Mario Ospina se impone a 'El Gallo' y se proclama campeón del peso mosca
El bilbaíno amargó la velada al boxeo almeriense al noquear en el quinto asalto a José Manuel Hernández
Víctor Arrufat
Almería
Domingo, 20 de agosto 2023, 14:31
Con la conciencia tranquila de aquel que no pudo dar más por regalar una alegría a los suyos, pero con el amargo sabor de la ... derrota todavía en la boca, los ojos de José Manuel Hernández, popularmente conocido como 'El Gallo', brillaron más que cualquier cinturón. El púgil almeriense reflejó el rostro del niño a punto de hacer realidad sus sueños y envidiaba desde su lado más pasional a su rival, que un metro a su derecha sintió como su mano se alzó hasta el firmamento. Almería, que estaba preparada para celebrar la gesta del local, retumbó en aplausos de agradecimiento y reconocimiento a dos boxeadores que se dejaron hasta el último suspiro en el ring por el Campeonato de España del peso mosca. Un solitario 'Súper' Mario Ospina se metió en el bolsillo al respetable, que sufrió y disfrutó de su redonda actuación y asistió a su majestuosa coronación como el nuevo monarca de la división.
46 años después la provincia volvió a ser la capital del noble arte con un evento que grabó en las retinas de las 700 almas allí presentes una saga de combates inigualable. El Frontón del Andarax se llenó hasta la bandera para demostrar que la disciplina está más viva que nunca. Las ilusiones de José Manuel Hernández se convirtieron en las de todos los almerienses, que fantasearon con ver a uno de los suyos en las mejores plazas del viejo continente paseando su cinto y poniendo en lo más alto el nombre de su tierra. 'El Gallo', que era número siete de España con un balance de 6-1, se encaró contra la dureza vasca hecha persona, Mario Ospina, que en la séptima posición del ranking se presentó invicto a su novena velada.
Con los nervios a flor de piel y tras una noche de ensueño para la disciplina, la cartelera principal entró en acción con una puesta en escena a la altura de las grandes noches. En los hombros de los contendientes al título pesaron las luces de los focos y las cientos de miradas, expectantes por saborear el plato principal. La atmósfera fue inmejorable y bien que lo sintió el anfitrión, que en el primer sonar de la campana se lanzó a por el centro del ring. Cuatro meses de preparación llevaron al límite a José Manuel Hernández, táctico y refinado en los compases iniciales. Los primeros puntos fueron para él, mandón y orgulloso. Sin embargo, entre la euforia y los chispazos del intercambio de golpes constantes Ospina cambió de signo del combate con un despiadado impacto en el hígado que dobló por la mitad a 'El Gallo'.
Nada volvió a ser igual. La campana salvó al almeriense, que tendido en la lona fue consciente de que enfrente tenía a una máquina indestructible. Y es que de nada le valió el meritorio arranque, si las cartulinas le hicieron perdedor, y no por poco, del primero de los asaltos. Derrumbado psicológicamente y con las fuerzas diezmadas los siguientes minutos dejaron solo en el ring al peleador vasco, que flotó como una mariposa, picó como una abeja y convirtió el combate en un monólogo. Las manos curvas de 'Súper' Mario sorteaban la guardia de José Manuel Hernández, sometido en la media distancia y sin reacción al torbellino que lo arrastró a las profundidades del océano.
Con todo en contra y en la cuerda floja, 'El Gallo' se llenó de orgullo. Era su gran noche y nada ni nadie le iban a privar de su momento de gloria. Cuando ya empezaba a caer el silencio entre los espectadores, el almeriense puso su corazón en el centro del cuadrilátero y sorprendió a Ospina, que perplejo observó cómo su víctima resucitó en un ejercicio sobrehumano. En el tercer asalto se congeló el tiempo, le tocaba bailar a José Manuel Hernández y disfrutar a Almería. El boxeo sonreía ante semejante ejercicio técnico, había combate.
Las combinaciones del local encendieron a un público que se temía lo peor, y que multiplicó el esfuerzo de su púgil que en el cuarto compás seguía su recital. El paso por las esquinas dio oxígeno y firmeza a 'El Gallo' que se lo empezaba a creer. Al igual que en el inicio del combate, su reloj marcaba el ritmo de golpeo y sus brazos dominaban la distancia en las guardias. De nuevo, con el control en los guantes del púgil del Club Almería Boxing, el guión del combate tenía preparado el enésimo volantazo. Mario Ospina, que soportó el derroche de su rival e hizo de sus peores instantes una etapa de transición, sacó a pasear su mano de hierro.
Un crochet de derecha hizo caer por segunda vez a José Manuel Hernández, que desde el suelo sentía como el ahínco previo quedó en nada. El ánimo y las energías bajaron a sus mínimos, y la pegada del boxeador vasco se transformó en la llave que abría la puerta a la eternidad. No se demoró mucho más el desenlace de la división del peso mosca. En el quinto y definitivo capítulo los golpes pesados de Ospina fundían la luz del almeriense, que con una dura combinación se apagó para no volverse a encender. En cinco asaltos subidos a una montaña rusa, los presentes en el Frontón del Andarax se bajaron con sabor agridulce de esta atracción de feria hecha combate. Uno de los suyos perdió una oportunidad de oro para escribir su nombre en la historia del boxeo español, aunque confía en que el cinturón del peso mosca sea uno de esos trenes que no solo pase una vez. En la esquina rival, 'Súper' Mario escribió en letras de oro su nombre como el sexto campeón español del peso mosca. De la reputada escuela de Txutxi del Valle desde su primer día como amateur, el bilbaíno hizo retumbar en aplausos de reconocimiento a un auditorio indálico que supo apreciar el talento y encajar la derrota.
Previamente, Almería ya rugió celebrando la victoria de Salvador Barón. El penúltimo enfrentamiento de la velada se convirtió también en el más emotivo. Después de más un año parado por una intervención quirúrgica en la nariz que le ha lastrado mucho en su desarrollo profesional, 'El Rey Gitano' regresó al cuadrilátero para medirse con el veterano venezolano afincado en España, Sandro Hernández.
En líneas generales, Barón dominó la contienda y ganó por decisión unánime. La pelea se tiñó del rojiblanco almeriense en su plenitud y solo un susto en el tercer asalto pusieron en peligro el triunfo del local. La victoria fue el punto álgido de una jornada en la que el noble arte se erigió como el plato fuerte de la programación deportiva de la Feria 2023.
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