El murciano Carlos Montero gana en Castellar el Certamen de Pintura Rápida

El segundo premio, 2.500 euros concedidos por Diputación a través del Plan Local de Actividades Culturales, fue para Abraham Pinto Mendoza, de Utrera (Sevilla); tercero, 1.500 de la empresa Moreno Muñoz 1948, para Blai Tomás Ibáñez, de Onteniente, (Valencia); cuarto, 1.000 de Mariscos Castellar, para Manuel Castillero Ramírez, de Córdoba; quinto, 1.000 de Aceites Francisco González y Aceites Guadalimar, para Raúl Sánchez Muñoz, de Segovia, y sexto, mil también de Óleo Castellar, para Miguel Ángel Medina Plaza, de Socuéllamos (Ciudad Real).

En total se entregaron, 29 premios, de los cuales 27 fueron para categoría nacional y 2 para pintores locales (Luis Alcázar Urda y Paola Preciado Vargas), además de galardones al mejor infantil local y nacional. Los 23.000 euros de dotación convierten al certamen castellariego en el más importante del país en esta modalidad pictórica. El hecho es relevante si se tiene en cuenta que la mayoría de los premios castellariegos son sufragados por empresas que no están al margen de la situación económica que todavía se arrastra.

El jurado, presidido por el alcalde José Mena y con el gestor cultural Lucas Toribio como secretario, estuvo integrado por José Ángel Montoro, profesor de artes plásticos y diseño; Marisa Isidro, artista; Diana Prados, pintora; Francisco Vicent, miembro de la Asociación Internacional de Críticos de Arte. y Miguel Ángel Mercado, restaurador y pintor. Aunque las bases admitían técnica libre la mayoría acudió al óleo, muy por delante de la acuarela, así como a técnicas mixtas que esta edición han dado una nueva vertiente visual y artística a las composiciones realizadas bajo el tema 'Castellar, paisajes, monumentos, calles y gentes'.

En la entrega de premios, que se realizó en el colegio público Román Crespo, el alcalde castellariego estuvo acompañado por la diputada de Cultura África Colomo, concejales de la corporación municipal, empresarios que sufragan los galardones y pintores de reconocido prestigio, quienes respaldaron con su presencia el esfuerzo que supone organizar un encuentro con la pintura de esta dimensión.

Durante el certamen, las calzadas y aceras, edificios y portales de casas estuvieron tomados no sólo por los pintores, sino también por sus acompañantes, familiares y amigos. Todos hicieron suyas las calles para seguir con admiración y curiosidad la actividad de unos pintores, que este año al fin, y a diferencia de ediciones precedentes, pudieron plasmar sus composiciones bajo un sol que en algunos momentos del día llegó a ser intenso. Este alto número de visitantes provocó que hoteles y hostales de la zona se encontraran a tope. De esta forma, se puede decir que Castellar es la capital cultural de la pintura rápida.