Una historia de amor de la mano de Hemingway Project
El espectáculo 'Claudia en diez canciones' se estrena el viernes 24 de octubre en el teatro Darymelia de Jaén
Giulietta Masina
Martes, 14 de octubre 2025, 21:32
El profesor de violín pensó una tarde que la manera de enganchar a sus jóvenes discípulos era que, además de a los compositores clásicos, tocasen ... adaptaciones de canciones de rock. Buscó para comprobar que no existían arreglos ni para instrumentos solistas ni para agrupaciones de cuerda. En solitario y por puro amor a la enseñanza y a la música dedicó horas a versionar a Los Beatles o…. Lo que antecede no es un relato ficticio. El músico tiene nombre, Luis Báez Cervantes y la iniciativa se conoce como 'Pop strings' (pop para cuerdas).
Se supone que el violinista, concertista y arreglista que se empeñó en la iniciativa no se imaginó que aquella idea suya sería el germen del espectáculo que dentro de la programación del Festival de Otoño se estrena el viernes 24 de octubre a las 20.00 horas en el teatro Darymelia.
Hubo de coincidir con un cantante al que conoció en la ópera rock 'Eye in the skies' producida por Paco Bernad y basada en canciones de Alan Parsons Project. La segunda pata del taburete se llama Ernesto Medina Quesada, conocido en Jaén por su colaboración habitual con papeles protagonistas en los espectáculos de Acrobalia o su participación en proyectos de contrastada calidad como 'Tributo a Sinatra' o 'Cartas para Julieta', entre otros. Seleccionaron más de un centenar de canciones hasta que convinieron en diez que abarcaban rock español e internacional, baladas o música de cine: Feeling good (Me siento bien), Michael Bublé; Todo a pulmón, Miguel Ríos; Ticket to ride (Billete de ida) The Beatles; Livin´ on a prayer (Viviendo en una oración), Bon Jovi; Over the rainbow (Al otro lado del arco iris), De la película del mismo título; Avrai (Tendrás), Claudio Baglioni; My shot (Mi oportunidad, mi tiro, mi trago), Del musical Hamilton; Blue moon (Luna triste), Frank Sinatra; Calling you (Llamándote), De la película Bagdag café; Hold the line, (No cuelgues), Toto.
No han conseguido aclarar quién de los dos fue el que propuso que por pura armonía fueran diez también los músicos. Los eligieron por competencia y amistad. Profesores de conservatorio. Artistas acostumbrados a tocar en orquestas sinfónicas o conjuntos de cuerda. Han insistido en que sean mencionados todos, uno por uno. Son: Moisés Romero, violín; José Manuel Rubia, violín; Daniel Jesús Torres, violín; Emilio José Martínez, viola; Pedro Domenech, violonchelo; Juan Jaime Ruiz, contrabajo; Olga Jurado, piano; Nicolás Pancorbo, batería. Al margen de los dos artífices del espectáculo, Luis Báez, violinista, y Ernesto Medina Quesada, cantante.
Tras los primeros ensayos se percataron de que corrían el riesgo de reproducir un concierto formal de música clásica. Ellos querían romper con lo tradicional. Por eso habían incorporado desde el principio la batería y el teclado. Pero faltaba algo. Una última vuelta de tuerca. Fue entonces cuando se les ocurrió intercalar una historia. Recurrieron a quien tenían más a mano, el padre del cantante, Ernesto Medina Rincón, colaborador de este periódico con la sección 'los olivos suicidas'. Lo convencieron, además, para que interpretara. Sólo faltaba rematar la tarea: una actriz. Y los dioses del teatro los bendijeron con Mar Vico, actriz de Peal de Becerro, curtida en cine, televisión y teatro entre Madrid y Barcelona durante más de veinte años. El fichaje estelar para cerrar una plantilla de lujo.
Tienen intención de perpetuarse. De que ésta sea la primera muestra de una fecunda proyección artística. Constituidos en agrupación cultural bajo el nombre de 'Hemingway Project', el viernes 24 de octubre a las 20.00 horas dentro de la programación del Festival de Otoño estrenan en el teatro Darymelia 'Claudia en diez canciones'.
Claudia en diez canciones
Me han atendido durante el descanso de un ensayo. Se respira buen rollo. «Porque no puedes ver lo que nos decimos en Whatsapp. Pero entra en la página del grupo y vas a flipar han dejado caer los músicos mientras me ofrecen un café». «En el cartel hay un código qr para sacar las entradas. Tenemos que llenar. El espectáculo lo merece. De verdad que merece la pena». Todo el mundo quiere hablar, mostrar su entusiasmo. Ernesto Medina, el cantante, ha puesto orden. Le ha pedido a su padre que me explique cómo surgió la historia. «Me dieron las canciones y el orden de las mismas. Me pidieron una narración breve para cada una de ellas. Los relatos habían de guardar relación con el título o la letra del tema», empieza a explicar el otro Ernesto Medina. «Dudé, rompí borradores hasta que al final me decidí por una historia de amor en diez capítulos. Ella se llama Claudia; él no tiene nombre porque puede ser cualquiera de nosotros. La historia es atemporal y universal». Lo interrumpe Mar Vico, «es una pieza exquisita, abierta a infinidad de propuestas y matices. Permite jugar sin límites, crear entre lo real y lo onírico, entre lo cotidiano y lo simbólico, y eso para un actor o una actriz es un regalo. Lo estoy disfrutando muchísimo. Ah, bueno. Y la música. ¡Una pasada!».
Al preguntarles cómo convencerían al público para que no se perdiese el estreno, me han dicho que vean y escuchen los cortos musicales que han subido a Instagram. Luis Báez y Ernesto Medina, el cantante, se quitan la palabra para explicar 'Claudia en diez canciones'. «Sólo con la música está más que costeada la entrada. Pero es que hay mucho más. Como dice el díptico de promoción, «un día en un semáforo, cuando compras el pan o mientras pides un café que no quieres que sea solo, puede producirse el encuentro. Quizá ya lo hayas vivido. O esté a punto de sucederte. Porque nunca se sabe cuándo el semáforo se pondrá en verde». «El espectador sólo tiene que dejarse llevar. Meterse en la piel de los personajes, identificarse con ellos y disfrutar de la música. Noventa minutos de canciones, teatro y literatura para que la sempiterna historia de amor suene distinta. El personal no puede perdérselo». Mar se siente en la obligación de aclarar que en la trama hay momentos amargos, desencuentros, pasión, erotismo. Incluso no está muy claro si alguna infidelidad. «Pero estoy segura -añade- de que esa noche, al salir del teatro, seremos un poco más felices. Incluso habrá quien le dé otra oportunidad al amor».
Les auguro éxito. Y una carrera fecunda. Ya están pensando en irse de gira. «Creemos que el espectáculo lo vale». Yo he salido con el convencimiento de que el viernes 24 de octubre a las ocho de la tarde hay que estar en el Darymelia. Hay que conocer y enamorarse con 'Claudia en diez canciones'».
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