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Ángel Mendoza
Jaén
Viernes, 16 de mayo 2025, 22:16
Cuando se construye un equipo de fútbol hay que tener muy clara la columna vertebral y quiénes son tus líderes del vestuario. La pasada temporada, ... Rodri y Javi Lara lo empezaron siendo en el Linares, pero ambos salieron en navidades y el club le dio el brazalete a un hombre que llevaba cinco campañas como azulillo.
Hugo Díaz fue líder en el vestuario y en el verde. Va camino de cumplir 38 años, acabó contrato y tiene que valorar si prolonga un año más su vinculación con el Linares como futbolista profesional. El cuerpo aguanta, que es lo importante, pesa más lo mental, la sensación de haber logrado todo lo que podía ya en el fútbol y no quiere acabar siendo un jugador que termine semana tras semana en la grada. A tenor de lo visto hasta hace un mes, eso no va a pasar.
Hugo Díaz hizo balance de curso con IDEAL, sabiendo que «a nivel colectivo dejó un sabor agridulce, una temporada de dientes de sierra con muchos picos, con un buen arranque. Nos pusimos líderes, pero luego caímos en picado y se remontó la cosa en Navidad, pero se notó que no éramos un equipo llamado a hacer 'play off' porque teníamos muchos altibajos».
Eso en lo colectivo, pero en lo individual «sí que estoy muy contento porque pasé una lesión que coincidió con el peor momento del equipo. Me recuperé en Navidad y tuve una de las mejores vueltas de mi vida con 16 partidos jugados, 9 goles y participando en todo, además con goles importantes que sirvieron para sumar puntos. Sí que he terminado contento con mi año».
La lesión de Hugo Díaz coincidió con el comienzo de la debacle de los azulillos, les llevó a pisar zona de descenso a final de año, de la misma forma que su vuelta al campo supuso un renacer para el Linares, que incluso acabó soñando con el ascenso mientras las matemáticas lo permitieron.
«El equipo no cayó por mi ausencia, sí fue parte, pero coincidió también que los otros dos compañeros de la delantera no estaban bien porque Müller cayó lesionado y Palacín estuvo enfermo, perdió nueve kilos y también le afectó mucho el desastre de Valencia. Al final, Milla tuvo que poner de delantero a Escardó, que no es su posición. La gente piensa que mi lesión fue la clave, pero son más cosas. Sí que cuando volví me tocó tirar del carro hasta que la gente nueva se fue acoplando. Al final, lo jugué todo», valoró el delantero.
Hubo un momento clave en la temporada y fue cuando llegó Pedro Díaz, con el equipo hundido, el vestuario tocado, Rodri y Lara anuncian su salida, llega gente nueva que se tiene que adaptar al sistema, Hugo salía de lesión, media plantilla con gripe y, con la visita al Recreativo de Granada, se jugaban meterse en descenso directo o empezar a remontar el vuelo ante un rival que necesitaba tres puntos como el aire.
«Si no ganamos al Granada, no se hubiesen ganado los partidos de después, porque no estábamos preparados para competir en esas circunstancias. Pero el partido salió bien, incluso Michael que venía sin competir, fue alineado, y supimos competir, sufrir y ganar. Eso asentó más la filosofía del míster y empezamos a salir de abajo con esa inercia», recordó Hugo.
Sin Rodri y Lara, el de Almodóvar tuvo que asumir la capitanía de un vestuario extremadamente joven «y asumí muy bien esa responsabilidad, había que dar un paso al frente. Yo tengo 37 años y los siguientes ya tienen entre 22 y 25, salvo Rafa y Mauro. Creo que de haber seguido ellos o haber tenido un par de jugadores veteranos más, hubiésemos sacado esos seis o siete puntos más que nos faltaron para meternos arriba».
Hugo no lo dice por falta de calidad en los jóvenes, «es por esos momentos en los que tienes que saber competir, te lo dan los años. Después de ocho jornadas sin perder, parecía que ya estaba todo hecho, levantan el pie y nos caen tres derrotas consecutivas. El equipo no sabe por qué pierde. Cuando yo marcaba la primera ocasión, ganábamos. Si la fallaba, perdíamos. Algo fallaba».
Así que en ese momento donde parecía que podía repetirse lo de la primera vuelta, hubo cónclave de la plantilla y «nos reunimos en el vestuario, nos dijimos las verdades a la cara, se había bajado el pistón y había que poner mucho más en el campo para ganar. Vencimos los dos partidos siguientes, pero al empatar en La Línea, los números ya no nos llegaban, ni ganando a Villanovense y Xerez nos hubiésemos metido en 'play off'. Faltó más tensión, pero así es el proceso de aprendizaje de los jóvenes».
linares. Con la conversión a SAD, la llegada de una nueva dirección y gerencia, el juicio por las acciones y todo lo que ha rodeado este año al club, se puede decir que ha sido una temporada de transición, solo había que ver los fichajes que vinieron, la apuesta por muchos jóvenes de nómina baja y la falta de dos hombres de peso como Rodri y Lara que podían haber llegado cuando se liberó su nómina.
Ahora hay que construir un nuevo Linares que sí aspire al ascenso y el club cuenta con Hugo. «No sé si la decisión que tome será la correcta, quiero pensarlo por mi familia. El año fue duro, veníamos de un descenso donde mucha gente me llamó viejo y arrastrado, mi propia afición a la cara. Ellos no saben lo que pasa en un vestuario. La gente decía que tenía que retirarme», y sin embargo, ahora Linarejos clama por su continuidad.
«Ya sé que el fútbol es así, incongruente. Yo lo doy todo en el campo, me salga bien o mal, y como tengo ya 37 años, hay cosas que no me van a salir bien. Lo bonito es que en esta segunda vuelta sí me salía lo que yo quería hacer. Ahora no sé si viene un año bueno o malo, solo sé que por mi edad me toca estar ya para las segundas partes y he jugado 25 partidos, titular toda la segunda vuelta. Puede ser de los años que más he disfrutado de ver que me salían las cosas en el campo», reflexiona en voz alta midiendo pros y contras el cordobés.
Hugo sabe que el club le va a llamar para renovar «y Carlos Hita me dijo de hablar, me sentaré y lo pensaré con mi familia. La gente también tiene que entender que cumpliré 38 años pronto y que siempre voy a darlo todo, pero no siempre me va a salir bien. Con un descenso sí tenía claro que no me iba a retirar el verano pasado».
Si Pedro Díaz comentó que su renovación debería ir también vinculada a un proyecto ambicioso del Linares, en el caso de Hugo Díaz «no es vinculante, pero entiendo a Pedro, él quiere promocionar como entrenador y ascender al Linares, es lo mismo que buscaba Alberto González, y los entrenadores no pueden tirar a la diana con pistolas de agua. Mi decisión será más personal, llevo muchos años siendo titular siempre en Linares, creí que este año estaría para media hora y mira cómo ha salido la cosa. No me desagrada la idea de seguir otro año con el Linares en Segunda RFEF, en Tercera ni lo hubiese pensado».
Una última frase que no da lugar a más preguntas. Está claro, el club quiere que Hugo Díaz se quede y Hugo Díaz quiere quedarse, será por lo tanto cuestión de limar los flecos, encajar las cosas en casa para prolongar un curso más la retirada y que el ya legendario goleador azulillo cumpla su sexta y última campaña en Linarejos. Si él quiere, que lo mismo le sale otro año redondo en el campo y a ver quién jubila Don Antonio Luis.
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