El Unicaja Costa de Almería de las dudas hace acto de presencia

Salvo que se reaccione, se está en la misma situación en la presente temporada. Ayer el equipo adoleció de un 'matador'. Alaka'i Todd parece que no va a regresar, porque desde Navidad ha tenido tiempo para hacerlo, pero no ha vuelto y la participación de un sustituto parece el rosario de la aurora. No va a terminar nunca. Ante un rival, en teoría inferior, la inferioridad fue propia, sin saber gestionar ni las ventajas ni, por supuesto, cuando el marcador se puso en contra. Del mismo modo que las remontadas no van con ellos porque remontar se consigue cuando lograr ponerte por delante y eso el equipo almeriense no logró hacerlo en ningún momento. Toca esperar una victoria que meta al equipo donde debe, por historia.

Pésima gestión

Comenzó el partido con Jorge Fernández en el saque y con bloqueo de Borja Ruiz entre dos errores de ataque de los locales, ambos de Grossi por el centro, para el 0-3. Al buen arranque siguió la respuesta grancanaria para nivelar la contienda, respondiendo Juanmi con sus primeros puntos para devolver la delantera (3-5). Se estaba bien en saque, con buena lectura de bloqueo y actitud defensiva, pero Grupo Rafael Afonso se situó por vez primera por delante (7-6), anulando Charly Jiménez el peligro con un bloqueo a fuego. El equipo ahorrador, firme, otra vez dio un tirón en el tanteo, punto de Tarrazo para el 7-10.

Jorge Fernández volvió a levantar el muro y el 7-11 llevó a Rodríguez a solicitar el primer tiempo muerto. Siguió avanzando el cuadro ahorrador con calma, fiel a su sistema y sobre todo a la confianza ganada en las últimas jornadas, intentando sostener los arreones que el rival imprimía en la búsqueda de la remontada (de 10-14 a 15-16 y tiempo de Ruiz). El saque directo de Juanmi para el 15-18 fue respondido por Chema Jiménez con otro (17-18) y hubo un pulso final muy ajustado, con los locales por delante gracias a Grossi –23-21 y tiempo ahorrador–. Mal gestionado el cuerpo a cuerpo, se cedió por 25-22.

Fuera demasiado pronto

Había faltado 'instinto matador' cuando se pudo sentenciar y se pagó caro, con incógnita sobre el encaje mental que se iba a tener. El segundo set se inició con 0-2 y bloqueo de Aleix Tarrazo, rápidamente anulado por los locales. Se marchó en igualdad hasta el 7-5 y el 9-6, Prades como ejecutor entre la incomodidad blanquiverde si poder llegar al bloqueo. Fue de modo claro el momento delicado que se confirmó con un ace de Grossi y tiempo almeriense en el 12-8. Un punto después saltó Motos a la cancha, pero San Roque iba lanzado –15-8 y otro tiempo de Pablo Ruiz– y se confirmó lo temido después del final del anterior set.

Tocó sufrir ante la consistencia local, anotó un gran primer tiempo Borja Ruiz y después Tarrazo, pero con una desventaja demasiado grande y con problemas para poner el balón en tierra. Los errores de saque grancanarios eran la única concesión en una fluidez muy grande para anotar por parte de los de Rodríguez (20-14). Diverchy hizo suyo el partido, mientras que Unicaja Costa de Almería intentó engancharse desde el saque de Jorge, lo que leyó el técnico local pidiendo tiempo (21-17). Fue efectivo, puesto que la manga otra vez se quedó de su lado por 25-19 con finta de Diverchy, el mejor de su equipo.

Sin reacción

El tercer set tuvo un inicio diferente a los anteriores, con los locales mandando (3-0), de nuevo con el saque de Grossi haciendo daño. Cortó la sangría Juanmi González, pero no estaba el cuadro almeriense (5-1), con serios problemas para controlar el saque grancanario –6-1 con punto de saque de Pinto, que siguió a lo suyo hasta el 9-1 y tiempo de Pablo Ruiz–. La intensidad hacia la victoria de los de Alberto Rodríguez también implicó defensa, si bien dio respiro Jorge Fernández con una finta (9-2). El equipo totalmente parado estaba encajando un duro correctivo (11-2), muy lejos de su buena imagen en el 15-18 del primer set.

Diverchy se siguió luciendo en finta ante un conjunto ahorrador que estuvo fuera del todo y con una desventaja creciente a medida que se acercaba el final de un decepcionante encuentro (16-5). Ante una exhibición de Grupo Rafael Afonso San Roque, minutos para Andrés Filip, que anotó el 21-12 y que cuando se fue al saque provocó la 'revolución' y lo que nadie esperaba, un 23-22 con ace incluido desde un 23-13 y, además, contraataque no aprovechado con el que se podría haber empatado el set, algo increíble visto lo visto. No era el día y hasta ese tren inesperado se escapó para consumarse la pesadilla.