Sergio Cobo, violonchelista

«Tocar en casa con la Orquesta de la Fundación Barenboim es un orgullo para mí»

El repertorio incluye la suite sinfónica 'Scheherezade', de Nikolái Rimski-Kórsakov, y una selección de movimientos de 'Romeo y Julieta', de Serguéi Prokófiev. Este concierto y el del 29 de diciembre en el Teatro de la Maestranza de Sevilla marcan el inicio de las celebraciones del 20º aniversario de la Fundación Barenboim-Said, que se desarrollará a lo largo de 2024.

–¿Cuándo ingresó en la Orquesta de la Fundación Barenboim-Said?

–En 2021. La fundación tiene la Academia de Estudios Orquestales y ahí das clases según tu especialidad una vez al mes con un profesor que es la leche, Pavel Gomziakov, ruso. En chelo estamos seis alumnos.

–¿Qué hay que hacer para entrar?

–Una prueba de acceso, enviar un vídeo y gustarle al profesor. Hay una lista de reserva por si alguien que pilla la plaza luego no puede o no le gusta.

–¿Dónde se hacen los ensayos?

–En Sevilla en la oficina de la fundación, una hora y media de clase cada uno al mes. Un mes puede caer en domingo y al siguiente, en lunes. Son ocho cursos, ocho clases. Aparte tenemos la formación de encuentro orquestal, del 20 al 30 de diciembre, dividida en dos fases. La primera, la preparación de la obra con el profesorado por instrumentos. Y la segunda, después de Navidad, la parte que hagamos con el director Petrenko.

–Formación de alto nivel, ¿no?

–Sí, el profesorado que viene es de las mejores orquestas del mundo. Veo a mis profesores y se me cae la baba al escucharlos, dar clase con ellos es impresionante.

–¿Cuánto tiempo pueden estar en la orquesta?

–Creo que hay límite de edad. No hay límite estipulado de cursos que puedas estar, que yo sepa.

–¿Hay más jienenses?

–Tengo un compañero de Linares que toca el oboe, Francisco Javier Ruiz Rivas. A veces para los encuentros de orquesta llaman a alguien de la reserva, ahí si conozco a más gente de Jaén.

–¿Qué le supone tocar en Jaén con esta orquesta?

–Para mí es un orgullo. La posibilidad que voy a tener de tocar en casa con una orquesta buena es casi única. Jaén no tiene orquesta propia y quitando la Joven Orquesta Nacional de España que ha venido este año, formaciones de este nivel vienen muy pocas, así que estoy contento de poder tocar con mis amigos en casa y con Petrenko como director.

–¿Qué le diría a quienes piensan que la música clásica es aburrida?

–Que le den una oportunidad. Quien no conozca la música clásica o la tome por aburrida creo que no sabe muy bien lo que está diciendo, pero porque nunca ha podido vivir lo que es verla en directo. Los músicos lo damos todo en el escenario y eso se nota al escucharla. La atmósfera que podemos llegar a crear es impresionante. Tengo amigos que nunca habían escuchado música clásica en directo; el curso pasado di un concierto en el Infanta de solista y mis amigos salieron flipados. Además, el repertorio que tocaremos el 30 de diciembre no es estrictamente clásico ni aburrido: 'Scheherezade' y 'Romeo y Julieta'.