Inagroup El Ejido se vuelve a desconectar

Enfrente, tuvieron a un Atlético Mengíbar presuntamente inferior. Con un objetivo bien diferente, los locales resistieron y supieron sufrir para seguir alejándose de la zona roja. Con la salvación entre ceja y ceja, el equipo de la provincia de Jaén se hizo fuerte en el Pabellón Municipal Sebastián Moya Lorca pese a que el partido no le fue de cara en prácticamente ningún momento. Pero supieron aguantar, apretar los dientes y no perdonar sus oportunidades. Aprovecharon las vidas extra que les dieron.

Con todo ello, los visitantes empezaron el partido mandando y demostrando su evidente superioridad técnica en campo contrario. Sin prisas y con las ideas claras, José Escrich dio rienda suelta al talento con un atrevido plan. Al entrenador valenciano no le pesó la presión ambiental y mantuvo su arriesgada propuesta combinativa en la que aglomera el máximo número de jugadores en las cercanías de la meta rival. En los primeros compases el Inagroup empezó a merodear el gol. En un acto instintivo, oliendo sangre, los celestes empezaron a atacar con el portero-jugador y los resultados no se hicieron esperar. En la primera jugada en superioridad, David Señoret sacó la varita mágica con un lanzamiento lejano y no perdonó el tiempo y el espacio que le dio la defensa.

La buena atmósfera marcada por la afición local se calmó por completo y el Mengíbar desapareció del partido, dejando que el conjunto ejidense diera un monólogo durante un amplio tramo de la primera parte. Con toda la maquinaria ofensiva en funcionamiento el héroe de la primera parte fue Cristián, el portero jienense, que igualó las fuerzas e impidió que su equipo quedara a una distancia insalvable. En busca de cambiar la dinámica, el entrenador local apostó por el juego de cinco, pero la fortuna le fue esquiva. Un saque rápido de Beto dejó solo ante el peligro a Josu Mendive, que perdonó en primera instancia para que Juanan fusilara la red en el rechace. Pese a las dudas sobre su disponibilidad, el ariete celeste sumó su undécima diana de la temporada y se consagró como el máximo goleador de la categoría. El intento de reacción quedó en nada y el partido se marchó 0-2 a vestuarios.

Como si hubieran cambiado a los protagonistas, la primera mitad no tuvo nada que ver con la segunda. El dominio visitante se borró al completo y el equipo de casa se iba viniendo arriba a base de trabajo y esfuerzos extra. Más por empuje que por claridad, Miguel Ángel Ureña recortó distancias con un gol trabado por un defensa. Con el partido a tiro, el Mengíbar destapó el tarro de las esencias y empezaron a salir sus jugadores de mayor calidad. Luque puso la clase durante la recta final y el empate se sintió inevitable. El Club Deportivo El Ejido estuvo totalmente desconectado en el momento en el que se reparten los puntos y una genialidad de Dani Martín, regaló a Carlos Puerma el 2-2. El que avisa no es traidor.

En los cuatro minutos restantes, con el rival y su afición en pleno estado de efervescencia, los de José Escrich firmaron con sangre el reparto de puntos. Los celestes sufrieron de lo lindo para aferrar un punto e incluso se les detuvo el corazón con una ocasión final de Ureña que pudo suponer la debacle. De cualquier modo, empate para seguir navegando en la mediocridad.