Ferran Torres y Lamine Yamal celebran uno de los cuatro goles. Efe
Jornada 13

El Barça recupera su ADN

Los azulgranas, en su regreso al Camp Nou, volvieron a ser efectivos en la presión y un martillo en el área rival

Daniel Panero

Domingo, 23 de noviembre 2025, 15:10

El Barcelona va camino de ser lo que un día fue. Y eso no es poca cosa. El conjunto que dirige Hansi Flick exhibió ante el Athletic ... en el regreso al Camp Nou todo el ramillete de cualidades que llevó al equipo azulgrana a ser uno de los más temidos del fútbol europeo la temporada pasada. La presión adelantada sometió al Athletic en todo momento y la eficacia goleadora, que ya estuvo presente en Balaídos antes del parón, volvió a quedar de manifiesto. Es el regreso de un Barça que poco a poco está más cerca de lo que quiere Flick.

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Y es que hace un mes el Barça parecía un equipo irreconocible. Las derrotas contra el Paris Saint Germain, el Sevilla y el Real Madrid habían puesto de manifiesto un cambio demasiado drástico en el fútbol del equipo del técnico alemán. Los culés perdían el balón en zonas intermedias, no eran capaces de ajustar la presión en campo contrario y el equipo permanentemente quedaba desprotegido de cara a las transiciones del rival. El diagnóstico era claro. El Barça había perdido las herramientas que le permitían someter al equipo rival y a partir de ahí todo eran problemas. Se vio en Brujas en un ida y vuelta que pudo caer de los dos lados y ese partido sirvió de punto de inflexión en el grupo.

Ante el Celta, el equipo concedió más de la cuenta pero tuvo fases del partido en las que consiguió encerrar al equipo de Giráldez y fue contra el Athletic cuando definitivamente se pudo ver una mejor versión. «Estoy muy contento de haber jugado a este nivel y haber marcado cuatro goles. Todo fue bien porque controlamos el partido y metimos los goles en los momentos oportunos. Era también muy importante no encajar goles. Esta es la forma de jugar», afirmó un satisfecho Flick nada más concluir el choque.

Su alegría era total después del primer partido redondo en mucho tiempo. El Barça llevaba dos meses sin dejar la portería a cero, desde que lo hiciera contra el Getafe el 21 de septiembre (3-0), y llevaba también mucho tiempo sin poder contar con piezas básicas como Joan García o Raphinha, dos jugadores que se espera que sean importantes. El brasileño tuvo apenas diez minutos, pero los azulgranas no le echaron de menos gracias a la movilidad de todos los jugadores del frente de ataque. No estaban Pedri, Frenkie de Jong, ni Rashford, pero Dani Olmo mostró mucho sacrificio y velocidad en la circulación en la parcela ancha y Fermín, Eric García y Ferran Torres fueron definitivos a la hora de asfixiar al rival tras pérdida. Esa fue la gran diferencia respecto a compromisos anteriores de un Barça que regresó al Camp Nou con un lavado de cara tras el que se puede intuir retazos del equipo feroz del pasado curso.

El estadio ayuda

Toda esta mejoría se ha de poner en cuarentena al tratarse de un día especial. El Barça exhibió su mejor versión, pero pudo hacerlo condicionado por un escenario que invitaba a un esfuerzo extra y por un rival acongojado ante la fiesta del Camp Nou. Los azulgranas tenían motivos para buscar que la fiesta sea redonda y ahora deben refrendar esas buenas sensaciones en un mes de competición que será frenético con partidos de altura como las visitas a Stamford Bridge, La Cartuja ante el Betis o el Estadio de La Cerámica y recibiendo a cocos como el Atlético de Madrid. El Barça mejora, pero ha de ser el primer paso para volver a ser el equipo que fue. 

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