Unicaja Costa de Almería ya sabe el camino hacia la final tras un partidazo

El partido recuerda los muchos duelos vividos entre ambos equipos a lo largo de los años. Hoy, precisamente, se cumplen 34 años de la 'primera final' entre ambos equipos porque era ganar o caer a una categoría inferior que felizmente se recuperó con la ampliación de la categoría. El 18 de marzo de 1990, en el Pabellón del Colegio San José, se veían las caras Cajasoria y Cajalmería en el tercer partido de la final por no descender, tras haber ganado el equipo almeriense el primer partido, el 10 de marzo en el Florido, y ganar el equipo soriano el día 17. Era ganar o morir, más allá de lo que se decidiría meses después en Madrid.

Intenso triunfo

El sábado se vivió un partido como si no hubiera un mañana por la intención de conquistar la segunda plaza por parte de dos equipos que llegaron al final separados por un punto y ganar era tener el factor cancha hasta semifinales, si se pasa la primera ronda, en la que sí tenían esa 'ventaja'. Sin embargo, para Unicaja Costa de Almería existe la 'desventaja' de vérselas con un equipo que le ha puesto las cosas duras en los dos enfrentamientos celebrados esta temporada porque Léleman Conqueridor fue el primero en sacar un set del Moisés Ruiz, en el primer partido de Liga, y uno de los cuatro que le ha ganado esta temporada, en Benicalop Sur, donde empezará la serie. «Un rival que nos costó la vida ganarle en casa y que no le ganamos en su casa», apuntó Carlos Carreño al respecto del cruce. Pero sacó otra lectura. «Creo que es un rival perfecto porque despierta nuestros sentidos y porque no hay nada mejor que luchar contra un rival, en este caso, que te ha ganado y creo que te despierta esa sensación de que o entrenamos bien, trabajamos bien, jugamos bien tácticamente y jugamos al cien por cien como contra Soria porque si no será muy difícil pasar la eliminatoria».

Y es que el duelo supuso un duelo complicadísimo para los blanquiverdes por la 'voluntad' de un Grupo Herce Soria que basó su rendimiento en la aportación de sus puntas, el opuesto brasileño Bruno Cunha y los receptores Pepe Villalba y Adrián Olalla, que atacaron 92 de los 109 balones, con Villalba en una cifra más lejos del 50% en la que sí estuvieron sus dos compañeros. Unicaja fue más versátil, por la 'apreciación' de Bertassoni, que buscó a sus atacantes de punta en 81 de los 108 balones de ataque, pero fijó con Borja y Jorge Fernández dándole 'de comer' en 25. Domenech y Flores atacaron diez balones menos.

Carreño se mostró satisfecho «a un alto nivel, pensando que o hacíamos doce puntos -ganando a Melilla, Cisneros, Teruel y Soria- o no conseguíamos esta segunda plaza que todo el mundo quería». El último fue para él «un partido bonito por muchas razones. Primero por el rival, por la calidad del rival y por cómo ha jugado, por el ambiente en las gradas, que ya se nota ese calor y el ambiente de los partidos importantes, por cómo estaba la pista porque jugar con este suelo favorece al espectáculo. Creo que es un partido muy bonito para ver, el que lo quiera ver repetido me parece que es un partido espectacular, un partido con muchas situaciones técnicas y tácticas de los dos equipos jugando, para mí, un alto nivel».

Defensa

El técnico blanquiverde daba la enhorabuena a sus jugadores porque, tal y como advertía «cuando Soria se ha puesto duro, de nuevo han sacado esa garra», pero más aún por hacer algo que «en otros partidos nos ha costado mucho como la defensa fuera del cuerpo en la que insisto mucho, después de la Copa del Rey, que era un trabajo extra que teníamos que hacer. Hemos metido como cuerpo técnico parte de entrenamiento para alentar esa defensa fuera del cuerpo, pero al final pienso que son los chicos los que tienen que intentar lucharla y creo que es lo mejor que hemos hecho en este partido, la defensa en la segunda línea y el orden de bloqueo».

Luego está en rendimiento en ataque, con el 63% y el 49% de Víctor Rodríguez y Matt Neaves, pero también Fran Ruiz por el 30%, porque su error llegó cuando no eran puntos decisivos. Cuando debió 'hilar fino' tiró del 'carro'. De todas formas, Neaves recupera su mejor versión. «Ambiciosos somos siempre y la idea no cambia y el objetivo no cambia, que es luchar hasta el final y jugar y pelear hasta el final. El caso de Matt, después de la Copa tuvo el proceso gastrointestinal que le perjudicó mucho, le quitó mucha energía y que está recuperando valores físicos y ya los últimos dos o tres días se le notaba una buena condición física y lo está demostrando, con cierta descordinación por la falta de entrenamientos y un poco de ritmo de entrenamiento porque en algunas situaciones él podría tener más control, pero siendo dominante».