Javier Marín, director del Festival de Música Antigua de Úbeda y Baeza

«El Festival de Música Antigua es un tesoro que a todos nos conviene cuidar»

Así, el 'Puente de la Música Antigua' será testigo de la participación de destacados artistas como Anacronía, Cupertinos, La Regalada, O Bando de Surunyo, Ensemble la Danserye, Vestigium Ensemble, Tiento Nuovo, Paolo Oreni, Capella Sanctae Crucis, Divino Sospiro, Ensemble Ditirambo y Tercia Realidad, quienes deleitarán a la audiencia con «interpretaciones únicas».

–¿Cómo se presenta el 'Puente de la Música Antigua'?

–Las expectativas son muy buenas. Hay 13 actuaciones diferentes que se van alternando entre Úbeda y Baeza porque esa es una de las cuestiones claves, el festival como forma de conocer las propias ciudades Patrimonio de la Humanidad de la provincia. El festival, que comenzó el 25 de noviembre, tiene una programación muy variada y muy plural en la que caben todos los públicos y todos los gustos.

–Hablamos de un festival más que consolidado, son ya 27 ediciones. ¿Qué resaltaría de él?

–Es un festival que se ha mantenido fiel a sus orígenes y a sus principios con la recuperación y difusión del patrimonio musical iberoamericano, pero al mismo tiempo ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos incorporando los nuevos formatos de comunicación digital. En este sentido, retransmitimos muchos conciertos en 'streaming' o en diferido a través de nuestras redes sociales. Combina muy bien la tradición con la modernidad y, sobre todo, tiene una vocación de servicio público de divulgar contenidos culturales al mayor número posible de audiencia.

–El lema de este año es la diáspora, ¿a qué se debe su elección?

–El festival es temático y se aborda desde distintas perspectivas: los ciclos de conciertos, las actividades académicas y las didácticas. Este año se ha elegido el lema de diáspora en el sentido general de las dinámicas de circulación y de movilidad de músicos y, por consiguiente, de música y de cultura. Así, tenemos el programa dedicado a compositores italianos que estuvieron en Portugal, el de españoles en Portugal o el de portugueses en España. Movilidad cultural, en definitiva, aplicada al ámbito de la música antigua.

–¿Qué conciertos destacaría de la programación de este año?

–Es difícil seleccionar porque son tan diferentes. Uno de los conciertos que a mí personalmente me genera más expectación es el de Cupertinos en la Sacra Capilla de El Salvador de Úbeda por varios motivos. El primero, la calidad porque es un grupo de primer nivel internacional, de hecho está grabando en Inglaterra. El segundo, el atractivo y las características acústicas de un espacio mágico como la Capilla de El Salvador. El tercero, el repertorio porque plantean música inédita de un compositor español pero que se ha conservado en Portugal, Diego de Bruceña. Es un programa de recuperación de patrimonio musical.

–¿Y de los conciertos en Baeza?

–El de Tiento Nuovo con un flautista internacional de la talla de Maurice Steger. Toca la flauta de pico, la de los colegios, pero a un nivel increíble. En el siglo XVIII había música muy compleja escrita para este instrumento que entonces se consideraba culto, se componían conciertos para flauta de pico y orquesta, aunque hoy en día para nosotros es un instrumento escolar. El concierto será en la sede oficial del festival, en Baeza, en el Auditorio de San Francisco. Aquí también se cumplen los tres motivos anteriores: un grupo de primera categoría en un espacio emblemático con un repertorio en este caso italiano, pues España mantuvo mucha relación en su día con el sur de Italia, en concreto con Nápoles, lo que enlaza de lleno con el tema de la diáspora.

–¿Cuántos años lleva como director del festival?

–17. Desde la edición número 11 hasta la actual, aunque antes de ser director ya estaba vinculado en tareas de coordinación, como asistente a los cursos de la universidad. Llevo involucrado más de 20 años.

–¿Qué motivos daría a los jienenses para que acudan al festival?

–Yo animo a la gente a participar del festival porque es un programa cultural único en la provincia, pero también a nivel nacional e internacional. Es un tesoro cultural que a todos nos conviene cuidar y por el cual todos hemos de seguir trabajando, cada uno desde su ámbito: las instituciones, apoyándolo y el público, asistiendo y disfrutando de los conciertos. Redunda en beneficio de nuestra comunidad.