'Tío Joseíco el Cortijero', del fotógrafo Ricardo Martín protagoniza la muestra 'Imagen Única - Fondos CAF' 

«La mirada de Ricardo Martín nace de la nobleza de respetar el 'pacto social' al que todo fotógrafo debería estar obligado en un retrato. La imagen de 'Tío Joseíco el Cortijero', con su indumentaria y su gesto, aunque el negativo tenga solo algo más de 30 años, traslada al espectador a un pasado remoto», argumenta el director del Instituto Andaluz del Cine y la Fotografía, Juan Manuel Rodríguez. La elección de esta imagen evidencia cómo «el mundo y la fotografía han cambiado tanto que este retrato concreto de un personaje que parece sonreír desde la antigua galería de los 'Santos Inocentes' de Miguel Delibes y Mario Camus podría parecer hoy el vestigio gráfico de una civilización perdida».

El fotógrafo Ricardo Martín (Granada, 1953, fotoperiodista en el equipo fundacional de El País y editor de la revista Tiempo) y el escritor Antonio Muñoz Molina (Úbeda, 1956) unieron su visión sobre la Alpujarra granadina en 'Sostener la mirada', una exposición -y catálogo- producida por el Centro Andaluz de la Fotografía que se inauguró en noviembre de 1993 en el Palacio de Carlos V de la Alhambra de Granada y que, rápidamente, se convirtió en una de las producciones propias del CAF más celebradas. De esta muestra se ha seleccionado para este mes la imagen expuesta para la iniciativa 'Imagen Única- Fondos CAF' un proyecto en el que se ha reservado una sala específica dentro del espacio expositivo de la Junta de Andalucía en Almería, concretamente en la sala Jorge Rueda, para ir destacando periódicamente y de manera aislada, obras importantes de los fondos y archivos del Centro. Tal y como lo explica el director del Instituto Andaluz del Cine y la Fotografía, Juan María Rodríguez: «Esta propuesta es una manera de llamar la atención sobre el poder de la imagen en un mundo tan sobresaturado, ellas que corremos el riesgo de quedar inmunizados, anestesiados a sus efectos. La idea no es solo contemplar una imagen que sea potente en sí misma, sino apelar a la necesidad de frenar, por un rato, nuestro consumo efímero y voraz de imágenes, contemplando una sola dominando una pequeña sala, para reflexionar sobre el poder, estético o social, de la fotografía».