Unicaja Almería, frente a frente a su historia de ayer y hoy

Se cruzan en todo un templo del voleibol nacional como es el Centro Insular de Deportes de Las Palmas de Gran Canaria, la friolera de 41 títulos nacionales, sumando los 29 ahorradores, cartel suficientemente atractivo ya de por si como para recibir el foco del deporte nacional hoy sábado a las 19.00h, horario peninsular. Partícipes de ello serán dos colegiados también de experiencia, el granadino Enrique Romero y la balear María Gloria Souto, sin que se haya dado dato alguno sobre si habrá o no público en la grada del citado recinto insular, donde Unicaja Almería ganó sus dos primeros títulos de Superliga. El recinto ya abrió sus puertas al voley tres semanas atrás, pero sin el 'amarillo caliente' propio de esa grada y en esa ocasión no se pudo producir el reencuentro entre dos adversarios gigantes del pasado reciente. Manolo Berenguel, protagonista sobre pista de aquellos partidazos como también lo fue el local Sergio Miguel Camarero, ha manifestado que «mejor», porque así se tendrá el honor de compartir el 'reestreno' oficial de un gran club como es el cuadro presidido por un histórico como Juan Ruiz.

Pero más allá de que haya pasado una docena de años desde que no se miden, o mucho más desde que comenzaron las 'hostilidades' entre ambos, con una primera final 'compartida' de la Liga en 1993 que se anotaron los grancanarios, hay un morbo añadido, envuelto en sensaciones extrañas. No es negativo decir que Guaguas ha tomado como arquetipo para su regreso, supliendo a quien a su vez lo sustituyó, el gran Vecindario, a Unicaja Almería. De hecho, cuatro, y no hace falta recordar que en voley hay seis en pista, son los jugadores que el club canarión ha fichado desde el club blanquiverde de la pasada temporada. Son Alejandro Fernández, Guilherme Hage, Jorge Almansa y Pablo Kukartsev, que además no están 'solos' respecto a lo del pasado ahorrador, puesto que dos más de la actual plantilla dirigida por Sergio Camarero pasaron dos temporadas en Almería, como es el caso de Moisés Cézar o de Gustavo Delgado, que incluso fue capitán blanquiverde.

Cuatro, más tres, más ocho, más una y más dos, más tres, salen 21 temporadas de verde entre todos, muchas coincidentes. Con 6 jugadores tan queridos al corazón ahorrador, cuatro de ellos tan recientes, uno gran capitán del club, como Jorge Almansa, está claro que la parte anímica debería ser tenida en cuenta cuando comience a volar el balón. Se conocen todos muy bien, en los dos sentidos en los que circula el esférico sobre la red, algo que ojalá que no atenace y se ofrezca el espectáculo esperado. Sobre pista, puede, según determinen los técnicos, que se junten hasta cinco hombres, ahí es nada, del histórico triplete almeriense, el líbero Alejandro Fernández, los receptores Jorge Almansa y Guilherme Hage y el central Moisés Cézar, en el lado local, y el líbero Mario Ferrera tan sólo en el lado visitante. Hacer combinaciones con todos los nombres de las dos plantillas es un placer para todos los amantes del voleibol y en muchas de ellas sale el orgullo blanquiverde. Algo se habrá hecho bien durante todo este tiempo atrás.

Guaguas superó con facilidad al recién ascendido Boiro en pista gallega en su inicio oficial, con un equipo titular que lo jugó todo compuesto por los cuatro ex del Unicaja del año pasado, más Moisés Cézar, ex del Unicaja de hace cuatro años, más dos de sus fichajes 'estrella', el colocador brasileño Renan Bertassoni, de 35 años y 35 toneladas de calidad, y el central norteamericano Matthew Knigge, llegado de Lugo. Además de ellos, sólo pisó cancha Stefano Nassini, sevillano fichado desde Ibiza, y no disputaron ni un punto ni el receptor Gustavo Delgado ni el resto de hombres que se han mantenido de Vecindario, el colocador Javier Sánchez, el central Manu de Carvalho y el opuesto Luca Biliato. En todo caso, el plantel de este gran equipo se ha completado esta misma semana con el anuncio del regreso de otro histórico, de Ruimán Artiles, que puede actuar como líbero o como cuatro.

Los tanteos de ese partido lo situaron como líder durante unas horas, hasta que el domingo le arrebató el puesto el Río Duero Soria, mientras que Unicaja Almería no pudo optar al mismo cuando parecía que lo tenía en la mano, dada la solvencia con la que iba doblegando a Arenal Emevé en los dos primeros sets. Un atasco en el tercero no permitió estar en lo más alto, pero no impidió sumar los tres puntos ante un bloque que va creciendo poco a poco, que por ahora está acelerando con motor diésel, ese que le dará para llegar lejos, seguro, esta temporada. Como las prisas dicen que no son buenas consejeras, no hay preocupación en el seno de la casa ahorradora ante el hecho de que no se termina de jugar todo lo bien que se entrena, sabedores de que esa etapa llegará más pronto que tarde y sobre todo cuando más falta haga. Y el duelo de este sábado está cargado de simbolismo, de emociones y de recuerdos, pero no deja de ser la jornada segunda de un campeonato más largo que nunca, de 26 partidos en su fase regular cargados de trampas.