Una sinfónica entre chabolas
La orquesta neerlandesa Ricciotti Ensemble, dentro su objetivo de llegar «a todas partes», convierte un asentamiento de Almería en un auditorio a la altura del Teatro Real
Si existe un lenguaje que no entiende de fronteras, ese es la música. Los violines no distinguen entre ricos o pobres; las flautas, desconocen si ... están sonando en un gran auditorio o en un pequeño callejón y las notas carecen de prejuicios relacionados con el color de la piel. Por eso, un gran concierto, sea donde sea, será un gran concierto.
Una visión que parecen tener los miembros de la orquesta sinfónica neerlandesa Ricciotti Ensemble, que ha aterrizado esta semana en Almería para deleitar a colectivos que, habitualmente, no tienen acceso a actuaciones como las que ellos ofrecen. Y para hacerlo más sencillo aún, son sus decenas de componentes (instrumentos incluidos) quienes se desplazan allá donde les necesiten.
Este miercoles y este jueves le toca el turno a la provincia de Almería, gracias a la intervención de la asociación Almería Acoge. Ricciotti Ensemble ha ofrecido en dos días cuatro conciertos en la provincia, aunque ninguno sobre un escenario. Esta formación sinfónica ha actuado en el Centro Municipal de Acogida de Almería, en un asentamiento de infraviviendas así como en el IES Al-Ándalus y en el Albergue Juvenil, que actualmente acoge a personas refugiadas.
La orquesta
Ricciotti ha llevado música sinfónica en vivo a la selva de Sudamérica, al desierto de África, a lugares devastados por guerras, cárceles, campos de refugiados, residencias de mayores colegios, plazas, hospitales, norias y aviones. No hay nada imposible para estos 43 jóvenes músicos, formados en conservatorios neerlandeses.
En la gira que ha llegado a Almería están acompañados también con la solista Karin Strobos, una de las principales mezzosopranos del panorama musical neerlandés y que ha actuado con todas las grandes orquestas de los Países Bajos, interpretando papeles principales en la Nationale Opera, Nederlandse Reisopera y Opera Zuid. Su interpretación de Carmen bajo las estrellas de Níjar, sin duda, ya forma parte de la historia vital de los habitantes del asentamiento que, por una noche, pudo competir con el Teatro Real.
En estos conciertos Ricciotti Ensemble ofrece un popurrí de música, con obras que tienen raíces en la tradición sefardí, andalusí y cristiana de Andalucía. Así, sonaron tonadas inspiradas en el flamenco, composiciones de Manuel de Falla, Isaac Albéniz, Chick Correa, Mezquita, Califato 3/4 y una nueva composición del compositor argentino-neerlandés Diego Soifer, entre otras muchas.
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