Ignacio Martín Lerma
El reconocido experto en el paleolítico inaugurará la nueva Aula de Cultura de IDEAL en el Edificio de las Mariposas
David Roth
Almería
Sábado, 17 de junio 2023, 22:36
Ignacio Martín Lerma es profesor titular en la Universidad de Murcia. Además de sus tareas docentes, desempeña el cargo de vicedecano de Cultura y Comunicación ... de la Facultad de Letras. Como investigador es Doctor en Prehistoria y sus trabajos se centran en el estudio del Paleolítico. Es director de excavaciones arqueológicas, entre las que destaca la Cueva del Arco en Cieza. Sus artículos han sido publicados en reconocidas revistas científicas de gran impacto y sus trabajos han sido presentados en los más importantes congresos de Prehistoria. Como divulgador, ha impartido numerosas conferencias en centros y universidades, así como múltiples apariciones en medios de comunicación como radio (RNE), prensa (Muy Interesante, La Aventura de la Historia) o televisión (National Geographic o El Condensador de Fluzo de la 2 de TVE). De la mano del prestigioso arqueólogo veratense, IDEAL Almería y la Fundación Vocento, con la colaboración de Cajamar, estrenan el Aula de Cultura, una iniciativa que se orienta a la promoción y la divulgación de la cultura, la historia, el arte y la ciencia entre la sociedad almeriense, facilitando el conocimiento desde el altavoz que supone un medio líder en información crítica e independiente. La cita será el 21 de junio a las 20 horas en el Centro Cultural Casa de las Mariposas.
–Hábleme un poco de esta nueva actividad, el Aula de Cultura de IDEAL. ¿Qué temas se van a tocar y qué importancia tienen actividades de esta índole?
–Habrá una primera parte de tipo conferencia que va a comentar los entresijos de la divulgación, una especie de manual de instrucciones que me han funcionado, reflexiones del mundo del conocimiento enfocado al mundo patrimonial arqueológico y centrado en la prehistoria. En la segunda parte de la de la actividad, consistirá en una especie de coloquio de debate, pero no solo con el público, sino también con otra persona que va a estar ejerciendo el papel de entrevistador y en la que vamos a ahondar en cuestiones más técnicas e incluso profundizar un poco en el patrimonio almeriense.
–¿Cómo ve el estado actual de la provincia y de sus yacimientos?
–En cuanto a patrimonio, es indudable que Almería es un lugar excepcional. Ya lo decía Luis Siret, que es un museo a cielo abierto. Yo creo que es una frase que tenemos que llevar grabada a fuego todos lo que nos dedicamos a la gestión, a la recuperación y a la valoración del patrimonio, porque hay otros sitios que sueñan con tener ese patrimonio y a nosotros a veces se nos olvida, por desgracia. Vemos con normalidad que nuestras ciudades por debajo estén cargadas de miles de años de historia. Faltan personas, o más bien instituciones, que apoyen realmente al nivel que se merece ese patrimonio. Yo tengo un mayor apego por el olvido que a veces genera la prehistoria. Parece que los ojos en arqueología siempre se nos van al mundo más clásico, al mundo medieval, que es muy importante en Almería, pero no se nos puede olvidar que nuestros orígenes más remotos nos han marcado y nos han hecho ser como somos. Creo que eso es importante en este tipo de escenarios, de eventos o de debates, porque a veces la palabra arqueología se asocia a otros periodos y en prehistoria, pues tenemos mucho que decir.
–¿Cree que realmente interesa desde las instituciones mantener ese patrimonio o casi lo ven como una carga a nivel de gasto público?
–Llevo muchos años en esto y he gastado muchas neuronas en saber qué piensan. La verdad que a veces no lo entiendo. Aunque hay gente que está muy comprometida con el patrimonio, por supuesto, otros se acuerdan de que el patrimonio es importante, saben que el patrimonio es importante, que la gente quiere ver el patrimonio, pero luego se queda siempre en conversaciones de Ayuntamiento o de Consejería y a veces público de la calle no lo termina viéndolo, y esa es la rabia que me da, porque hay mil ejemplos de que las cosas, si se hacen bien, funcionan. Ahí está Burgos, que gracias a Atapuerca ha cogido un valor turístico inmenso; y no tenemos que irnos tan lejos. Cartagena ha conseguido, gracias a su sello de vestigios romanos, ser el número uno también en visitas turísticas, por el interior y por el mar. Creo que, como almerienses, tenemos muchísimas cosas que poner en valor y mucho material que exponer y a veces nos lo creemos, pero a medias.
–¿Cómo augura esta situación a corto plazo?
Creo que la divulgación está haciendo mucho, por unirlo también al tema que nos trae hasta aquí. Está haciendo que la ciencia y la historia estén en la calle. El 'Condensador de fluzo', el programa donde colaboro, hace que nos interesemos más por la historia y tiene muchísimos espectadores. Eso hace que luego, el que va por la calle, vaya buscándolo, porque sabe que existe, porque tiene los conocimientos necesarios. Me gusta pensar que vamos en el buen camino, pero vamos despacio.
–¿Cómo es una buena divulgación científica?
