Juan Ramón Barbero Barrios: «Me gusta jugar a ser escritor»

A raíz de la ruptura con su grupo teatral, desencantado y obsesionado con el mito del eterno retorno y la idea de Milan Kundera sobre la imposibilidad de vivir más de una vida, planea visitar, acompañado de un íntimo amigo, a cinco personas a las que perdió de vista treinta años atrás para saber si sus vidas han sido más interesantes y fructíferas que la suya. Cinco vidas escondidas que modifican el juicio sobre la suya propia.

Bajo esta carcasa argumental, el autor introduce a través de los personajes temas como la amistad y sus texturas, el amor y sus misterios, los vericuetos de las relaciones amorosas, las elecciones vitales y su trascendencia, la contradicción latente entre lo que pensamos y cómo actuamos en el ámbito profesional y social, o los riesgos de mirar atrás. Pero también aborda temas de fondo como el precio de dejarse llevar por lo políticamente correcto, por las tendencias de pensamiento dominantes, por el relativismo moral y por el olvido de Dios.

Barbero Barrios vuelve a cruzar de nuevo la línea que separa el periodismo de la literatura con esta tercera novela que se suma a unas memorias periodísticas y un libro de viajes, 'Japón, punto y aparte: Crónica de un país en el límite de lo perfecto'. «Me gusta jugar a ser escritor», reconoce este periodista que encuentra en la ficción una vía de escape de la rutina diaria.

En 'Las vidas que no fueron' no falta la reflexión porque sus obras van más allá del entretenimiento y los personajes se posicionan. «Mis novelas tienen planteamientos filosóficos que invitan a reflexionar al lector. El propio Cecilio, por ejemplo, se planta contra las tendencias dominantes porque cree que es importante que haya una pluralidad real en los guiones de teatro. La reivindica y la pelea», expone el ubetense.

La novela incorpora un tono que si bien a veces resulta profundo y poético, está bañado de momentos de ironía e incluso humor. Según el autor, es de fácil lectura y cuenta con un lenguaje directo y accesible.

La pregunta de partida de este libro nos la hemos hecho todos alguna vez: ¿qué otras cosas pudimos hacer con nuestra vida? Cecilio Rosental, por ejemplo, pudo ser sacerdote misionero en Nicaragua, músico en Nueva York, el marido de una rica aristócrata. Pudo vivir en Nairobi con la mujer que más le enamoró o ser gestor cultural del teatro Colón de Buenos Aires, pero decidió ser actor en Sevilla.

En este punto, Juan Ramón Barbero Barrios expone que el ser humano es «poliédrico». «Se trata de una pregunta trampa porque nadie puede elegir la profesión perfecta o la vida perfecta, está claro, pero la literatura sirve para eso, para reflexionar», añade.

A la pregunta de si elegiría la profesión de periodista si volviera a nacer, responde que sí. Sus capacidades en el ámbito de la comunicación le llevaron a tomar este camino, una decisión que con los años ha visto que fue acertada: «Al principio uno tiene intuiciones, pero la satisfacción llega cuando realmente ha pasado el tiempo».

Tras el verano se anunciarán las fechas y los lugares para las presentaciones de 'Las vidas que no fueron'.