Berenguel, tajante con Unicaja Costa de Almería: «estamos muertos»

Así, lo que queda hasta la Copa del Rey, que se resolverá del 23 al 26 de febrero en Soria, se torna en un camino lleno de trabas, pero de obligaciones, con partidos en los que crecer, pero en los que también estará en juego disputar el playoff por el título –está con un punto de ventaja sobre Conectabalear Manacor que debe visitar el Moisés Ruiz–, para lo que, según su opinión, es necesario que «salgan las cosas y cojan motivación –los jugadores–, se lo crean y sean más valientes». De ese modo, el técnico concluyó señalando que «podríamos resurgir porque estamos muertos».

Los números del partido del pasado sábado arrojan un deficitario rendimiento que empieza por el error –no se pueden conceder 32 puntos por errores al rival porque es más de un set perdido–. Mal en ataque, con un 42% de efectividad, 10 ataques fallados y 11 bloqueos encajados, el rendimiento al saque habla de un punto cada 51,5 intentos o, más aún, un puto hecho por cada 9 fallados –en alta competición se valora 1 por cada cuatro– y una recepción que impide jugar por otra vía que no sea por las puntas.

Ante tal 'reflejo' del rendimiento, Berenguel se mostró duro. «A mí no me gusta lo que veo. Así de claro lo digo. Seguimos en la misma línea. Sigo pensando que gran culpa la tiene la forma de afrontar los problemas, mentalmente, porque el equipo físicamente está bien, con lesiones y demás, entrena bien, una vez más. Hay veces que sí, veces que no, con altibajos, porque es muy difícil que estén todos al cien por cien, pero volvemos a situaciones de competición», explicó. En esa faceta «el equipo, cuando se ve con el agua al cuello, no funciona y es una jornada más».

Valoraba positivamente el triunfo por lo que supone, pero despreciando la forma. «Nos viene muy bien ganar anímicamente, que hemos tenido capacidad de lucha y es digno de admirar, pero a mí no me gusta lo que veo. Hay jugadores que están en ataque con números desastrosos. Los números finales de ataque son desastrosos y con eso no vamos a ningún lado». Sensaciones que se alargan en el tiempo porque «es una jornada más que se repite y ni hay continuidad en el saque, desorden en bloqueo-defensa, cuando lo entrenamos, y cuando lo hacemos hay veces que lo entrenamos y muy bien. Sin embargo, hay desajustes…». Lo que sí puso en valor fue el rendimiento de Jorge Fernández porque «sin haber entrenado durante seis semanas, en la séptima que se pruebe y que se sume al ataque y bloqueo es digno de admirar y lo destacaría».

Con eso, llega un crudo febrero que puede salir bien, pero con dos frentes abiertos, el de la Copa, por lo que los próximos partidos darían de cara a rescatar sensaciones, pero sobre todo porque en esas citas, ante rivales menos difíciles, deben suponer certificar el ingreso en los playoffs por el título. «Tenemos un problema serio con nosotros mismos. Nuestro peor enemigo somos nosotros mismos. Es digno de admirar que estábamos muertos y que sacamos el partido, pero a partir de ahora me da rabia decir que es nuestra Liga. Me sigo negando a asumir esto porque nuestros rivales que vienen ahora son más asequibles».

Apuntó hacia Palma. «También era un equipo más asequible, le habíamos ganado 0-3 en su casa y ahora 3-1 y con un resultado ajustadísimo. Hay que hacérselo mirar, que es lo que llevamos haciéndolo durante muchísimo tiempo y no hay manera y lo estamos intentando todo. Me consta que la gran mayoría lo están intentando todo, no sé si al cien por cien o no. Todos dicen que sí, pero no sé si realmente habría que, incluso a mí, me pueden ver más cabizbajo por la situación y darme un toque de atención porque soy autocrítico y me pregunto que si seré yo. Los jugadores, lo mismo». Al respecto de la plantilla consideró que «hay jugadores que pueden pensar que están dando el 100% y no es así. Lo importante es clasificarse para los playoffs, seguir cogiendo sensaciones buenas para los cuartos de final de la Copa del Rey y seguir creyendo en esta plantilla porque estos jugadores son los elegidos en este equipo y el día que salgan las cosas y cojan motivación, se lo crean y sean más valientes, podríamos resurgir porque estamos muertos», sentenció.