Juegos de rol en vivo para aprender historia en el Museo Íbero
Grandes y pequeños han disfrutado de actividades y pruebas donde han tomado el papel de personajes de la época para saber más de esta etapa
Jesús Jiménez
Jaén
Viernes, 16 de agosto 2024, 19:49
Los profesionales de la docencia tienen claro que la mejor forma de aprender para los menores es jugando. Es por ello que en los últimos ... años existe la tendencia de organizar actividades lúdicas con el fin de que los pequeños se diviertan y a la vez se les pueda transmitir conocimientos por los que con otra metodología no se interesarían.
Por este motivo el Museo Íbero de Jaén ha organizado hoy, a través del grupo Patrimonio y Educación, una jornada de rol en vivo. Las familias, tanto progenitores como pequeños, se han puesto en la piel de personas que vivieron en la época íbera, y para ello han interpretado a sus personajes y el oficio que les correspondía.
Alfonso Ramírez Contreras, educador del Patrimonio del Museo Íbero de Jaén, explica a IDEAL que el objetivo de la iniciativa era trasladar a los participantes a una época anterior y mostrar su realidad. «Queremos que vivan la experiencia de una época donde no había móviles, tecnología y lo manual era lo más importante».
Lo primero que tuvieron que hacer los participantes para poder ser aceptados en el poblado íbero fue vestirse con unas prendas de la época. «Estamos celebrando el equinoccio y no podéis entrar con esas vestimentas tan raras», les alertaba un guardia mientras les lanzaba unos vestidos de color rosado.
Una vez dentro del pueblo los participantes conocieron a múltiples artesanos de la época, tales como alfareros, artistas, o picapedreros, quienes detallaron las herramientas y técnicas que empleaban en la época. Para poder ayudar a estas personas, los jugadores han tenido que desplazarse por todo el Museo para recolectar información con la que resolver los retos que se les planteaban.
Suerte
No todo fueron actividades de ingenio. Retos relacionados con su capacidad para tejer o hacer cerámica también fueron puestos a prueba. Como todo juego de rol, las acciones no solo dependían de las habilidades, sino que la suerte jugó un papel fundamental a través de unos enormes dados de color azul, que decidían si los jugadores tenían éxito o fallaban en su cometido.
«Es un juego colaborativo, que no competitivo, por lo que todos tienen que cooperar si quieren superar los obstáculos. Hemos preparado seis finales, dos buenos, dos malos y el resto intermedios, y dependiendo de sus acciones llegarán a uno u a otro. Lo fundamental es que todo depende del trabajo en equipo, y a la vez que se divierte les inculcamos este valor tan importante», detalla el educador.
Como no podía ser de otro modo, también hubo momentos de bromas, muy relacionadas con las diferencias culturales entre ambas épocas. «¡Quieto ahí! ¿Cómo es que tienes una pierna metálica?» le preguntó un soldado íbero a un padre. «Es que he tenido un pequeño percance», replicó entre carcajadas mientras sujetaba una muleta.
Según explica Ramírez Contreras, el juego de rol ha sido una oportunidad perfecta para dinamizar la actividad cultural de la capital en agosto, cuando se reduce mucho la oferta. Para el educador en patrimonio es fundamental que las nuevas generaciones aprendan sobre la riqueza histórica de la provincia de Jaén, «que por suerte es muy abundante y tenemos mucho trabajo por delante que hacer para ponerlo en valor», afirmó.
«En realidad lo más importante es que se lo pasen bien. Son actividades que se desarrollan en verano, fuera de las aulas y con sus familias. Es una oportunidad única para que disfruten y guarden un recuerdo del Museo Íbero. Esto se lo llevan ya para toda la vida, y eso da sentido a nuestro trabajo», expresa educador del Patrimonio del Museo.
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