Mariana Collado - Directora del Ciclo de Danza Internacional de Almería

La danza almeriense encuentra su voz en un nuevo festival: Trasladanza

Mariana forma parte de un nutrido grupo de artistas del mundo de la danza que ha tenido que salir de su tierra para seguir aprendiendo y formarse como artistas poliédricos en sus disciplinas. La mayoría siente la necesidad de traer a Almería muchas de las cosas que han aprendido en otros lugares. «Llevo 20 años viviendo en Madrid, estuve en Sevilla, en Granada...pienso que cuanta más experiencia tienes más puedes aportar. Llevo muchos años trabajando con compañías y con la mía propia, viendo cómo se articulan los proyectos de los demás, creo que cuanta más experiencia tenga más capacidad de reacción, más capacidad de poder ser lo más efectiva posible a la hora de realizar las cosas.Creo que si esto sale bien pienso, que estoy haciendo algo muy importante por la danza en Almería».

Trasladanza es un atrevido y ambicioso proyecto, un primer paso para intentar conquistar al público almeriense y acercarlo a la que los bailarines almerienses consideran la gran desconocida de las artes escénicas en la provincia, un festival que busca poner en valor la diversidad de estilos y talentos de los bailarines almerienses. «Yo quería que fuera un ciclo de danza donde donde estuvieran todas las disciplinas dancísiticas, o sea, contemporáneo, el teatro, las artes escénicas, pero que el predominante fuera la danza, así que me parecía muy bien que hubiera diferentes propuestas: Más tradicionales más performáticas, un poco de todo y para mí la premisaque tenía clarísima, desde que empecé a escribir es que el primer año fuera solamente con artistas almerienses. Yo dije: como somos los olvidados del mundo, se hace con almerienses».

Mariana se ha medido con grandes artistas a lo largo de todos estos años. en compañías de renombre, aunque reconoce que no es carne de compañía: «No tengo mucha capacidad de repetición y entonces me costaba trabajo. Yo no sé si por rebeldía o por torpeza, pero la verdad que fueron experiencias muy buenas porque trabajé en la compañía por ejemplo de Mario Maya, también con Cristina Hoyos. Al final tienes un bagaje completo, vas encontrando tu propia identidad. Ahora la gente joven no tiene difícil porque al final o haces tú tu propia historia o entrar en compañías es muy difícil».

Trasladanza comienza el 7 febrero con un plato fuerte, Julio Ruiz con 'Tocar a un hombre' una propuesta de Flamenco bastante performática. Hay muchas ilusiones depositadas en este primer ciclo que nace con vocación de largo recorrido y quedar instaurado en el calendario cultural almeriense: «Yo tengo la esperanza de que va a salir bien y se van a agotar las localidades. Ojalá haya buenas críticas del festival. Lo bueno es que salga muy bien y me gustaría que se abriera convocatoria a nivel nacional e internacional, que nos llegaran propuestas. Me gustaría poner en las bases que un 15% o un 20% del festival tiene que ser almeriense. A mí me parece importante, la gente de Almería creo que necesita saber que hay talento en aquí».

Desde el punto de vista de Mariana, el gran problema de los artistas almerienses es también su gran valor: «Yo no me canso de decirlo, los intérpretes de almerienses, somos muy diferentes entre nosotros porque no tenemos referentes en danza, que nosotros nos hayamos fijado en ellos, por lo que la gente de Almería hemos ido cogiendo referentes de diferentes provincias o lugares, de esencia o forma de bailar. Hay muchísimos intérpretes y creadores y directores almerienses totalmente diferentes unos de otros, aquí somos unos supervivientes, unos guerreros y haciendo propuestas muy arriesgadas con el contemporáneo, con el teatro. Somos una tierra que tiene desierto, playa, montaña, al final nuestro poder de transformación, de adaptación es enorme, es lo que nos caracteriza: la heterogeneidad».

La oferta de Trasladanza es variada, con artistas versátiles que aportan su esencia a esta prueba para la afición y para los asrtistas. Pasarán por el escenario del Teatro Apolo de la capital Julio Ruiz, Aitana Rousseau, Raúl Heras con Santi Rivera, y cerrará el ciclo la propia Mariana: «Será una propuesta en solitario que ya tenía muchas ganas de hacerla porque llevo muchos años haciendo espectáculos pero siempre acompañada».

Trasladanza va a explorar las posibilidades de futuro de la danza en Almería, poniendo a prueba la capacidad de convocatoria de una disciplina que por raro que parezca aún no había tenido un ciclo dedicado a ella en al ciudad: «Lo que interesa es que Almería se posicione en el mapa como una de las provincias que tiene festivales y ciclos de danza, que pueda llegar a ser más, en el que pueda llegar a haber ayudas a artistas, en el que pueda haber residencias artísticas, donde también puedan venir programadores a ver a esos artistas que se están presentando en este ciclo y sea algo que sirva para la visualización de los artistas, darle color y diversidad a lo que es la danza que es la eterna olvidada de las artes escénicas, pero es la más completa porque al final la danza camina por todos lados, camina por la música, camina por el teatro, camina por la performance, camina por muchos lugares, que al final los bailarines tenemos que estar muy preparados para poder llevar todo a la escena.

Más allá de los resultados del festival, sobrevuela en las palabras de Mariana Collado una aspiración que trasciende el éxito de esta primera edición de trasladada: «Mi gran esperanza es crear comunidad, no sé si lo voy a conseguir porque eso sí está complicado; crear comunidad entre todas las personas que generan danza y trabajan con la artes escénicas. Crear comunidad, que todos nos ayudemos, pero comunidad de verdad con escuelas de danza privada, instituciones públicas que se dedican a la danza, que hagamos equipo para ir todos a una, independientemente de lo que te guste o de lo que no te guste. Yo quiero un ciclo en el que haya para todos los públicos, que haya mucha diversidad en todos los planos, poder darle mucho color y diversidad a esto que es la danza».