Javier Olivares: «Fernando Marías y yo fuimos hermanos de armas»

El primer ganador de este premio ha sido Javier Olivares (Madrid, 1964), Premio Nacional de Cómic por 'Las Meninas' en 2015, que colaboró con Marías en numerosos proyectos, cosechando una amistad sincera desde el primer día. Olivares, que acaba de publicar 'La guerra de los mundos' (Astiberri, 2022), una vuelta de tuerca a la historia de H. G. Wells, repasa la «agridulce» experiencia en Granada, que fue, ante todo, una ovación para su amigo.

–Fernando Marías era su amigo.

–Conocí a Fernando hace quince años. Nos caímos bien. Años después me llamó porque quería ilustrar 'El silencio se mueve'. A partir de esa conexión nos convertimos en hermanos de armas, inseparables a nivel cultural y colaboradores en un montón de aventuras. Teníamos muchos proyectos pendientes… Y alguno de ellos saldrá a la luz.

–¿Qué sintió al recibir el premio?

–Una mezcla extraña entre alegría y pena a la vez. Estoy muy orgulloso y muy honrado, pero también triste por la circunstancia en la que me lo dan. Él ya no está y el premio viene teñido de tristeza. Es muy agridulce.

–Su último cómic, 'La guerra de los mundos', aporta una nueva perspectiva. ¿De qué habla?

–Todo empezó porque Astiberri decidió recuperar 'El extraño caso del Doctor Jekyll y Mister Hyde', el primer cómic que hicimos Santiago García y yo. Fue una adaptación canónica del libro y a Santiago se le ocurrió adaptar otra historia clásica, pero desde otra óptica. La idea del libro es darle la vuelta al argumento, una cosa muy sencilla como idea: no son los marcianos los que invaden, somos los terrestres los que vamos. Y eso cambia completamente el sentido del libro. Es una reflexión en cuatro capítulos de lo que significa una invasión, de cómo la cultura que se impone a otra acaba modificando la cultura y a ti.

–Tiene una lectura muy actual, con Ucrania.

–Sí, fue casualidad. La guerra estalló cuando trabajábamos en el cómic. Al poco nos dimos cuenta que 'Cólera' era un libro sobre los que hacen la guerra y este es de los que la padecen.

–La idea de cambiar la perspectiva es muy poderosa, ojalá lo hiciéramos más a menudo.

–Pero es que nadie lo acepta. Lo vemos en redes sociales todos los días, cuando atacan a otros. Si fuera al revés ¿cómo sería la reacción? Nadie hace esa reflexión porque caerían los argumentos uno detrás de otro. Se echan en cara cosas que si te hicieran a ti te sentaría fatal. Vivimos en una sociedad crispada porque nadie se pone en el lugar del otro.

–Mire lo que ha pasado con Moses Ingram, actriz de 'Obi–Wan Kenobi', que está recibiendo un odio terrible por ser negra y mujer en 'Star Wars'.

–Hay gente que cree que todo tiene que ser como ha sido siempre. Pero es así porque alguien lo inventó. Es una ficción. Asusta que haya gente que se enfade por eso, por una ficción. Imagina cómo se pondrán por casos más reales. Entonces es cuando ves las guerras como algo posible y te asustas. Una conquista social se cobra la vida de mucha gente durante muchos años; un político tarde un día en derogar algo que ha necesitado 30 años para conseguirse. Eso también asusta. 'La guerra de los mundos' refleja esas preocupaciones.

–Su nombre, Javier Olivares. ¿Cuántas veces le han confundido con el guionista?

–El otro día, un medio puso la noticia del premio en Gravite con una foto del otro Javier (ríe). Me pasa todo el rato y a él también. A mí me escriben para hablar del 'Ministerio del Tiempo' y a él sobre mis cómics. Es una maldición.

–¿Se conocen en persona?

–Sí, nos conocimos justo antes de que se estrenara 'El Ministerio del Tiempo'. Me contó la idea de los viajes en el tiempo y yo le di 'Las Meninas'. Los dos saltamos a la fama al mismo tiempo, él por la serie y yo por el Premio Nacional. Y los dos con Velázquez como personaje de ficción.

–Hace un año exacto, por Gravite, entrevisté al otro Olivares.

–¡Es cierto! Estuvo aquí, sí. Vivimos paralelos. Si es que somos el meme de Spider–Man. Una vez incluso hicimos una charla que titulamos 'Quién es Javier Olivares'.

–¿Qué tal por Granada?

–Me encanta la ciudad, es una ciudad en la que me escapo. Es un gustazo cada vez que vengo. Empecé a venir en los 90 y aquí tengo grandes amigos: Joaquín López Cruces, Paco Quirós, Rubén Garrido, Sergio García…

–Ha nombrado a cuatro, pero es que en Granada tenemos un ejército de autores de cómics. ¿A qué cree que se debe?

–Ni idea. Puede que tenga ver que en un momento dado hubo un grupo de artistas que crearon la Granada de papel. Gente que creó un movimiento e influenciaron a los más jóvenes. El cómic forma parte de Granada y Granada crea lectores que luego se convierten en dibujantes.

–Bueno, lectores en general, parece que en España no muchos…

–España no es de los países que más lee, desde luego. Aquí se publica muchísimo, pero no se lee tanto. Quiero pensar que es una cosa que va cambiando y que cada vez hay un número mayor de lectores.