Javier Ballesteros
La comedia negra 'Cucaracha con paisaje de fondo' llega al Festival de Teatro de El Ejido avalada por el Premio Max al 'Mejor espectáculo revelación'
Inmaculada Acién
El Ejido
Domingo, 26 de mayo 2024, 11:33
El 47 Festival de Teatro de El Ejido llega al final de su tercera semana de espectáculos de sala con una obra que habla de ... temas que quizás puedan resultar polémicos, pero desde el prisma de la comedia negra, como es 'Cucaracha con paisaje de fondo' de la compañía 'Mujer en obras'. Una propuesta que llega, además, avalada por dos premios Max, entre ellos el de 'Mejor espectáculo revelación', con el que dejarse envolver desde las 18.30 horas en el Auditorio.
–¿Una obra que habla de la vida y de la muerte?
–De alguna manera sí. La protagonista es una mujer que viene a pedirle a un doctor que le entregue una manera de morir. Es un personaje al que le han dicho que va a morir y quiere poder decidir en qué momento termina su vida. El tema es que viene a hacerlo a un balneario al que precisamente las mujeres que acuden lo hacen para intentar quedarse embarazadas. Existe, por tanto, ese contraste entre querer alargar la vida y querer acortarla.
–Es una obra que habla del deseo de ser madre, pero también del aborto, de la continuación de la especie, de la eutanasia... Temas muy controvertidos sobre el escenario...
–Sí, temas de los que es complicado hablar y más quizás para mí en algunos de ellos, ya que no voy a poder ser madre. Por eso, cuando creamos la obra, hicimos un taller en el que todas expresaron su mambo con el tema, sus historias, con sus dificultades e ilusiones, y a partir de ahí pude escribirla, pero es verdad que son temas como el aborto o el suicidio de los que es difícil hablar de una manera natural, porque no lo hacemos en la vida diaria. La manera que nosotros hemos encontrado de hacerlo es a través de la distancia que nos ofrece el humor, desde la distancia de la observación, que no nos implica a nivel de experiencia humana.
–Un espectáculo que se cataloga dentro del género de la comedia negra. No es, por tanto, una obra densa e intensa, sino que también tiene su punto de comedia.
–Lo que nos dicen los espectadores cuando vienen es que se han reído muchísimo, pero cuando acaban reflexionan sobre los temas de los que se ha hablado y se ven empujados a pensar en ellos. Es como que los temas van entrando con un humor muy mordaz e irónico, a veces también lo llamamos el teatro de la crueldad, porque son personajes que se tratan muy mal entre ellos, pero de una manera muy divertida, y a través de ese trato que van recibiendo y devolviendo se van colando los asuntos de la obra y entre ellos el que es más relevante, que es defender los principios de una o de uno hasta el final: de ser preso de tus propias opiniones y tener que defenderlas hasta el momento en el que te llevan a la perdición.
–¿Ese es el mensaje final con el que quieren que se quede el público?
–No hay un mensaje concreto con el que queremos que se quede el espectador porque en esta obra no hay ningún ganador. Hay dos personajes principales que encarnan dos maneras completamente opuestas de ver el mundo y sentir en la vida, que son los personajes de Rosa y Fernanda, una va de negro y la otra de blanco, y todo es como una especie de tablero de ajedrez en la obra. Parece que como espectador vas con una pero, al final, te das cuenta de que en realidad no estás tan seguro, y yo como autor tampoco he querido regalarle la partida a ninguna de las dos. De hecho, las dos acaban perdiendo. Por eso no sabría decir cuál es el mensaje, porque ninguna de las dos consigue que su mensaje sea el triunfador. Lo que celebramos es más la pregunta inconclusa que pueda quedar en el espectador.
–¿Y de dónde ese nombre que puede chocar un poco?
–Por un lado, al hablar de la continuación de la especie del ser humano sobre la tierra surge la idea de la cucaracha como ese bicho que va a sobrevivirnos a todos, algo que nos parece muy poético. Pero, además, durante la obra, se refieren al personaje de Fernanda como una cucaracha y buscando el nombre sentíamos que era pertinente que la persona que lleva la acción de la obra encarnara el título. El subtítulo con paisaje de fondo se refiere también a algo que dice otro de los personajes: «el dolor ajeno es un paisaje de fondo». Mientras estamos en este mundo, luchando por sufrir lo menos posible, todo el sufrimiento que hay detrás casi ni nos paramos a escucharlo.
–Un espectáculo al que avalan dos premios Max conseguidos el año pasado a 'Mejor Espectáculo Revelación' y 'Mejor Autoría Revelación'.
–Sobre todo nos han servido para alcanzar mucha más visibilidad y estamos muy contentos de que se haya valorado a una compañía joven, con muchas mujeres en el elenco, en este que es nuestro tercer montaje. Hemos decidido hacerlo más ambicioso, en medio de la pandemia que fue cuando arrancamos, así que imagínate lo que costó. Ver que el jurado de los Max supo valorarlo fue una alegría. Y mi tarea como autor, también, porque es un texto que he escrito yo, pero después de recopilar todo el trabajo que te he comentado que generamos en ese laboratorio o residencia que hicimos, donde desplegamos personajes y temas. El 80% del espectáculo está verso y eso es algo también muy llamativo a nivel dramatúrgico y creo que también ha tenido que ver para acabar en los Max.
–El 80% está en verso, pero la obra tiene un ritmo muy ágil.
–Sí, porque no es un verso clásico, es un verso muy libre. Se habla en octosílabos, que lo bueno que tiene es que lo vuelve todo muy ligero. Las formas verbales y de enlazar las frases son muy cotidianas. Es como si con nuestro lenguaje de ahora nos diera por organizar nuestra forma de hablar en octosílabos y en rimas de vez en cuanto asonantes o consonantes. Tiene algo de musical.
–Hablando de música, la música tiene un peso importante también en el desarrollo de la obra.
–Teníamos que pensar en el espacio sonoro que le queríamos dar a la pieza y hay un elemento sonoro muy importante que es el sonido del tren, que se escucha de fondo en el balneario. Pensando en cómo recrear el sonido de la bocina del tren, nos gustó mucho la flauta travesera. Hablamos con una amiga músico que es flautista y decidimos transformar no solo el sonido del tren sino también aplicarlo en el resto del espacio sonoro y en el resto de las músicas que acompañan a las escenas, como si el sonido del tren se fuera transformando y acompañando el resto de la obra, generando la atmósfera de ciertas escenas.
–¿Una recomendación al público?
–Que entren con muchas ganas de hacerse preguntas y de reírse de sus propias dudas y de sus propias certezas.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión