Emoción en el coso de la Alameda de Jaén en la última de San Lucas
Desiguales y bien presentados, los toros de Victorino Martín tuvieron casta y bravura en una plaza de Jaén que cubrió dos tercios de su aforo
Ángel A. del Arco
Jaén
Sábado, 18 de octubre 2025, 22:18
La feria taurina de San Lucas ha terminado. En la tarde de ayer se celebró la esperada corrida de Victorino Martín con la que se ... puso broche a un serial que ha mantenido el pulso de ediciones anteriores. Complejo en su confección, también en su desarrollo, con dos bajas en el cartel de la primera corrida que fueron rápidamente subsanadas y la duda hasta casi las últimas horas en la corrida de ayer con las posibles ausencias de 'El Cid' y David Galván por sus percances en Sevilla y Madrid respectivamente. Finalmente, ambos espadas pudieron hacer el paseíllo con normalidad y así poder celebrarse un último festejo de la feria de San Lucas que previamente había concitado el mayor interés del ciclo taurino.
Porque a pesar de todas esas incidencias, ninguna favorable, el coso de la Alameda registró una buena entrada, con dos tercios de entrada cubiertos. La plaza lució espléndida, con un ambiente que recordaba a los grandes acontecimientos. Mucha gente en las calles, en los alrededores de la plaza. Jaén es ciudad acogedora y más en acontecimientos como el vivido en la tarde de ayer. Es hora de ir de frente, como los buenos toreros, la 'Fiesta de los Toros' en la capital está muy viva, demasiado para lo poco que se la cuida. Jaén podría tener una gran feria taurina, con mayor número de festejos, sirviendo de escaparate para darnos un poquito más a conocer, que algo de eso nos falta.
La tarde, con los bravos toros de Victorino Martín, la generosa entrega de los toreros y las cámaras del Canal Autonómico Andaluz es un claro ejemplo de que Jaén cuenta y mucho. Cuándo las cosas se hacen bien, generalmente los resultados suelen ser buenos. Y eso mismo fue lo que pasó en el coso de la Alameda. Ciñéndonos en lo taurino, era muy esperada la jornada. La gran historia de la ganadería de Victorino Martín y el buen momento por el que atraviesa daba a entender que el festejo podía tener momentos importantes.
La corrida tuvo una desigual pero gran presentación, siendo bravos y encastados. Algunos difíciles como el primero y otros como el segundo de una gran embestida.
Curro Díaz
El 'artista' de Linares se presentó en Jaén para cerrar un año en el que ha vuelto a mostrar ese toreo distinto, de gran clase y pureza, no exento de esa técnica y sobre todo valor para hacer frente a toros, que, en algunos casos durante toda su carrera le han puesto en dificultades, no siendo los mejores para desarrollar en plenitud su tauromaquia.
Tardes como la de Sevilla, su Linares natal o Úbeda en su encerrona con seis toros muestran el nivel de un torero único. Tan sólo ha tenido un lunar; el mal manejo de la espada durante casi toda la temporada, mermando el número de trofeos, que en circunstancias normales hubiera sido mucho mayor e importante.
Curro Díaz vive en plenitud taurina y personal y eso se nota en la plaza. Es torero veterano, no sabemos si su final estará más cerca o más lejos, pero lo cierto es que a día de hoy es un lujo verlo anunciado en los carteles. El de Linares sorteó en primer lugar a un Victorino serio por delante. Toro con cuajo que no dejó lucirse al linarense a pesar de sus intentos.
Tuvo el enorme detalle Curro Díaz de brindarme la faena de muleta. Ese recuerdo a mi padre no lo olvidaré jamás. Un gran torero en la plaza y una mejor persona fuera de ella. Se la jugó el linarense desde el inicio, sacando al tercio a un Victorino que nada nuevo presagiaba. Y efectivamente el toro empezó a quedarse corto, buscando en todo momento al torero de Linares.
La faena de muleta fue un desafío. En cada muletazo el peligro era evidente. A pesar de eso, el torero, muy firme, se la jugó, sacando de manera inverosímil naturales y derechazos de gran mérito. Todo por abajo y arriesgando una barbaridad, mucho más de lo que merecía el toro. Se fue derecho a por la espada, cobrando una estocada que tuvo efectos inmediatos. Cortó una oreja de las que se cogen de verdad.
Lo que pasó en el cuarto de la tarde es difícil de explicar. Todo fue emotivo, empezando por el brindis de Curro Díaz a su subalterno Juan Carlos García. El subalterno en su última tarde bregó con eficacia y brillantez. Un gran torero que fue reconocido por sus paisanos y por su matador en un emotivo brindis. La faena de muleta fue sublime, extraordinaria, sin palabras. Cuando nadie lo esperaba el 'maestro' Curro Díaz se puso a torear como mandar los cánones. Encajado en los riñones ligó las series de naturales en un palmo de terreno, llevando cosido la extraordinaria embestida de un Victorino que arrastró el hocico por el albero.
