«En pleno confinamiento decidí darle un vuelco a mi vida y que esta voz no se apague»

–¿Es difícil lanzarse al mundo de la música, y más, desde el rincón de España?

–Es muy difícil y yo lo he pasado realmente mal. Mis inicios fueron muy duros y puedo decir que a día de hoy nadie me ha dado nada, todo ha sido a base de sacrificio, trabajo y mucha constancia. Tuve mucha suerte cuando me lancé de ir a Latinoamérica, cruzar el charco y contar con la gran colaboración del artista colombiano Yelsid, de grandes productores como Master Producer que confiaron en mí y en mi talento, y todo se ha ido dando en el camino.

–¿Cómo fueron sus inicios en la música?

–Con siete años empecé a interesarme ya por el tema de la música. Me llamaba mucho la atención y luego me presenté a varios certámenes televisivos como Operación Triunfo, La Voz, Veo Veo.

–¿En qué estilo?

–Siempre me he movido por el estilo de las baladas, pero conforme he ido creciendo, me he ido adaptando como un camaleón para ser un artista versátil y con bastante desparpajo a la hora de poder cantar cualquier estilo musical.

–¿Cómo surge esa posibilidad de cambiar de aires?

–Surge a través de la intuición. Estábamos en pleno confinamiento y decidí darle un vuelco a mi vida y que esta voz no se apague. Cuando se terminó el estado de alerta en nuestro país, cogí las maletas, me fui a Colombia, me puse en contacto con un conocido que teníamos allí y él fue quien me dirigió y me dio las directrices de los pasos que tenía que ir dando hasta llegar donde estoy hoy. Fue apostarlo todo a una sola carta, pero la cuestión es que a veces quien no arriesga no gana. Con mucho sacrificio vamos consiguiendo el objetivo.

–¿En España no había encontrado la oportunidad?

–Empecé con 18 años. Saqué mi primer single que fue 'Peligrosa' y que fue muy escuchada en Canal Fiesta Radio y otras emisoras importantes del país. A continuación saqué 'Seguiré Luchando' con una productora catalana y tuvo también bastante repercusión, pero con el tiempo tuve que ir abandonando el tema de la música porque no estaba siendo rentable. Me dediqué a trabajar de comercial y esa era mi vida. Estaba haciendo algo que no me gustaba.

–Y, ¿dedicaba los ratitos que le quedaban a componer o grabar?

–No, dejé la música de lado.

–¿Se sentía frustrado?

–Me sentía mal, porque cuando uno apuesta todo y no tiene el resultado que esperaba, llega tu decepción como ser humano. Yo, en este caso, no quería pensar en la música y me centré en el trabajo que estaba haciendo en ese momento. Pero realmente no era feliz porque no me sentía realizado con lo hacía. El confinamiento fue lo que me hizo lanzarme de nuevo y darme cuenta de que la vida se vive una sola vez y debes de hacer lo que te guste. Y si podía intentarlo una segunda vez tenía que hacerlo. Y así fue.

–Y sin conocer Colombia, ¿no le daba miedo irse allí solo?

–Fue súper arriesgado y además fui con mi mujer y mi niño, que era un bebé, y en plena pandemia, porque allí la covid estaba súper fuerte.

–Pero decía que allí conocía a una persona...

–Sí, fue una persona que se interesó por mí al ver los videoclips de antes y nos comunicamos con él. No nos prometía nada, pero le había interesado, había visto algo en mí que le había llamado la atención como artista. Él fue el que me dijo que fuera y que probara. porque al final el público es el que tiene la última palabra. Pero dimos con la tecla.

–¿Y esa persona está relacionada con la música?

–Se llama Alejo Martín. Es un influencer musical de Colombia, que trabaja para Industria Inc, que es la discográfica de Nicky Jam.

–¿Cómo le descubrió?

–Vio un cover que hice en Youtube que se llama Se Rebeló. Una canción de Jay Wheeler.

–Esa canción quedará por tanto marcada para siempre en su vida...

–Sí. Digamos que fue la canción con la que yo quise arrancar todo esto y la canción que le llamó la atención.

–¿Qué le dijo su mujer cuando surgió esta oportunidad?

–Ella al principio era un poco reacia por el país al que íbamos, porque sabemos que la seguridad que pueda haber en Europa no es la misma que pueda haber fuera, pero además con un niño pequeño, sin saber dónde íbamos. Lo piensas fríamente y da un poco de vértigo. Pero lo más importante es que me acompañó en mi sueño. Mis padres también me animaron. Todos ellos me han apoyado siempre.

–Y, ¿cuándo fue eso?

–En abril de 2020 fue el primer contacto y en diciembre de 2020 nos fuimos. No hemos parado de trabajar desde entonces y de hacer música.

–¿Cómo fueron esos primeros meses?

