Un lienzo de Regoyos se suma a la colección de la Fundación Caja Rural

Luis Jesús García-Lomas Pousibet, gerente de la Fundación, y el asesor artístico Fernando Carnicero presentaron ayer esta obra fechada entre 1910 y 1911. Regoyos fue una de las figuras más importantes de la pintura española de finales del siglo XIX y principios del XX, entre otras razones por introducir el impresionismo y el arte moderno europeo en España tras su paso por Bélgica, tal y como apuntó García-Lomas Pousibet, quien destacó además la importancia de este cuadro en concreto al representar un paisaje de olivos, algo poco común en la obra del pintor asturiano.

En esa misma línea se manifestó Fernando Carnicero. «Regoyos pintó 'Cerro del Sol-Generalife' hacia el final de su carrera, una época en la que se afianza en esa búsqueda de una nueva expresión del paisaje y de la realidad por los medios más vanguardistas». Y es que en las primeras décadas del siglo XX llevó a cabo una representación del paisaje más luminosa y evocadora, de tono impresionista directamente relacionada con movimientos como el fauvismo, un tipo de expresionismo muy visible en este cuadro en particular, según Carnicero.

Se trata de una aportación «muy especial» porque además de profundizar en la representación del paisaje y del medio rural que persigue la colección de la Fundación, viene por parte de uno de los grandes nombres del siglo XIX y XX español. El asesor artístico recordó que hay muy pocas obras de Darío de Regoyos en colecciones públicas de Andalucía, tan solo una en el Museo de Bellas Artes de Granada de una vista de la Capilla Real realizada en la misma época de 'Cerro del Sol-Generalife', ambas fruto de su viaje por Granada.

«Es un autor difícil de encontrar por lo que nos alegra mucho tener aquí esta grandísima incorporación. Es un cuadro hipnotizador que te traslada a esa sensación de dar un paseo por el campo a plena luz del día, con esos reflejos del sol», concluyó Fernando Carnicero.