Varias fueron las series, profundas, con su toreo clásico y entregado. No hay palabras para explicar esa fusión entre toro y torero. También por el derecho, pero por pitón la embestida fue menos clara. El final lleno de gusto y torería, con un cambio de manos que todavía dura.
No mató bien, al contrario, mató mal. Y encima se llevó una fea voltereta de la que salió dolorido. Pero Curro volvió como lo hacen los toreros de verdad. Orgulloso, magullado y torero. Cortó una oreja en reconocimiento a su labor. Curro Díaz marcó en el día de ayer una faena para la historia de la plaza de Jaén.
'El Cid'
El sevillano Manuel Jesús 'El Cid' ha realizado una temporada corta en el número de festejos, pero de gran intensidad por las plazas que ha pisado y los resultados obtenidos. Sin esperarlo por nadie, salió triunfador de la feria de Santander, cita de referencia en el norte de España. Igualmente pasó en la no menos importante de Albacete, cuajando de forma excepcional a un bravo toro de La Quinta. Cuándo volvió 'El Cid' después de su retirada, nadie podía imaginar el nivel tan alto que ha conseguido. Pero lo cierto es que el aficionado lo está disfrutando de lo lindo.
El segundo toro de la tarde, el primero que lidió, fue un animal algo terciado pero que rompió a embestir de forma extraordinaria. Otra vez la suerte de 'El Cid' en los sorteos. Lo cuajó ya con el capote a la verónica, destacando también la media de remate. Tomó un puyazo en el que el toro de Victorino Martín se entregó.
El diestro sevillano brindó su faena de muleta a Enrique Ponce, que presenció la corrida desde una barrera del callejón. Me hubiera gustado saber lo que se dijeron el uno al otro. Muchas historias y muchas vivencias vividas. La faena de muleta fue de menos a más. Al principio se quedó más corta en su embestida para después ya en el tramo final tener un mayor recorrido, gracias al buen hacer del sevillano.
La primera parte de la faena estuvo basada en el lado izquierdo, con momentos muy importantes y técnicos. Sobre el lado derecho llegaron los momentos más artísticos, donde nos recordó los mejores momentos de un Cid que ha sido y es una gran figura del toreo. La gente poco a poco fue entrando en la faena para ponerse en pie en la última serie sobre la diestra y un final con toreo a dos manos sublime. La estocada no fue la mejor pero si suficiente. Cortó dos orejas, siendo el toro premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre. Con el quinto, que fue un toro bueno pero al que le faltó humillar, le realizó una labor centrada, seria y con extraordinarios momentos. Ligó las tandas por ambos lados, destacando sobre todo su toreo de izquierdas, donde llevó cosida la noble pero a la vez exigente embestida del animal.
En los primeros tercios, no hubo nada destacado, siendo dificultoso en la brega, quedándose corto y poniendo en peligro al diestro sevillano y a la cuadrilla.
Cortó 'El Cid' una oreja de peso, en una tarde en la que de nuevo se vio esa mejor versión de un torero que está viviendo una segunda juventud.
David Galván
Tras el percance sufrido en Madrid precisamente con los toros de Victorino Martín, hubo serias dudas sobre la presencia en Jaén del diestro nacido en la gaditana localidad de San Fernando. Finalmente pudo cumplir con su compromiso en Jaén. Curiosamente hacía trece años de su última actuación en el coso de la Alameda, sufriendo aquel día una cornada muy grave.
El tercero de la tarde fue un toro aplaudido de salida y que desde los inicios mostró sus complicaciones. Anduvo desconfiado el torero, esa es la verdad. No lo vio claro en ningún momento. Cumplió el toro en el caballo, realizando una labor de muleta entre desconfianzas y algún susto ante un toro que se acercó a lo que son las clásicas alimañas. Con el sexto, que fue ovacionado de salida por su gran presencia, tuvo una gran arboladura por delante sorprendiendo a propios y extraños. David Galván lo recibió de forma vibrante y a la vez brillante. Por lo menos con el capote se pudo desquitar el gaditano que estuvo aconsejado por su apoderado Juan Ruiz y Enrique Ponce desde el callejón.
Tras un desastroso tercio de banderillas, David Galván brindó al respetable, saliéndose a los medios con poderosos muletazos por bajo. No fue fácil el toro, que tuvo una embestida mejor en los inicios que en los finales, poniendo en dificultades al matador conforme avanzaba la faena. La labor tuvo entrega, pero se le notó a David un mayor entendimiento a este tipo de toros. Se debe decir que el lote de toros de Victorino Martín no se lo puso fácil.
Tarde de emociones fuertes. Curro Díaz, que toreó como mandan los cánones, y 'El Cid', que mostró su sabiduría ante estos toros, salieron por la puerta grande en un gran final de San Lucas.
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