Un videojuego almeriense para revolucionar los esports
ZeroMinus está diseñado para mejorar la visión espacial, la concentración, la lógica y la coordinación
David Roth
Almería
Sábado, 7 de septiembre 2024, 23:02
En el corazón de Carboneras, ha surgido una iniciativa que busca revolucionar el sector de los videojuegos: Rocketeer, un estudio independiente, fundado por Santiago Oreja ... García, que no solo pretende desarrollar juegos innovadores, sino también ofrecer una salida laboral a los jóvenes locales que estudian informática y disciplinas afines, como influencers y gamers, en un entorno donde las oportunidades son escasas.
La historia de Santiago Oreja es inspiradora. Desde su adolescencia, con 13 años, cuando creó su primer juego en un ZX Spectrum sin acceso a internet ni recursos avanzados, soñaba con una carrera en el desarrollo de videojuegos. Sin embargo, por diversas circunstancias, no pudo materializar ese sueño hasta ahora. Con el paso del tiempo y la experiencia acumulada, Santiago finalmente ha logrado fundar su propio estudio de videojuegos, Rocketeer.
Desde sus inicios, tuvo claro que no quería crear un estudio convencional, por lo que, en lugar de depender de motores de terceros como Unity o Unreal, decidió desarrollar su propia tecnología. Esta decisión lo llevó a ganar el primer premio en una competición nacional universitaria, organizada por la UPM y la cátedra Movistar, por la mejor tecnología para dispositivos móviles.
Este logro le permitió comenzar a desarrollar sus propios juegos con una marca diferenciadora: ofrecer una experiencia de usuario sin interrupciones publicitarias ni microtransacciones, algo que considera crucial para mantener la inmersión y calidad de los juegos.
Uno de los proyectos más ambiciosos de Rocketeer es ZeroMinus, un juego de estrategia numérica. En una rejilla de 10x10, los jugadores deben usar números como 9, 8 y 7 para llegar a cero. Aunque parece sencillo, los primeros niveles desafían a los jugadores a pensar detenidamente cada movimiento.
Además, el juego incita a sus usuarios a competir y mejorar, pues, cuanto más rápido se completen cada uno de sus niveles, más arriba estaremos en el ranking de competidores, por lo que unir la estrategia de nuestros movimientos para conseguir eliminar todos los bloques junto con la velocidad de pensamiento, son sinergias esenciales para posicionarse entre los mejores. Además, los desarrolladores suelen organizar competiciones tanto físicas como online a las que es posible registrarse si el jugador considera que tiene el nivel suficiente.
Pero ZeroMinus no es solo un juego entretenido; está fundamentado en los principios de la neuroplasticidad sináptica, descubiertos por el Nobel Eric Kandel. El juego está diseñado para mejorar la visión espacial, la concentración, la lógica y la coordinación ojo-mano, además de ayudar a prevenir el Alzheimer y fomentar la interacción social en una sociedad cada vez más solitaria.
Hacia un modelo ético
Rocketeer se distancia del modelo tradicional de monetización a través de publicidad y microtransacciones, que muchas veces rompen la inmersión y frustran a los jugadores. En lugar de eso, Santiago propone un modelo en el que los usuarios deciden si desean recompensar al juego después de experimentar su calidad. Además, Rocketeer tiene como objetivo entrar en el mercado de los esports, dominado actualmente por juegos violentos o deportivos tradicionales, con títulos que promuevan habilidades cognitivas y sociales.
Santiago buscaba crear una marca diferenciadora en el mercado de los juegos móviles a diferencia de otros estudios. que se centran únicamente en el retorno de beneficios a través de publicidad, «quería que mis juegos ofrecieran calidad y una experiencia de usuario sin interrupciones». Y es que la calidad de los juegos ha quedado en segundo plano en detrimiento de las ganancias a través de anuncios «que los usuarios deben soportar hasta que decidan comprar o desinstalar el juego». Además, observó que muchos 'publishers' solo están interesados en juegos «que retienen a los usuarios mediante microtransacciones». Algo que «creo sinceramente que debe cambiar; no se puede hacer un juego solo para 'saquear al usuario'. Debemos volver al modelo de los juegos de los 80 y 90 en la edad de oro de los videojuegos en España, donde probabas una beta sin publicidad ni microtransacciones y luego decidías si comprabas el original», detalla el creador de videojuegos.
Para llevar sus proyectos al siguiente nivel, Rocketeer necesita encontrar patrocinadores e inversores que crean su visión. «Queremos que ZeroMinus sea uno de los títulos más llamativos en el mundo de los esports», afirma Santiago. Con un equipo pequeño, pero apasionado y recursos limitados, Rocketeer busca apoyo para continuar desarrollando tecnología propia y juegos de alta calidad.
En Rocketeer, la responsabilidad ética en el diseño también es esencial. «Los videojuegos no solo deben entretener, sino también contribuir a una sociedad más informada y empática», detalla Santiago, que cree que los juegos pueden ser herramientas terapéuticas para abordar problemas de salud mental como el estrés, la ansiedad o la depresión, a través de los llamados 'Serious Games'.
Estos juegos serios pueden desempeñar un papel importante en la formación de la conciencia social y en la promoción del cambio positivo, evitando la trivialización de la violencia y fomentando valores éticos y sociales.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión