La Plazuela en Consentidos: resignificando y bailando las raíces del flamenco

La Oficina de Turismo de Jaén acogió la impaciencia por recibir el riquísimo ajo blanco que Ana María de Cocinando entre Olivos había preparado. La empresa cultural 12 palmas comienza su actuación en Carrera de Jesús, con la catedral de fondo. La bonita estampa rinde homenaje al cajón flamenco, en el que se aprenden datos sobre su origen peruano y se exploran después las confluencias entre la percusión, el baile flamenco y su zapateado. El grupo con mayoría femenina reivindica la presencia de las mujeres en la práctica del cajón, e invita al público a dar palmas y jalear dentro de una compenetración rítmica casi perfecta.

Tras esto, hay expectación por escuchar a La Plazuela, un grupo que traza sinergias entre música electrónica, 'new funk' y flamenco. En este espacio del Tomillo, el Castillo de Santa Catalina y la Cruz se encuentran tras el escenario, que presencia por primera vez en Jaén el nuevo disco 'Roneo Funk Club'. Aquí se reunió un público diverso por la confluencia de géneros musicales, joven y disfrutón, por qué no decirlo así.

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'La Ida' y 'La Primerica Helá' son las canciones de apertura. Los músicos se muestran enérgicos, algo muy apreciable teniendo en cuenta las numerosas horas de carretera que habían hecho días atrás. Con 'Soueek', Nitro (Luis) nos comparte lo especial que es estar aquí, debido a su vinculación estrecha con Jaén. «¡Viva la sabiduría popular!», dice el Indio (Manuel) antes de cantar 'Mi Tarara', algo que da cuenta de la pasión que tienen por nuestras raíces andaluzas, recurriendo en sus letras al cancionero popular, alternadas con palabras sobre la fuerza y el amor que cada uno tenemos dentro. Escuchamos un solo de Nacho Morales a la guitarra en 'Placeta de la Charca', y muchos de los presentes cierran los ojillos por el gusto de escucharlo. También impresiona la destreza incansable de Javier Moreno, a la batería.

Tener a La Plazuela en Consentidos es un placer por el lugar que ocupan dentro de la contemporaneidad musical española y por lo abiertos que están a la reflexión sobre los nuevos caminos del flamenco, un género encerrado a veces en su concepto romántico y el miedo por perder la pureza de sus raíces. Con respecto a esto, considero que la raíz precisamente existe para que algo salga al sol, no para permanecer inmóvil. Por ello, dentro de una cultura musical participativa y con nuevas herramientas, La Plazuela es parte del agua que necesitan las raíces y hace que la música, no solo el flamenco, siga floreciendo.

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Después del concierto, la sesión DJ de Robzzz cura las ganas de seguir bailando con un afterparty lleno de mezclas limpias, bombos acelerados y remixes de Camela o Canelita. La energía colectiva desinhibe al público de Consentidos, y pervive incluso en los autobuses de vuelta con cantes y palmas hasta el final de esta noche calurosa.