El Covirán obra el milagro de la ACB

Protagonistas de la hazaña fueron la experiencia y chispa de Rousselle, Malik Dime con su energía y potencia en la pintura, y el finés Elias Valtonen, providencial con un gorro a Brussino que cerró el aro del todo al rival. La garra fue más decisiva que la técnica en otro reto salvado por el Covirán. Otra página para la historia del deporte de la canasta granadina con final feliz.

Episodio de una nueva gesta. Y, cómo no, con máximo sufrimiento. El sino que hace que el baloncesto se disfrute en Granada todavía más por ello, ciudad donde todo es posible. También, por supuesto, la ACB.

El Covirán repitió una salvación agónica en la Liga Endesa como en la temporada anterior. El equipo granadino llevó al límite la emoción y el sufrimiento, pudiendo asegurar la permanencia con anterioridad en la visita del Río Breogán al Palacio de los Deportes, pero tuvo que esperar a que el Gran Canaria cayera en la cancha granadina en la última jornada, para que sea el Monbus Obradoiro de Santiago de Compostela el que acompañe al Zunder Palencia en su retorno a la LEB Oro.

A diferencia de la campaña anterior, en la que el Covirán también necesitó vencer al Joventut en la última jornada en un pabellón nazarí a rebosar y que fue una olla a presión como frente a los grancanarios, esta vez a la formación de Pablo Pin le bastó con superar a su rival en el cierre de la competición y no esperar a otro resultado que la ayudara a mantenerse, como fue la derrota del Real Betis con el Real Madrid en el Wizink Center, que además se produjo en los instantes finales con marcador ajustado y que pudo voltear un tiro de tres del dominicano Jean Montero.

Mientras, los granadinos, que ya habían cumplido en su pista, esperaban al desenlace del partido de los sevillanos en pleno parqué, minutos tras los que se desató la euforia. Al no tener que estar atentos a otra cancha, los granadinos mostraron máxima concentración mientras que el Gran Canaria sí dependió de terceros para conocer su puesto final en la liga regular y que, por tanto, determina su cruce en los cuartos de final por el título liguero.

Pablo Pin apostó por un quinteto oficial con la inclusión de Elias Valtonen en vez de Pere Tomàs, con Costa al timón, Kramer, de dos, y los pívots Cheatham y Felicio. Por su parte, Jaka Lakovic apostó por Albicy, Kljajic, Brussino, Shurna y Happ.

El Covirán empezó con el claro propósito de lanzar de triple y a la tercera llegó el de Kramer: 3-2. Cuatro minutos consumidos y solo 3-4, dos encestes de Happ. Valtonen de tres para el 6-4, canasta a cuentagotas. Penetración y antideportiva anulada a Kramer, luces y sombras. 8-7.

Un primer cuarto bastante igualado, pero con fallos defensivos que dejaron al Gran Canaria acercarse demasiado al aro. Rousselle asumió la batuta en los instantes finales. Empate a 17 que rompió Dime en el tiro libre tras rebote ofensivo. 19-17.

La tensión se notó en el Covirán, que protesta mucho a los árbitros, el Gran Canaria estuvo más tranquilo. Malik Dime colocó un gran tapón pero falló cerca del aro de forma clamorosa por no hacer el mate. 21-22. Los nervios se acusaron y con la primera escapada del Gran Canaria tras triple de Pelos y 21-28 llegó el tiempo muerto de Pin.

El atasco ofensivo con dos puntos en cinco minutos hace mella, 21-32 peligroso. El Covirán solo supo tirar de tres, no prolongan jugadas ni penetran. Defensa zonal de Pin para flotar a Albicy como la temporada pasada, ese curso salió bien. Solo Kramer pisó la pintura, el resto de los locales jugó por fuera. 28-39 al descanso.

El Gran Canaria circuló muy bien el balón en el ataque, hasta opciones liberadas y cómodas de lanzamiento, dos triples en el inicio del tercer cuarto abrieron un hueco ya muy grande, 29-45, con 16 puntos abajo. Tiempo muerto de Pin y se mascó la tragedia a 13 minutos de la bocina.

El nerviosismo se apoderó de los jugadores granadinos, sus principales baluartes ofensivos Cheatham y Costa estuvieron atenazados, con tres y dos puntos. Y Felicio tuvo que retornar al banquillo con frecuencia por su escaso físico. La LEB Oro espera. La impotencia fue absoluta.

Reacción por la garra de Wiley hasta el 43-51. Rousselle provocó un giro con su dinamismo, triple de Valtonen, empate a 51, remontada de 16 puntos. Todo es posible en Granada. 53-53, final del tercer cuarto. Hubo vida. El ritmo que impuso el base galo fue clave para la remontada, con enceste de Valtonen que adelantó a los granadinos al 55-53, con parcial de 20-0 a favor tras mate de Dime y 57-53.

Rousselle se sacó la magia de su chistera, asistencia al senegalés y dos más uno, triple del francés, 63-53. Se fue Jonathan y el Gran Canaria se colocó a cuatro puntos: 66-62. Tiempo de Pin. 66-64, regresaron los nervios.

El entrenador granadino hizo regresar a 'Jo' a la pista, le ayudaron en el manejo del balón Costa y Bamforth. Otro milagro estuvo servido. Kramer se lesionó, Valtonen, también, lo que no le impidió poner un tapón a Brussino determinante cuando el Covirán dominó ya en el marcador y amarró la permanencia. Habrá tercera temporada consecutiva en la Liga Endesa.

Covirán Granada (19+9+25+21): Costa (7), Kramer (7), Valtonen (12), Cheatham (13), Felicio (2) -cinco inicial- Rousselle (13), Bamforth (5), Tomás (0), Wiley (6), Dimé (9), Iriarte (0).

Dreamland Gran Canaria (17+22+14+14): Albicy (4), Brussino (11), Kjajic (7), Shurna (6), Happ (4) -cinco inicial- Slaugther (7), Bassas (3), Salvó (3), Pelos (8), Lammers (14).

Árbitros: Carlos Peruga, Luis Miguel Castillo y Cristóbal Sánchez. Sin eliminados.

Parciales: 19-17, 9-22 (28-39, descanso), 25-14 (53-53) y 21-14 (74-67, final).

Incidencias: Partido de la jornada 34 de la Liga Endesa, la última, disputado en el Palacio Municipal de los Deportes de Granada ante 8.336 espectadores, según el club. Lleno.