Los sones de la Noche en Blanco inundan de color y tradición olivarera la capital
Cultura ·
Desde las siete de la tarde varios enclaves de la ciudad se convirtieron en escenario de música, danza y exposiciones hasta las dos de la mañanaSeguir los pasos de la Noche en Blanco en la capital de Jaén era buscar la música y dejarse guiar por esta. Desde la tradición ... de pastiras con Lola Torres en la Lonja de la Diputación de Jaén, a la Banda Municipal en el Salón Mudéjar, jazz en el Archivo Histórico y flamenco en La Magdalena, con danza en los Baños del Naranjo. Bastaba con recorrer las calles de la ciudad para escuchar algunas notas y que estas guiaran de un punto a otro, con batucada en La Merced, sin olvidar las exposiciones abiertas, además del Archivo o los Baños Árabes, en la Escuela de Arte José Nogué. Desde las siete de la tarde hasta las dos de la madrugada, con el cierre de El Niño Erizo como teloneros en la Plaza de Santa María de Los Arrabaleros, y montones de jienenses disfrutando de cada instante.
En una agradable noche, también se sumaron el alcalde de Jaén, Julio Millán, junto al concejal de Cultura, José Manuel Higueras, y el rector de la Universidad de Jaén, Juan Gómez, quienes participaron en la apertura de la Noche en Blanco. En el acto también se contó con la presencia, entre otros, de la vicepresidenta tercera de la Diputación, África Colomo, el diputado de Turismo, Francisco Javier Lozano, el delegado de Turismo de la Junta de Andalucía, José Ayala, la responsable de la Uned en Jaén, María Luisa Grande, y el gerente de la Fundación Caja Rural, Luis Jesús García-Lomas Poussibet.
Hay que recordar que es una iniciativa de la Universidad de Jaén en la que colabora el Ayuntamiento de Jaén, entre otras administraciones como la Diputación de Jaén o la Junta de Andalucía. Así, el alcalde destacó «el despliegue cultural, creativo y la apuesta por la gastronomía y la tradición oleícola de la ciudad».
De hecho, este año el eje central es la cultura tradicional jienense y el olivar. Es más, enfrente de la Diputación, con la actuación de las pastiras, un olivar se alzaba en el centro, donde se han cantado versos de la recogida de la aceituna, de la fiesta del pueblo tras la campaña y de la alegría del baile.
En total fueron más de 60 actividades que se desplegaron por distintos puntos de la ciudad, especialmente en su casco antiguo, bajo el título 'Ciudad Olivarera'.
Así se destacó el trabajo para sumar a esta edición una decena de eventos promovidos desde el Patronato de Cultura y Turismo por el casco antiguo. El Consistorio organizó 'Bailando Los Baños del Naranjo', con Danza Jaén, Raquel Damas y Nerea García Escuela de Danza haciendo coincidir las actuaciones de estas artistas con la exposición de 'Las Bailarinas de Tamayo'.
Además de recibir visitantes junto a otros equipamientos abiertos como el salón Mudéjar y el Arco de San Lorenzo, los Baños del Naranjo también fueron testigos del Mural-Collage colaborativo sobre la mujer y el Olivar by Blu PaiPai, una oportunidad para interactuar con el arte de forma más proactiva. Sin olvidar la actuación, entre otros, de El Niño Erizo como teloneros en la Plaza de Santa María de Los Arrabaleros.
Asimismo, la agrupación musical Blanco Nájera actuó en la Lonja del Infanta Leonor con 'Canto a Jaén', y la Banda de Jaén ofreció dos pases de su concierto de la Noche en Blanco en el patio del Salón Mudéjar.
El Patronato de Cultura invitó a las empresas culturales situadas en el casco antiguo a participar, a modo de jornadas de puertas abiertas, entre ellas El Tabanco, Alika Move Lab, la Academia de los Hermanos Carrillo y Galería Sin Nombre. También la sede Sabetay de la Universidad Popular Municipal permaneció abierta con una exhibición de los talleres que se imparten en este centro, como otro método de acercamiento a la ciudadanía en una noche tan especial como la celebrada ayer.
Una oportunidad única para ver los enclaves culturales más destacados de la capital con el anochecer, en un horario poco habitual y acompañamiento musical. Más de uno comentó un «nunca había estado aquí», y es que fue la excusa perfecta, en una agradable noche de veintipico grados y sin nubes, para recorrer desde el Archivo Histórico, el patio de la iglesia de La Magdalena o visitar el interior de la Catedral con guías especializados.
Un año más, cerró el acto con éxito de asistencia, calles llenas e ilusión por retomar la normalidad que la pandemia arrebató. Ilusión que se suma para los preparativos de la edición del año próximo, ya demandado por los jienenses, encantados con esta.
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