Desarrollan en la UJA una técnica portátil que identifica el origen del lapislázuli en monumentos
Emplea un método no destructivo que en pocos segundos ofrece información química y estructural de un material, ya sea orgánico o inorgánico
C. C.
Jaén
Lunes, 13 de julio 2020, 23:44
El grupo de investigación Innovaciones en análisis químicos de la Universidad de Jaén (UJA) ha empleado una técnica portátil para autentificar en tiempo real el ... origen natural o la procedencia sintética de pigmentos azul ultramar en monumentos, pinturas y bienes patrimoniales. Este proceso permite determinar la autenticidad de una obra de arte e identificar a través del estado y composición de sus materiales si ha sufrido alguna alteración.
Según un comunicado de la Fundación Descubre, la técnica se denomina espectroscopia Raman, un método no destructivo que en pocos segundos ofrece información química y estructural de un material, ya sea orgánico o inorgánico. Otra ventaja es su inmediatez de respuesta en tiempo real al realizar medidas in situ en su ubicación original, sin necesidad de trasladarse al laboratorio.
Con la aplicación de esta técnica, el equipo de investigación ha estudiado diferentes tipos de revestimientos decorativos en la Alhambra de Granada y también en las excavaciones arqueológicas que la Universidad de Jaén realiza en la necrópolis de Qubbet el-Hawa, en la ciudad egipcia de Asuán. Con ellas, han obtenido información gráfica de los diferentes puntos que componen esa imagen, configurando su identidad química como resultado de la luz que refleja cada zona concreta.
En concreto, los resultados recogidos en un artículo publicado en la revista Dyes and Pigments, demuestran además que la combinación de esta técnica y un análisis microscópico completo posterior en el laboratorio permiten detectar diferencias sutiles en la calidad del lapislázuli más allá de su composición natural o artificial.
Estudio en la Alhambra
Las investigadoras llegaron a estas conclusiones mientras estudiaban las decoraciones azules en varios salones de la Alhambra. «Nos sorprendió hallar lapislázuli en tantas decoraciones del monumento nazarí porque era más valioso que el propio oro, y demuestra la existencia de importantes rutas comerciales dado que su lugar de procedencia en la época era la zona de Afganistán», explica la investigadora de la UJA María José Ayora, responsable del estudio.
El color azul y los pigmentos del mismo tono resultan difíciles de encontrar en la naturaleza. «El lapislázuli es una piedra semipreciosa que en la actualidad se vende en joyerías. Disponer de él depende de la extracción del pigmento, un proceso complejo a partir de la roca que resulta complicado porque únicamente moliendo se obtiene una tonalidad grisácea, muy alejada del precioso azul», señala la experta.
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