complejo a la vez.

En el 35, tras un saque de esquina que remató de cabeza Espín, los locales reclamaron una posible mano en el área visitante. En la continuación de la acción, Agus remató de cabeza fuera.

Óscar Lozano, escorado, quiso colocar con pierna izquierda pero el esférico se marchó fuera. Había mejorado el Real Jaén, aunque era insuficiente para generar incertidumbre ante un Huétor Tájar muy sólido y bien plantado. Además, el colegiado permitía las constantes pérdidas de tiempo a la hora de poner la pelota en juego.

Una gran acción individual de Óscar Lozano por banda derecha no encontró rematador. La pelota atravesó el área pequeña sin que nadie la empujara a la jaula.

En el minuto 44 el colegiado señaló una pena máxima por agarrón a Mauro en el área por parte de Javi Pérez. Miguel de la Osa recibió una tarjeta amarilla por marcharse a la banda para recibir indicaciones sobre el lanzador. Adri le pegó muy mal, alto, en un ensayo de rugby. Tocaba seguir remando.

En las gradas, 7.048 espectadores, unos doscientos se desplazaron desde la localidad granadina a la capital jienense.

Un aficionado renueva su abono por una expectativa y por amor. Este deporte nunca deja de sorprender con su capacidad de renovar ilusiones. Tras la reanudación, Herrero modificó sus piezas. Sergio Rodríguez entró en lugar de Espín, con lo que Pedro Fernández recuperaba su puesto en el centro de la zaga. Se intensificó el dominio blanco y Óscar Lozano mandó el balón al palo izquierdo de la portería visitante.

Un disparo lejano de Benítez lo repelió Solera y en la segunda acción volvió a negar el gol al CD Huétor Tájar. En la continuación de la acción, la contra eléctrica de los blancos, acabó con Agus Alonso lamentándose porque no había logrado rematar el esférico como era su intención.

Cada vez que Dani Benítez tenía el esférico su equipo generaba fútbol. Además, el Real Jaén estaba empeñado en complicarse aún más la vida regalando pases al contrario. Agus Alonso daba muestras de estar visiblemente cansado.

El empate llegó en el minuto 78, en una jugada trabada en la que Fernando remató de cabeza una acción en la que Migue García ganó la mano a su par en el área para encarar al meta rival y elevar la pelota hacia la posición del delantero sevillano que solo tuvo que alojarla en el fondo de la red.

El Real Jaén seguía dando sustos a sus aficionados. Un mal despeje de Mauro acabó con el balón en poder de Carrillo que, a diferencia de en la acción de la primera mitad, no definió con precisión.

En la prórroga el cansancio nubló las ideas. En la primera solamente la depurada técnica individual que atesora en sus botas Óscar Lozano sirvió para generar una ocasión que Fernando no acertó a rematar.

Y en los últimos 15 minutos, Julio Catalá realizó tres cambios buscando oxigenar a su equipo. Óscar Lozano se volvió a topar con la madera en su búsqueda del gol. No encontró la llave que abre una puerta colosal.

El Huétor Tájar lo intentó, con los blancos pudiendo matar la eliminatoria a la contra y De la Osa subiendo a rematar varias acciones a balón parado. Pero no hubo más goles.