Miguelito 'Uvicas', pregonero del Carnaval de Jaén

«El pregón del Carnaval simulará un viaje en tren de Cádiz a Jaén»

–La primera pregunta es mera curiosidad. ¿De dónde viene lo de 'Uvicas'?

–De un mote que me pusieron en Quesada. Yo de pequeño era muy travieso y mi madre, para que me entretuviera por las tardes, me puso a cuidar la parra de un vecino. Este hombre vivía fuera y un día llamó por teléfono a mi casa para decirme que si me apetecía comerme alguna uva, podía hacerlo. Y yo le respondí: no, si ya me he comido toda la parra.

–¿Cómo va a enfocar el pregón?

–Quiero hacer algo diferente. Para mí es un orgullo que me llamen después de que haya dado el pregón gente tan grande como El Canijo de Carmona o la comparsa de Los Majaras. Cantaremos coplas inéditas que se han compuesto para ese día. Tendrá un toque canallesco y rebelde, sin perder el rollo de nuestra chirigota (Vuelvo de gira con Bob Dylan).

–¿Qué temas abordarán sobre el escenario del Darymelia?

–La idea es simular un viaje en tren desde Cádiz a Jaén, donde contaré también la historia de cómo acabé en Cádiz. Siempre digo que mi vida es como el río Guadalquivir, porque nace en mi pueblo, Quesada, y muere en Cádiz. No faltará la crítica.

–¿De quién le viene su pasión por el Carnaval?

–De mi madre, que era una fanática de la chirigota con la que yo salgo ahora (la del Cascana) y de Juan Carlos Aragón. Y este año, como dato curioso, mi chirigota sale disfrazada de Juan Carlos Aragón. Hay una historia bonita detrás.

–¿Sí? Cuéntela.

–Esas chirigotas sonaban todos los días en mi casa. Un sábado de Carnaval fue mi madre a Cádiz y como sabía que me gustaba tanto, me compró un libreto donde venían las letras y demás. Por detrás había un número de teléfono, así que llamé. Yo era chico. Lo cogió el Cascana y le dije que era fan suyo. Le impactó mucho que alguien de fuera de Cádiz mostrara ese interés por una chirigota que no era comercial, así que me invitó a ir. La primera vez fui con mis padres, luego mantuvimos el contacto por internet y me animó a irme a Cádiz. Me fui para allá con 17 años, a lo loco; al principio estuve viviendo en una peña que tenía él al lado de la playa de La Caleta. Me pegué un año allí a lo bohemio total hasta que conseguí salir ya en su chirigota. Al final acabé cumpliendo mi sueño de llegar a la final con ellos en varias ocasiones. Esto es como al que le gusta el fútbol y acaba jugando en el Real Madrid.

–¿Tenía alguna chirigota en Quesada cuando era adolescente?

–Sí, un año saqué 'Besitos para todos', en la que íbamos disfrazados del cartero del pueblo, que solía besar a todo el mundo. De ahí el nombre. Luego vendría 'Los Alcapone y la música', en la que íbamos de dj. Lo que pasa es que por aquel entonces había poca afición en el pueblo.