El alfarero ubetense Alfonso Góngora, premio andaluz por su innovación en la artesanía

La delegada territorial de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo, Ana Mata, ha visitado en Úbeda el taller en el que trabaja el ceramista, del que se ha deshecho en elogios. «Este premio reconoce y pone en valor la obra de este joven artesano, que sorprende por su calidad y belleza, que habla alto y claro del gran nivel de este joven artesano, del gran nivel de la artesanía de Úbeda y de la provincia».

La delegada ha recordado que Alfonso Góngora es la sexta generación de una prestigiosa familia de alfareros ubetenses. «Desde niño, Alfonso ha aprendido de los suyos un oficio que sigue admirando, en el taller Góngora, en el que continúa creciendo, un espacio abierto que comparte con su familia, su apoyo y su brújula, en el que les une una misma pasión: el barro y la belleza de un oficio milenario, y siempre desde Úbeda», ha insistido la delegada.

Tras especializarse en arqueología y diseño aplicado a la cerámica, el alfarero ubetense formó su propia empresa, 'Góngora Cerámica', una marca abanderada por tres claves: color, experimentación y química. Entre sus innovaciones destacan la incorporación de cristalizaciones de zinc, que consigue a través de materiales como el gres o la porcelana.

En sus obras suele trabajar con cocciones a temperaturas muy elevadas (de hasta 1.300 grados centígrados), con las que obtiene piezas únicas y de gran calidad, además de muy resistentes. También le apasiona el 'pit fiting', otra compleja cocción en la que aplica el fuego directamente a cada pieza, en la que mezcla materiales como hojas naturales y distintos sulfatos metálicos.

Una de las máximas de 'Góngora Cerámica' es que para disfrutar de la mejor gastronomía hay que degustarla en el mejor y más distinguido plato, por lo que muchos restaurantes de alta cocina europeos disponen de vajillas diseñadas y elaboradas en su taller.

Para Alfonso Góngora, la artesanía contiene otra suculenta alquimia: conecta a las personas. Y tiene claro que quiere seguir avanzando, innovando, y sobre todo escuchando, al barro y al fuego, y a cada persona, para saber bien qué busca, para que sus manos, su ingenio, sigan escudriñando y modelando nuevas piezas, dando forma a nuevos retos y haciendo realidad nuevos sueños.