Música para pasarlo en grande y de lo más 'juguetona'
Cooltural Fest ·
Amaia exhibe su capacidad poliédrica, Love of Lesbian la sobriedad genial, Carolina Durante y Veintiuno la furia juvenil y Maldita Nerea, Pol 3.14 y Siloé lucen en su vertiente más popJavier M. Alcaraz
Almería
Domingo, 24 de agosto 2025, 16:49
La segunda de las tres 'de abono' de Cooltural Fest en el Recinto de Conciertos del Ferial tuvo en la jornada de sábado su sesión ... más divertida, despreocupada, juguetona y, por qué no, gamberra, de esta octava edición. Bandas y artistas que, desde la veteranía contrastada o la enérgica jovialidad que da la juventud, se caracterizan por propuestas muy personales y genuinas, cimentando una colección de seguidores que aprecian esa particular visión de la música y la vida. Por orden de intervención, actuaron Pol 3.14, Maldita Nerea, Veintiuno, Amaia, Love of Lesbian, Siloé, Carolina Durante, Elyella y Samantha Hudson. Todo ello organizado por Crash Music y el Área de Cultura, Tradiciones y Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Almería.
Pol 3.14 tiene algo que destaca todo el mundo: un estilo único. Esto es sinónimo de una diversa colección de melodías y composiciones, que durante años se han ganado el aplauso del público y la crítica. Música pop, sin tapujos y con personalidad, canciones que van del intimismo al nervio épico, melodías tristes y alegres al mismo tiempo, son su característico sello de identidad como demostró desde el arranque en 'Camino inverso' hasta su himno final de 'Jóvenes eternamente', toda una declaración de intenciones tras pasar por 'Lluvia en las pestañas', 'Lo que no ves' o 'A ras de cielo'.
Con ocho discos de estudio y una trayectoria que ha conseguido captar a público de distintas generaciones, el de Maldita Nerea es el triunfo de la normalidad más absoluta. Sin grandes desmanes ni excesos, sus canciones rezuman la honestidad de la sencillez, historias cercanas, melodías accesibles y una brillante habilidad para moverse en distintos registros del pop y la canción de autor accesible. Así lo lleva haciendo Jorge Ruiz desde hace más de veinte años y ejerció triunfante en temas como 'Perdona si te llamo amor', 'Un planeta llamado nosotros' o la festival y final 'El secreto de las tortugas', que puso a todo el público a bailar y cantar como gran cierre de su actuación.
Aumentando considerablemente la distorsión y las pulsaciones, llegaba el turno de Veintiuno. Otra de esas bandas que desde una base melódica desliza sus canciones a veces al rock más accesible, a la velocidad más propia del punk o a los medios tiempos almibarados, haciendo que su concierto se viva como un auténtico tobogán de sensaciones y sonidos. Su crecimiento en los últimos años avala su propuesta, que también empieza a ofrecer destellos de pretensiones maduras pese a su todavía innegable juventud. El título de su último disco, en el que se basó buena parte del repertorio, 'La balada de Delirio y Equilibrio', dan fe de su dualidad. Aunque no faltaron los trallazos más esperados, como 'La ruina', 'Cabezabajo', 'Dopamina' o el cierre con 'La vida moderna'.
Amaia, Durante o Siloé
Decía Nietzsche aquello de que «la madurez es haber vuelto a encontrar la seriedad con la que jugaba cuando era niño». Y esa es la gran virtud que conserva Amaia en su música y conciertos. No la de la madurez, sino la de vivir y sentir la música como un juego, tomándosela en serio pero con un matiz libre, imprevisible, poliédrico… genial. Desde la sencillez infantil de temas como 'Tocotó', con la que inició, y ese «corre, corre caballito» a un alarde de variedad instrumental durante el concierto: violín, viola, violonchelo, piano, arpa, guitarra, batería, bajo, sintes, mellotrón, un ukelele-laúd de doce cuerdas…
A veces juguetona y sensual, otras sencilla e inocente, otras enfrentando tremendas letras de descarnada intensidad, Amaia es todo a la vez sin atarse a nada. La inclusión de 'la tarara' dentro de 'Nanai' en un compás de bossa tropical, las cuerdas de 'C'est la vie', el son 'abachatado' de 'Auxiliar' conviven con la imponente conversación de inocencia y muerte de 'Ya está' –al arpa-, esa versión de 'Santos que yo te pinté' que mejora con mucho la versión original de Los Planetas o la canción que escribió celebrando la vida tras la muerte de su abuela en 'Despedida'. Del lado 'gamberro' ese «mamá, no busques Amaia en Internet» en ese canto de autoconfianza tranquilizadora o 'Giratutto'. El cierre, esperadísima, con 'Tengo un pensamiento' y, alfa y omega, 'Bienvenidos al show'.
Aproximándose a los treinta años de carrera, Love of Lesbian siempre se ha caracterizado por lo nutrido y apreciado de sus letras y por canciones que huyen de la inmediatez convencional para desplegarse como pequeñas novelas, grandes historias, que crecen sin importar su duración ni la búsqueda de la impostada comercialidad. 'Cuando no me ves' y 'Las noches irreversibles' dieron continuidad a un concierto que, se palpaba, tenía hechuras de grande. 'Contradicción', con Rigoberta Bandini desde la pantalla, mantuvo la atención al máximo, como '60 memorias perdidas', la intensa y añeja '1999' o la festiva y celebrativa 'La Champions y el Mundial'.
La banda Siloé con 'Sangre en las venas' se adentró en 'La niebla' cantando aquello de 'Reza por mí'. En una actuación cada vez más caldeada, otro de los picos explosivos fue la fusión de 'Nada que se parezca a ti' con la conocida 'Song 2' de Blur que acercó el prefinal con 'La vida que me das'. Para los bises se guardaron, cómo no, sus dos canciones más reproducidas, 'Si me necesitas, llámame' y 'Todos los besos'.
Con Carolina Durante llegó el el momento álgido, celebrado y a buen seguro recordado de la noche, más allá de otras gemas como 'Elige tu propia aventura', 'Joder, no sé' o 'Yo pensaba que', llegaría con la aparición sorpresiva de Amaia en 'Perdona (Ahora sí que sí)' después de muchos años sin compartir escenario.
Un festival como Cooltural Fest es una maratón de larga duración que hay que saber gestionar y hecho a medida para todo tipo de públicos o para esos 'last check' que por motivos laborales pueden entrar con su entrada a partir de las doce de la noche. Para ellos y los más trasnochadores quedaban propuestas como las de Elyella y Samantha Hudson.
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