–Fueron duros, porque tuvimos que pasar la Navidad allí solos. Imagínate en un sitio donde no conoces nada, fechas para pasar en familia. Pero eso es lo de menos, porque conforme iba pasando el tiempo, hasta que no ibas conociendo la zona y el país fue difícil era difícil. El tiempo que pasamos allí fueron cuatro meses.

–¿Cómo llegan los primeros contactos y se da cuenta de que al final las puertas comienzan a abrirse?

–Fui a grabar a los estudios de la Industria Inc con Alejo Marín y cuando estaba grabando un tema que aún no ha salido al mercado, a uno de los productores quedó encantado conmigo porque decía que mi voz se parecía al de David Bisbal, que tiene unas tonalidades muy parecidas y un flow que es súper identificativos y le interesó tanto mi voz y mi forma de interpretar y cantar que me ofrecieron hacer un Feed con Yelsid. Yo no lo dudé y grabé con él 'Embrujo'. Pensé entonces que eran cosas que me tenía deparadas el universo y que las piezas del puzzle iban encajando poco a poco.

–Y ahí comienza todo...

–Ahí comienza la gran aventura y ahora estamos poco a poco abriendo un gran hueco en Latinoamérica. 'Embrujo' fue el disparo de salida y la que conquistó los corazones de allí e incluso de aquí en España. Y ahora la esencia personal de Michel Aguilar está llegando porque estamos mezclando los ritmos flamencos nuestros de España con los ritmos latinos y esto está gustando mucho.

–¿Las composiciones son suyas?

–No, tanto la composición como producción son del compositor colombiano Master Producer. Yo digamos que aporto a veces cosas a la letra, pero no todas las letras son mías. Tenemos ya producidos tres temas y un cuarto que es un Feed con un artista de allá en noviembre y que saldrá ahora a principios de año.

–¿Para cuándo el disco?

–Pues disco ya no se estila mucho, porque ya lo que se está haciendo es canción por canción. Es el nuevo formato que están empleando. Mi meta es que antes de que acabe 2022, para mayo o junio, tener ya 12 o 13 canciones para poder comenzar con los directos. A día de hoy, los artistas grandes, la sistemática que están tomando es ir a canción por mes. A veces es contraproducente, porque parece que no termina el oído de adaptarse a un tema, pero ellos son los expertos. Si hay que ir a canción por mes, así iremos porque el objetivo hay que conseguirlo.

– Entonces, el objetivo es, en verano, arrancar gira...

–Sí, empezar en mayo una gira de conciertos, porque el público lo requiere ya. Tiene ganas de ver en cuerpo y alma la esencia de Michel Aguilar. Estamos luchando para que eso sea así.

–¿Será por Latinoamérica?

–Vamos a intentar que sea por allí, pero también que incluya aquí los sitios más señalados, que fuera mi tierra y en algunas partes destacadas de España, pero es verdad que en España serían poquitos.

–¿Cómo se siente cuando echa la vista atrás y ve todo lo que ha pasado en los últimos casi dos años?

–Lo principal es que no me lo creo. Ha sido un acto de valentía y de confianza en uno mismo y de demostrar que los sueños sí se cumplen si los persigues y vas detrás de ellos. La verdad es que mi historia es una historia bonita, porque es diferente, que demuestra que el sacrificio y la constancia a veces gana a la economía, porque aquí no ha mediado el dinero.

–Y no podemos olvidar la importancia de Internet para que esos sueños se hagan realidad...

–Sí, porque fue muy curioso. Cuando me marché a Colombia, en el aeropuerto de Almería le dije a mi mujer, mira mi Instagram y mira cuántos seguidores tengo, 1.260 y cuando lancé 'Embrujo' y regresé a España, tenía 58.000 seguidores, cuatro meses después. Y a día de hoy lo más bonito es el agradecimiento de la gente, cómo te expresan su cariño. Para mí eso es lo más grande. Gracias a las redes sociales, hace que el artista se sienta más cerca del espectador.

–Y aquí, ¿se siente reconocido?

–Necesitaríamos un poco más de publicidad, porque no le damos la relevancia que merecen artistas que han tenido que emigrar para ser reconocidos, porque nos centramos en otros tipos de música. Yo invitaría a muchas radios y profesionales de la comunicación a que escuchen otros artistas que pueden tener cabida y posibilidad de estar ahí.

–¿Por qué decide grabar videoclip en Adra?

–Porque se lo debía a mi gente. Tuvieron un gesto muy bonito el día que yo saqué 'Embrujo'. Desde la distancia, me llegó ese cariño tan grande y jamás lo olvidaré. Me mandaban vídeos de la gente bailando en los balcones, de la gente en los coches con la música de Embrujo, sobre todo en negocios de Adra. Fue increíble para mí ese apoyo. Yo a mi tierra le debía que la gente supiera de dónde viene Michel Aguilar.