Lo más importante es que sea una divulgación de calidad. Hay que distinguir entre comunicar y divulgar. Hay muy buenos comunicadores, gente que abre la boca y que nos quedamos todo el mundo alucinados. Pero para la divulgación se tienen que dar las dos cosas: ese 'engagement', esa conexión que se produce entre emisor y receptor y, por otro lado, tiene que haber un contenido que sea claramente científico, pero explicado con palabras y con conocimientos que estén al nivel de todo el mundo no. Y eso no quiere decir bajar el nivel científico, si no quiere decir simplemente utilizar el medio de transporte, el medio adecuado a nivel de lenguaje para que la gente lo entienda no, no es malo y creo que es un formato, pues que está muy de moda precisamente por eso, porque la gente demanda ciencia demanda historia lo que nos faltaba, era ponérsela a la gente delante de los ojos.
–Hay ocasiones en las que leo textos periodísticos escritos por expertos en los que uno no se entera de nada.
–Eso es un problema, porque yo también sé ponerme así. Me puedo poner a hablar de evolución humana y que entiendan una palabra de cada siete. Pero creo que para eso están los congresos, los sitios especializados, las revistas, los laboratorios donde ya hablamos así. Pero, en el momento que cerramos esa puerta del laboratorio y salimos a la calle, tenemos que utilizar otro lenguaje que nos haga conectar con la gente y que la gente entienda que la ciencia es necesaria a diario, y si no se lo ponemos así, la gente no va a creer en la ciencia y, como la gente no crea en la ciencia, el político no apuesta por ella.
–¿Somos realmente conscientes del patrimonio que tenemos en Almería?
–Nos gusta más viajar a ver lo de los demás que visitar el nuestro. Parece que vemos la Alcazaba y ya no la valoramos, que pasamos al lado del cartel de Los Millares y cruzamos de largo. Me gusta pensar que sí que sabemos lo que tenemos, pero creo que falta un poco de conocimiento en mayor medida. No solo saber que lo tenemos, sino apreciarlo y valorarlo y hay que hacerlo igual que valoramos otras cosas que tenemos en Almería y que se nos llena la boca cuando hablamos de ellas. Yo, que me muevo en el ámbito arqueológico y que viajo muchísimo por España y por otros lugares, veo que somos unos afortunados, porque ver con costumbre patrimonio es algo por lo que sueñan millones de sitios y nosotros lo tenemos y, en cambio, no lo comentamos. Pero bueno, vamos a pensar que estamos ahí, que estamos en la lucha y que la divulgación es una muy buena herramienta.
–Debo preguntarle por el reciente descubrimiento de la Cueva del Arco en Cieza, con todo lo que ha supuesto. ¿Por qué es tan importante este descubrimiento?
–Son de esas cosas que pasan una vez en la vida. Llevábamos desde el año 2015 excavando en la Cueva del Arco, yacimiento paleolítico que está en Cieza, en el cañón de Almadenes y en 2018 empezamos a ver que había una zona que era interesante, porque parecía que todos los sedimentos y rocas se iban para el mismo sitio. Eso quería decir que allí había una especie de sumidero que estaba atrapando el sedimento de una manera diferente y anormal al resto de la superficie. El año pasado, cuando ya pudimos hacer un cerramiento completo y total de la cueva, realizamos una pequeña intervención y conseguimos acceder a lo que nosotros pensábamos que iba a ser una simple sala o extensión, y nos hemos encontrado con una de las cavidades más grandes de Murcia, con dimensiones increíbles: 2 kilómetros de cavidad, techos de 20-30 metros, pero lo más impresionante es que está todo intacto, entonces lo que hay ahí dentro, que todavía ni lo sé, va a estar perfecto. Nadie lo ha tocado en mínimo 50.000 años y dentro hay minerales que no eran conocidos antes o zarpazos de osos. Va a suponer un antes y un después, en este tipo de estudios.
–Precisamente el haber nacido en Vera, con todo lo que implica a nivel de patrimonio, lo marcó un poco. ¿También lo hizo su bisabuelo Juan cuadrado Ruiz?.
–La verdad es que es bonito saber que por mi sangre fluye la herencia de un arqueólogo insigne que fue tan importante para Almería. Alguien fundamental en la vida de Luis Siret, fue su mano derecha y también fundamental para los almerienses, porque montó y fundó el Museo Arqueológico de Almería y le debemos muchísimo. La cultura le debe mucho a Juan Cuadrado, aunque a veces no se sepa. Era de las pocas personas pudientes que realmente apostaban por esto y no por otras cosas típicas de la época. Me alegra que saques su nombre porque creo que a veces he visto más valorada la figura de mi bisabuelo fuera de Almería, donde se reconoce esa labor, a veces en la sombra, de alguien tan grande como Luis Siret.
–Tan especializado en el pasado, pero, ¿cuál es el futuro cercano para usted? ¿En qué está trabajando?
–Pues mira, pensar en el futuro ahora mismo es una palabra que me da un poco de miedo, porque tengo tanta actividad diaria que, con pensar en lo de mañana, ya me da vértigo. Ahora mismo estoy a 20 minutos de dar una conferencia, una visita guiada, por el Museo arqueológico de Cartagena; ayer estaba dando una conferencia en la Arrixaca de Murcia; el sábado estoy dando una en el Museo Arqueológico Nacional; la semana que viene estoy con IDEAL. Entonces, pues es verdad que hablar de futuros a largo plazo, me cuesta porque tengo mucho a corto plazo.
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