Los pollitos de la Vega de Granada

El abuelo era agricultor, en la Vega. «Los veranos me soltaban allí y eso, para un chaval, tres meses al año, marca para siempre», dice Chema. Y aquellos eran, recuerda, unos veranos más salvajes: había más bichos, las acequias estaba limpias, los higos de media mañana... Esa poderosa y viva estampa latía en los 90 mientras él estudiaba en la Escuela de Artes y Oficios y, claro, cuando estaba encerrado en Madrid, en la agencia de publicidad en la que trabajó varios años. Volver a la Vega se convirtió en una necesidad vital, como la del naufrago que añora tierra firme. «Y aquí estamos –dice Chema, retrepado cómodamente en su estudio, con el fresco de la mañana cruzando por las ventanas abiertas, con un rumor lejano de agua, verdes y cultivos–, en la Vega».

Chema García vive con Olga de Castro (Granada, 1972), su pareja y también artista, en una bonita casa de pueblo. Desde allí crean cómics, dibujos e historias que viajan por todo el mundo. Ambos tienen una gran experiencia ilustrando libros infantiles que, me juego un pie, seguro han pasado por su casa: las colecciones de 'Barco de Vapor' y 'Duende Verde', antologías de clásicos, libros de texto... Todo con grandes editoriales como Santillana, SM y, claro, Anaya. «Le mandé a un editor de Anaya la posibilidad de dar protagonismo a unos personajes, Los Pollitos, que eran secundarios de lujo en otros libros que yo había ilustrado», explica Chema.

Aquel fue el primer viaje de Lana, Lolo, Lúa, Lía, Leo y Lilo. Los seis pollitos traviesos iban apretaditos en un correo electrónico cargado de páginas y borradores con aventuras frescas y divertidas. En cuanto que el editor miró a esos grandes y entrañables ojos con patas, la respuesta no tardó en llegar: «Sí, me dijeron, que sí, que los lanzaban».

Una pequeña bola de nieve empieza a girar. Gira y gira y gira tanto que termina convirtiéndose en una enorme apisonadora helada que se traga, uno a uno, a los pequeños pollitos. Entonces, la bola sale volando y... ¡Pum! Este cuento ya está en las librerías de toda España, 'Los pollitos y la gran bola de nieve', al igual que 'Los pollitos en el colegio' y 'Los pollitos en el espacio'.

Tres tomos en tapa dura y a todo color que harán las delicias de los más pequeños de la casa; tres historias tan entrañables como alocadas pensadas para que padres, abuelos y tíos disfruten al paso de hijos, nietos y sobrinos. «Parece que han gustado mucho –dice Chema–. De hecho, ya estamos trabajando en los tres próximos números que saldrán a lo largo del año».

Chema García trabaja en teatro, animación, cortos, cómics (suyos son, entre otros, los geniales 'Cortocuentos', con Borja Crespo) y cine. De hecho, él es uno de los artistas que han dado vida a la aplaudida cinta 'Buñuel en el laberinto de las tortugas'. También fue pintor de brocha gorda y camarero. Y abrió con Olga, en pleno centro de la ciudad, 'RondaPop', una tienda de arte digital por encargo que cerró «por las obras del Metro». Y una vez, incluso, fue el doble de manos de Santiago Segura en 'El Gran Vázquez' (Óscar Aibar, 2010). «'Los Pollitos' es una evolución de muchos años de creación. El dibujo es querer comunicarte y cuando decides que te quieres ganar la vida con esto, puedes hacerlo de mil formas. Yo he compaginado el oficio y el trabajo por encargo con mis inquietudes. Siempre se lo digo a los jóvenes:dejad 10 minutos al día para vosotros, no olvidéis vuestra propia creatividad. Al final terminarás haciendo algo. Contando algo».

Venga, corran.

Que los pollitos están botando.