Cae una trama acusada de organizar falsos casos de violencia de género en el Poniente de Almería

La investigación se inició, según han indicado desde la Comandancia de Almería, en 2019 tras detectarse un incremento «significativo» en las denuncias por violencia de género en la zona del poniente almeriense desde el último trimestre de 2018. Además, estas presentaban «elementos y patrones comunes» que hicieron sospechar sobre que podrían tratarse de «hechos falsos».

Las denuncias presentadas en Poniente, y que levantaron las sospechas, tenían como víctimas a mujeres en situación administrativa irregular y como autor a hombres de origen español con antecedentes policiales y actas-denuncia por tenencia y consumo de drogas.

Entre ambos, pese a que «manifiestan ser novios» y mantener una relación de «entre cuatro y seis meses», apenas existía conocimiento mutuo. «La pareja solo conocía el nombre y número de teléfono de la otra persona, desconociendo su domicilio, oficio, lugar de trabajo, gustos, aficiones, familiares», han indicado desde la Guardia Civil.

Han apuntado, además, que un número importante de los autores ni siquiera tenían vinculación con la provincia de Almería, residiendo «muchos de ellos» en Hellín, en Albacete. Por su parte, las mujeres eran vecinas de la localidad almeriense de Las Norias de Daza.

También detectaron similitudes en «el modo en que se cometía la agresión». Los episodios violentos se producían en lugares públicos, con testigos, en horario de afluencia de personas, normalmente durante la tarde y tanto en la vía pública como en el interior de un establecimiento hostelería.

En cuanto a las agresiones, también detectaron patrones similares. Las mujeres presentaban lesiones leves, hematomas pequeños y arañazos, generalmente, en ambos brazos. Tras producirse la agresión, a la llegada de la Guardia Civil, el autor «siempre reconoce la agresión». Es más, «lo hace de forma expresa, sin dubitaciones» y, generalmente, es «quien llama la atención de los agentes informando que ha pegado a su pareja».

Considera el instituto armado que la red desarticulada tenía una estructura sólida en el Poniente de la provincia. Allí «captaban a las mujeres» a las que ofrecían la obtención del permiso de residencia legal a cambio de 4.500 euros. Por otro lado, a los varones les ofrecían entre 1.500 y 2.000 euros por prestarse a la farsa y «facilitar que fueran detenidos», han explicado desde la benemérita.

Las diligencias instruidas por la Guardia Civil, junto con los detenidos, han sido entregadas en el Juzgado de Instrucción número 6 de Almería.