El Ejido Futsal reina en la locura y vence a Melistar

Desde el pitido inicial, el descontrol y el intercambio de golpes se sucedió en el Pabellón de Deportes de El Ejido. No se guardó nada el conjunto de Melilla, que aprovechó un mal primer ataque de los locales para perforar las mallas de Jesús Gómez en su primera posesión. Menos de un minuto le bastó a Wallace para borrar la igualdad en el marcador. Sin embargo, la respuesta fue inmediata y Beto volvió a igualar la contienda apenas un minuto más tarde. El arranque tan solo fue un fiel preludio de todo lo que sucedió luego.

La suerte no les sonreía a los de la provincia de Almería, que no demostraron esa enorme efectividad que se les presupone y lo terminaron pagando caro. En un abrir y cerrar de ojos, del 2-1 pasaron al 1-2. El Melistar sacó rédito de su juego de cinco y Pablo González, se encontró a medio camino del gol con la fortuna para volver a adelantar a los suyos. Con todo ello, los de José Escrich transmitían muy buenas sensaciones y, de nuevo con Beto como realizador, las consagraron de inmediato. A partir de aquí llegaron los mejores minutos de El Ejido Futsal, que se adelantó por primera vez en todo el choque gracias a un zurdazo de Juanan. Y más que pudieron caer. No fue el día de cara a puerta, especialmente para David Señoret, que erró un tanto cantado desde el punto de doble penalti. Y lo que pudo ser un partido cómodo, volvió a enredarse.

Al borde del paso por vestuarios Iván Fernández firmó el 3-3 con un disparo desde fuera del área, todo un guantazo psicológico que dejó tocados a los de José Escrich. En la segunda parte el partido se pondría todavía más cuesta arriba, con la expulsión del portero Manolo tras una entrada excesiva y el posterior 3-4 en inferioridad. Todo salía mal y la diferencia entre ambos equipos no se traducía en el marcador.

En esta situación de emergencia, José Escrich fue con todo a por el triunfo y arriesgó con David Señoret como portero-jugador. Desde entonces, se encendió la bombilla en el ataque ejidense y Josu empató en la recta final. Pero todavía llegarían más curvas, y es que el jugador cedido por el Osasuna se convertiría en el héroe de un partido en el que reinó la locura, anotando el gol de la victoria a falta de 23 segundos.