La comunidad científica y los gestores deben ir de la mano en el ciclo integral del agua
Expertos abordan los cambios legislativos practicados y el avance tecnológico necesario para su implantación
J. S.
Almería
Miércoles, 10 de julio 2024, 12:05
La cuarta edición del curso 'Retos y oportunidades en el Ciclo Integral del Agua', arrancó ayer con una jornada intensa en la que se mostró ... la colaboración estrecha que mantienen la Universidad de Almería y Aqualia, con el polo permanente de la Cátedra Aqualia del Ciclo Integral del Agua de la UAL, y el Ayuntamiento.
La directora del seminario, la catedrática Ana María Agüera, una de las principales investigadoras de esta temática en el ámbito mundial, puso el foco en que «están representados los principales agentes que tienen un papel esencial en el problema que nos ocupa y nos preocupa; la escasez y la calidad del agua se han convertido en un punto estratégico en las políticas de todos los países y, como la mayoría de los problemas que son complejos, la solución no viene de una única mano, sino que necesitan la colaboración de todos». Instó al trabajo conjunto de «científicos y gestores políticos», siendo ejemplo de ello tanto el curso como la propia Cátedra Aqualia de la Universidad de Almería.
Por su parte, el director de Aqualia España, Lucas Díaz, lanzó varios mensajes de gran peso, primero introduciendo la situación de «sequía» para destacar «lo paradójico de que donde menos se ha notado su efecto ha sido en Almería, donde no ha habido restricciones». Precisó que eso es debido a que «la necesidad ha obligado durante muchos años a aprovechar las oportunidades que brinda el mar», siendo «la única ciudad peninsular con el 100% de agua de calidad muy alta salida de la desalación». Un dato significativo es que «tecnología y digitalización han permitido ahorrar en los últimos 30 años la cantidad equivalente a un embalse de 450 hectómetros cúbicos», el «camino de la investigación para estar en el top de innovación, como muestra el hub tecnológico en la EDAR de El Toyo». Díaz ha hecho referencia a los cambios legislativos que «obligan al sector a ir adaptándose e invirtiendo», sosteniendo que, así, «el agua del grifo quizás sea el producto alimentario más controlado y que podemos consumir con plena garantía».
Llamó la atención sobre que todo ese esfuerzo «se olvida cada vez que se abre el grifo, porque siempre sale agua, pero cabe acordarse de que cada vez que se abre, hay detrás un equipo de 160 profesionales velando por los 700 kilómetros de redes».
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