La Copa vuelve a ser cruel con el Jaén FS

Fue una batalla despiadada, entre dos escuadras que ofrecieron un espectáculo mayúsculo. El duelo arrancó con una acción de estrategia que culminó Tomas Drahovsky en un disparo cruzado que desvió la zaga amarilla. Y un lanzamiento de Carlos Bartolomé que se quitó de encima Espíndola. Mordiendo Movistar Inter desde el pitido inicial, dueño del esférico.

Pero el que golpeó primero fue el Jaén Paraíso Interior. Por mediación de Carlos Sanz a los tres minutos de juego culminando una contra eléctrica, por banda izquierda, tras robo y sociedad letal con Lemine. Y el segundo pudo llegar en un mano a mano del argentino Mati Rosa que salvó el meta Jesús Herrero con su mano derecha.

Los lagartos estaban destilando una clara vocación ofensiva y Alberto Riquer decidió llamar a los suyos a capítulo buscando oxigenar sus ideas.

Reaccionó el bloque de Torrejón. Raya logró la igualada a los seis minutos culminando una gran acción colectiva en la que se produjo un desajuste defensivo jienense.

Al ecuador del primer 'round' se llegó con una parada de mucho mérito de Espíndola con Chaguinha como protagonista. El encuentro mantenía su intensidad pero tornó algo más encorsetado en defensa.

Ahora, a falta de algo más de siete minutos para llegar al descanso, era Dani Rodríguez el que apostaba por un tiempo muerto.

Los colegiados señalaron una pena máxima en área jienense que transformó Drahovsky en el minuto 14 (2-1).

Espíndola puso un ladrillo más en su habitual muro salvando una contra de Bebe. Y la grada echaba mano del socorrido «¡sí se puede!». En el otro área, Alan Brandi se fabricó una ocasión de la nada, a la media vuelta, pero Jesús Herrero le tapó todos los huecos existentes. Movistar Inter entró en el bonus fatídico de las cinco faltas muy tarde, con solo 26 segundos por disputarse. Dos mostraba el marcador amarillo.

La Marea Amarilla quiso terminar el primer tiempo coreando el himno del equipo. Y Espíndola, en el último suspiro, evitó con el pie el tercero.

Al descanso no había jugado ni un solo segundo un pelotero fundamental en el esquema del arquitecto Dani Rodríguez como Renato. El internacional por España forzó en el último partido liguero ante Xota y se resintió de sus problemas físicos. Se sumó a las ausencias de Franklin, Antoniazzi y Fernando Trindade.

En las gradas, que no se llenaron al ser jornada laborable, mayoría de hinchas amarillos. Seguidores desplazados desde la capital y distintas localidades de la provincia jienense.

El duelo se reanudó con un balón a la madera de Raúl Gómez. Y, en el otro área, un pie salvador de Jesús Herrero ante la diabólica media vuelta de Alan Brandi.

Chaguinha metió los dedos en la herida amarilla en el 23 en una acción en la que Attos acabó introduciéndo el esférico en su portería. Un gol que abrió una puerta colosal en un encuentro que se revolucionó. Dani Zurdo se topó con Jesús Herrero en una contra con la que quería acortar distancias en el marcador. Una mano indirecta en el área madrileña y un incesante bombardeo amarillo que no obtuvo premio.

Con 13.24 por jugarse, Movistar Inter contaba con cuatro faltas en su casillero, por dos de los de la capital jienense.

Entonces se asociaron Lemine, Joao Salla, con una pisada tan precisa como preciosa, y un Carlos Sanz inspirado en la faceta realizadora (3-2). Y en la defensiva, todo un titán.

Otra mano de Herrero, después de que Lemine robara el esférico, evitó el empate.

Sin embargo, fueron los amarillos los que entraron en el bonus fatídico de las cinco faltas cuando el partido encaraba su último cuarto. Rodríguez pidió un tiempo muerto.

Carlos Espíndola insufló oxígeno al Jaén FS salvando el cuarto ante Cecilio. En la siguiente acción fue el palo el que repelió el balón de Raya, tras contra iniciada por Chaguinha.

Espíndola también quiso sumarse al festival ofensivo. Le respondió Herrero, que sacó un pie salvador en una acción individual de Dani Zurdo. Pudo y mereció ser el empate.

Entró en bonus Movistar con 3.05 para el final. Algunos jugadores amarillos estaban sufriendo los efectos del enorme desgaste físico. Y con 2.34, Míchel saltó a la cancha como portero-jugador. Precisamente, el jienense recibió una falta, innecesaria, porque estaba pegado a la banda de Raya. Joao Salla cogió la responsabilidad desde los diez metros. Pese a los intentos de Bebe, que fue amonestado, por incordiar, no falló. Partido nuevo.

Pero un balón en largo buscando a Carlos Sanz al que salió a tapar Herrero finalizó con la señalización de una falta en el intento del venezolano de chilena. Los jienenses reclamaron revisión, sin fortuna. Javi Mínguez estrelló el balón en la madera.

Lucao sacó las jugadas prohibidas y puso en apuros a una defensa jienense, que con calambres y en los últimos 40 segundos, evitó el tanto de Inter.

Riquer pidió un tiempo muerto y apostó por tener la última pelota con portero jugador. Carlos Bartolomé culminó el ataque marcando el cuarto. Crueldad máxima a falta de once segundos.

El último ataque jienense no culminó en nada positivo. No existe terremoto ni huracán amable.