Trabajos a 50 metros de altura en la Catedral de Granada
Los operarios que están montando el colosal andamio, desde el que se abordará la restauración, alcanzan ya el último cuerpo
Si da vértigo mirar desde abajo, imagínese hacerlo desde 50 metros de altura. Los trabajos de instalación del enorme andamio que cubrirá la torre de ... la Catedral de Granada continúan con el ensamblaje del último tramo, el correspondiente al campanario. Son muchos los curiosos que se detienen en la plaza de las Pasiegas para observar cómo se manejan ahí arriba los operarios especializados de Montajes y Andamios Colma, la empresa que se está encargando del montaje de este enorme armazón de hierro que forrará por completo la atalaya -hasta 57 metros- y desde el que se abordará la restauración que acometerá el obispado en los próximos meses.
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El inicio de las obras, previsto para este mes, es el último paso de un proceso que se inició en 2017, cuando los arquitectos Pedro Salmerón y Diego Garzón ultimaron el proyecto. Los elementos pétreos de esta joya del patrimonio granadino están tocados. Tanto es así que, a raíz de las inspecciones previas a la Semana Santa, se apreció incluso riesgo de desprendimiento, por lo que el Obispado optó por la colocación de una estructura para que los viandantes pudieran transitar con protección por la calle Cárcel Baja.
La torre de la Catedral de Granada, que no está terminada por problemas de sostenibilidad -hubiera alcanzado los 81 metros-, se divide en tres cuerpos, cada uno con un estilo arquitectónico diferente. El primero fue iniciado por Diego de Siloé hasta 1564, cuando la dirección de obra fue tomada por Juan de Maeda, quien optó por el orden dórico. El segundo y el tercero son jónico y corintio. La construcción culminó en 1589. Todo el conjunto es de planta cuadrada con incorporación de elementos ornamentales como ménsulas y cartelas. Entre 1592 y 1602 se llevaron a cabo labores de consolidación mediante el desmonte de bóvedas.
Han pasado ya quinientos años desde aquel momento histórico en que Antonio de Rojas Manrique, arzobispo de Granada y patriarca de las Indias Occidentales, colocaba la primera piedra de la Catedral de Granada con toda la solemnidad. Cinco siglos en los que el templo diseñado por Diego de Siloé ha aguantado, con vigor, los embates de los elementos. A pesar de ello, la acción del clima, los terremotos y la contaminación atmosférica sí que están pasando factura al monumento, que requiere de un programa de inversiones que garantice su perfecto estado de salud en el largo y sobre todo en el larguísimo plazo. Esta primera tendrá un coste de unos 2,5 millones de euros, según dijo Pedro Salmerón.
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